El Gobierno de Alberto Fernández recibió una gran mano de la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que este miércoles 19 de febrero finalizó su estadía en Buenos Aires y emitió un comunicado que va en la misma línea que las declaraciones que venía haciendo el oficialismo sobre que la deuda "no es sostenible".
En ese sentido, el organismo internacional también le pidió un esfuerzo a los bonistas, en una clara señal para que los acreedores privados acepten una quita "apreciable".
Ante este informe elaborado por Julie Kozack, subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental, y Luis Cubeddu, Jefe de Misión para Argentina, quienes visitar Buenos Aires del 12 al 19 de febrero, el ex director del FMI para el hemisferio occidental, Claudio Loser, dialogó con PERFIL sobre las consecuencias de las declaraciones de la misión del Fondo.
"Ha habido más sorpresa de la que se merece esta noticia del FMI. En el sentido de que el Fondo nunca había dicho de que no había que hacer una quita a los acreedores privados, lo que sí había dicho, y se mantiene, es que la deuda con el Fondo, no puede ser ni reprogramada directamente, ni puede haber una quita ni reducción en los pagos de intereses", comentó en diálogo con este medio, dejando en claro de que el organismo no aceptará una quita de la deuda que mantiene Argentina con el propio FMI, como ya lo había insinuado la vicepresidenta Cristina Kirchner.
En esa línea, siguió: "Los pagos de intereses son muy bajos y también porque los recursos del Fondo son recursos multilaterales de todos los países del mundo. Entonces, lo que se estaría haciendo al haber una quita es que todo el mundo estaría pagando por una reducción que tendría la Argentina, sería una transferencia de todo el mundo para la Argentina por acciones que son fundamentalmente de la Argentina cuando hay que preservar los recursos para otros países".
Asimismo, aseguró que el Fondo sería un "aliado excelente" para la negociación con los acreedores privados si es que la Argentina lo sabe aprovechar: "Respecto de los acreedores privados, en la experiencia del Fondo, en muchos años y ciertamente en un período que va más de 30 años para atrás, el Fondo siempre ha apoyado a los países y sería un aliado excelente para la Argentina si los argentinos aprovechan esta oportunidad".
"Tener un programa con el Fondo, que se negocia, e ir con eso a los acreedores privados que se sentirían mucho más tranquilos con un programa de ese tipo y negociarían con más tranquilidad en vez de comenzar con acciones judiciales en el caso de que no hubiera un acuerdo ni hubiera un programa con el Fondo. Eso es lo importante", expresó a PERFIL.
Por último, enfatizó "que el apoyo del Fondo es muy bienvenido y no debe sorprender porque la actitud del Fondo ha sido cuando fue necesario en muchos países, incluso cuando se tuvo un programa en el año 2003, cuando había que hacer una reestructuración que se demoró pero desde el Fondo no decían que no hubiera reestructuración".
El ajedrez de la compleja renegociación de la deuda
La opinión de los economistas
En diálogo con PERFIL, el economista Federico Furiase también hizo referencia a que el FMI "está alineado con Guzmán en lo que tiene que ver con el foco de la sostenibilidad de la deuda". Sin embargo, comentó que fue sorpresivo el apoyo en cuanto "a la inviabilidad económica y política de hacer un ajuste fiscal más fuerte en el corto plazo".
"Eso implica una señal fuerte para los acreedores privados porque la propuesta tenga una quita considerable a valor presente que es un poco lo que están descontando los precios de los bonos en ese sentido. Pero a corto plazo es una señal negativa para los bonos", consideró.
Asimismo, dejó una duda sobre las declaraciones del FMI: "Lo que queda duda es que si el Fondo va a funcionar como un garante o no, o va a fiscalizar metas fiscales y monetarias en términos de una consistencia de un programa económico que hoy no se ve y eso en algún punto podría bajar".
Sin embargo, para el economista Miguel Boggiano esto no es una señal de apoyo al Gobierno, sino un mensaje para evitar que el oficialismo busque una quita con la deuda que mantiene Argentina con el propio FMI, como ya lo había insinuado la vicepresidenta Cristina Kirchner.
"Lo que te están diciendo es que como el Fondo Monetario no quiere aceptar una quita, la ANSES no quiere aceptar una quita, el Banco Central no quiere quita, vas a tener que masacrar a los privados", manifestó en diálogo con PERFIL.
"Esto también es parte de la negociación al final. Todos dicen que la deuda es insostenible pero nadie le quiere hacer quita a Argentina. La parte que no es Fondo Monetario, ANSES y Banco Central no es tan grande. Entonces si vos querés bajar el total de la deuda, como no querés que toquen a ninguno de esos tres, al otro lo vas a tener que matar. Ahí está el tema".
Daniel Marx: "Si no hay acuerdo con los acreedores la Argentina quedará sin rumbo"
Por su lado, el economista Amilcar Collante, manifestó: "Los técnicos del Fondo lo que hacen es un análisis de sostenibilidad, ven en la carga del perfil de la deuda que tiene cada país y ven si es viable en el tiempo. Lo que basan ellos es que el ajuste fiscal que debería hacer Argentina en estos años para poder cumplir con la carga de la deuda es tan elevado que no es sostenible. No es ni económica ni políticamente sostenible. Ponen también en la carga a variables que son socioeconómicas y que impactan directamente en lo político".
"Dan vía libre a que Argentina tiene que reestructurar su deuda", comentó en diálogo con PERFIL, y agregó: "Si darían algún margen de que es probable con algún ajuste con política, te dirían qué receta hacer para lograrlo. Ahora te dicen que no es sostenible, abren la puerta a la reestructuración. Eso obviamente no es una buena noticia para los acreedores. El Fondo era el tercero en esta cuestión, que podía dar un aval a Argentina o no en esta cuestión y tenía que dar su voz".
"Los acreedores las señales las dan a través de los precios, y los precios tienen descontados los escenarios y las expectativas que tienen sobre Argentina Vamos a entrar en una zona de renegociación que es muy tensa y más hasta que Argentina dé una propuesta concreta", dijo. "Creo que los plazos que están en el cronograma son un poquito apretados", agregó.
Collante advirtió que vendrán "semanas de incertidumbre y volatilidad en los mercados, hasta que concretamente Argentina diga qué está planeando, qué número de quita, qué va a hacer con los cupones si los achican o no. Eso va a tener su contrapartida en la acción de los bonistas. En principio por lo que dijo Guzmán en el Congreso va a ser un sendero fiscal híper gradualista. Son dos noticias para los acreedores que no son buenas", concluyó.
Por último, el economista Marcelo Ramal aseguró que el mensaje del FMI debe leerse de dos maneras: "O reclama una quita significativa a los acreedores privados, o promueve un default concertado, al menos, con el propio FMI".
"El problema es que la salida de la quita significativa ya fue rechazada por los acreedores privados. En ese caso, las dos lecturas del comunicado del Fmi se reducen a una", siguió, al mismo tiempo, agregó: "Argentina ya tiene antecedentes de defaultear en acuerdo con el FMI: así fue el default del 2001. A la salida de ese default, el FMI se puso primero en la fila de los acreedores".
"Naturalmente, asistiríamos a una cesación de pagos como peldaño de una reanudación posterior de las relaciones con el capital internacional (tal como ocurrió con el megacanje de 2005). El gobierno se serviría de ello para recortar todavía mas jubilaciones y salarios, en nombre de 'vivir con lo nuestro'", manifestó. Para finalizar, completó: "Una cesación de pagos, debería estar acompañada de una reestructuración social integral, que plantee la centralización del ahorro nacional a manos de un gobierno de trabajadores".
ED / DS