La mayoría de los empresarios considera que la crisis cambiaria “será recurrente” en los próximos meses, y calculan un dólar a fin de año en un rango de $ 30 a $ 35. Tras el brusco salto que pegó la divisa en junio –pasó de $27 a $29– prevén que habrá traslado de la devaluación a los precios de las góndolas. Tambien se mostraron a favor de una reapertura de las negociaciones salariales ante el grueso de paritarias que cerraron al 15%, aunque pidieron una referencia del Gobierno. Para un poco más de la mitad, el país sigue siendo atractivo para la inversión. Los datos surgen de una encuesta realizada por BDO y Taquion en exclusiva para PERFIL entre el 5 y el 7 de julio entre ejecutivos de empresas grandes y medianas, nacionales y multinacionales, que operan en el país.
Dolar. El 45,2% de los empresarios pronosticó que el valor del billete verde a fin de año oscilará entre $ 32 y $ 35; y el 35,7% proyectó un rango de $ 30 a $ 32. El dato llamativo es que para el 71,8% los temblores no son coyunturales, sino que habrá réplicas en el año. Sin embargo, el sondeo también reflejó que el 74,6 espera que las medidas adoptadas por el Gobierno podrán controlar la corrida contra el peso (64,3% respondió “puede ser” ante esa pregunta, y un 10,3% que contestó “sí”).
“La mayoría confía en que con las medidas se puede salir, pero como la situación en el mundo internacional es compleja, y la economía argentina es muy vulnerable a los flujos internacionales, creo que eso es lo que hace que no haya una percepción de que esto es coyuntural, más aún en una economía endeudada”, explica Claudio Doller, director de BDO.
Precios/Salarios. El 98,8% de los encuestados afirmó que habrá un traspaso de la suba del dólar a precios. Sin embargo, el 63,8% opinó que ese traslado “será parcial” ante un consumo que se muestra retraído, mientras que el 35% señaló que “será directo”.
Por otra parte, el 93,4% de los directivos está de acuerdo en actualizar los salarios que quedaron atrasados con paritarias de 15% e inflación proyectada en 30% anual. De ese universo, el 60,6% pretende que el Gobierno establezca una pauta, y el 32,8% se inclina para que no haya condicionamento oficial.
Doller analizó: “Como se ve que habrá una baja en el consumo y eso hará que las empresas no puedan trasladar todo a precios, la respuesta empresarial es que prefiere que el Gobierno dé una pauta salarial, y creo que la expectativa es que esa pauta esté alineada a lo que va a responder el consumo”.
Inversión. Pese a las turbulencias, el 52,9% opinó que Argentina es atractiva para la inversión empresarial, aunque es un dato menor frente al 57,6% del relevamiento anterior de agosto de 2017. Doller planteó: “No es una baja que implique que todo está perdido. Cuando empezó el gobierno de Macri estaba en 89%, luego fue descendiendo; hay una percepción de crisis, pero no es una sensación irreversible”.
Entre los factores que hacen al país atractivo, lideran “la disponibilidad de recursos naturales y la disponibilidad de recursos humanos” (65,3%). Doller destacó que “normalmente las devaluaciones en Argentina hacen que tomen intención de inversión todos los rubros relacionados con mano de obra interna, lo que tiene que ver con recursos humanos, porque se abarata la hora/hombre, en relación a lo que se puede generar exportando”.