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¿Qué hiciste en la guerra, papá?

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Qué hiciste en la guerra Papá? fue una película norteamericana de mucho éxito en la década del sesenta, donde algunos personajes trataban de explicar a sus hijos, familiares y amigos, que veinte años antes, en medio del segundo gran conflicto bélico, habían tenido una actuación decorosa.

Muchos padres que vivimos los años setenta en la Argentina y llegamos vivos al final del gobierno militar tuvimos que contestar la misma pregunta un tiempo más tarde. Algunos pudieron responder con dignidad y otros callaron, ocultando quizás cierta condescendencia con aquella administración devastadora. Desde entonces, con excepción del juicio histórico a los uniformados y ciertas calientes pero esporádicas polémicas entre intelectuales que se quedaron en el país y los que optaron por el exilio al llegar la democracia, un especial silencio sobre la década del setenta dominó la intimidad de numerosas familias y la enseñanza de adolescentes y adultos. La aparición de excelentes investigaciones periodísticas y valiosos libros documentados vienen ayudando a iluminar episodios, personajes y situaciones oscuras.

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Ahora, la revisión de aquellos años tristes quedó en manos del Gobierno y de sus militantes, que la utilizan para cuestionar las voces críticas de la gestión oficial, en especial los periodistas, o para embarrar y sembrar de sospechas a los principales medios de comunicación de cobertura nacional. La decisión gubernamental es que sólo existe una historia, la que ellos han decidido crear, en medio de un lenguaje confrontativo, injusto, invasivo y cotidiano. Para defender “su” historia, los defensores del Gobierno se suben a la extrema violencia con un estilo parecido al de las barras bravas del fútbol. Y lo hacen sin contemplaciones, sin límites y con una arrogancia asombrosa.

Denigrar, como se hizo desde los ministerios, a Julio César Strassera, fiscal a cargo del juicio a las juntas militares en 1985, autor de un alegato fundamental en la defensa de los derechos humanos, encierra una imperdonable ingratitud. Para la historia oficial, Strassera dejó de representar los mejores valores cuando salió a contradecir ciertas versiones referidas a Papel Prensa. Los hechos de la realidad confirman, empero, que había que tener un coraje a toda prueba para haber procedido como lo hizo Strassera con las fuerzas armadas entonces intactas.

Unos meses atrás, Hebe de Bonafini, una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, una férrea defensora de las estrategias de la Casa Rosada que participa en el palco principal y en lugar preferencial en los actos oficiales, desplegó sus dudas y acusó sin fundamento a la periodista Magdalena Ruiz Guiñazú de haber pertenecido al equipo del ex ministro José A. Martínez de Hoz, es decir, de haber favorecido a la dictadura. Por lo que organizó un juicio público en una plaza en la que alcanzó a congregar a curiosos, fotógrafos y una perseverante audiencia.

Se trató de una acusación no sólo infundada sino maligna contra una de las principales colaboradoras del Nunca Más, una colega que usó sus espacios radiales para reclamar justicia a lo largo de la administración militar. Sus programas están grabados y se encuentran en los principales archivos.

Esta semana, la señora Bonafini eligió la amenaza física contra Joaquín Morales Solá, a quien igualó con una víbora a la que sus seguidores saben “cazar”. Se trata de uno de los principales analistas políticos del país, respetado por anteriores presidentes, que advirtió cuando correspondía sobre intentos totalitarios y actos de corrupción. Ahora se está justificando cualquier acción directa contra el por parte de militantes enceguecidos.

En la alimentación de su “historia”, el Gobierno, que ha trazado una frontera entre los “amigos” y los “enemigos destituyentes”, sigue eligiendo a algunos periodistas como muñecos de trapo a los que agrede en una escalada de la que no se adivina el final. En el montaje de este escenario donde el Gobierno va por más, la resolución de asuntos económicos y políticos de envergadura quedan relegados para cuando convenga abordarlos.


*Periodista especialista en economía.