El reconocido periodista y escritor, Abrasha Rotenberg, dialogó con Jorge Fontevecchia en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9). Analizó la gravedad de los ataques de Rusia hacia Ucrania y las ambiciones de Vladimir Putin. Además, un repaso por sus trabajos más recordados en La Opinión y Primera Plana.
En base a toda su experiencia y sensibilidad en el periodismo. ¿Qué opinión tiene sobre la guerra en Ucrania?
Nací en un pequeño pueblo de la Unión Soviética y me crié en Ucrania. Pero también pasé cerca de dos años en Moscú y también en la frontera entre la Rusia europea y la asiática, en un lugar de desarrollo, donde pasé un tiempo por una historia familiar. En relación a lo que significa políticamente hoy, recuerdo que siendo chico empecé a leer y escribir en ruso. El ucraniano se hablaba como el idioma cotidiano, pero antes se aprendía otro, porque Stalin era una especie de Pedro el Grande y quería rusificar toda la Unión Soviética, donde la cultura rusa estaba por encima de la local, que es lo que quiere hacer Vladimir Putin con todas las tierras que se independizaron. Putin quiere ser Pedro el Grande, o Stalin, que es peor.
Ucrania descartó ofrecer a Putin opciones para cese al fuego
¿Podrá lograr eso?
Le está saliendo pésimo. Al mismo tiempo, siendo objetivos, cuando se disolvió la Unión Soviética, Rusia fue perdiendo influencia. Todos los países que formaban parte se independizaron y descubrieron que el sistema comunista no era la solución más apropiada para sus habitantes y se occidentalizaron. Se ve en Lituania, Letonia, Estonia, Finlandia y Suecia. Putin está desaforado y no le importa la parte humana ni la política, está al borde del abismo con la amenaza de la bomba atómica. Occidente podría haber sido un poco más prudente en la forma de rodear a Rusia y Putin tendría que haber negociado algunas cosas, que no se arreglan con armas, porque así el mundo va a pagar un precio altísimo por todo lo que hizo. Creo que va a perder él y también el pueblo ruso.
¿Qué es ser ucraniano?
La guerra que destruyó el Imperio austrohúngaro modificó todo. Ese territorio, que sería una parte de Polonia, Ucrania, la parte europea de Rusia y la asiática, en una época comenzó teniendo a Kiev como capital. Moscú la inventó Pedro el Grande.
Para Rusia, que un país fronterizo como Finlandia sea miembro de la OTAN no es lo mismo que el caso de Ucrania, porque lo sienten de forma diferente. ¿Esto puede ser así?
Claro, porque ellos dicen que Ucrania no existe, es un parte rusa que habla ucraniano. Por eso señalo que el primer idioma que aprendí viviendo en territorio ucraniano fue el ruso. Stalin tenía esa misma concepción, de un solo territorio dominado por los rusos. Los demás países son como provincias para ellos.
Juan Luis González (JLG): Para cualquier periodista, Primera Plana y La Opinión siguen siendo modelos a seguir. ¿Qué los hacía tan especiales?
En Primera Plana era asesor económico de Jacobo Timerman. Fue una revolución en Argentina. Imitaba algunas revistas americanas, pero era el reflejo de una cultura donde leer eso, era pertenecer a una elite intelectual. Fue una época de oro. Con las características de Timerman, era una persona que no podía soportar su éxito. En cuanto a La Opinión, su nacimiento fue una pasión mía y me metí en una aventura que terminó con 37 años en España.
Más allá de eso, agradezco esa historia, porque todo lo que aportaron y modificaron al periodismo argentino se ve hoy. El periodista se transformó en protagonista del periódico. Ahora parece natural, pero fue una revolución. Antes, los colaboradores eran anónimos.
JL PAR