OPINIóN
Politizamos la pandemia

Errores que no se deberían cometer ante el nuevo desafío de la segunda ola

Diferentes situaciones de las que los gobernantes tuvieron que aprender para no repetirlas.

Pandemia de Trastornos y Ansiedad
La pandemia de coronavirus agravó el bienestar de la población | AFP

La pandemia Covid-19 continúa afectando a nuestro país con una larga meseta y cifras que la ponen entre los 4 países con más fallecidos por millón de habitantes, la economía más afectada por ocho meses de la cuarentena más larga y actuales medidas de distanciamiento laboral y productivo que llega hasta hoy, con la dificultad más grave de recomponer la salida de la crisis. 

Europa está viviendo un nuevo brote con saturación de camas y alto índice de afectados y fallecidos por errores durante su primavera y verano y subestimar la segunda ola. 

Como resumen de errores cometidos, hemos politizado al extremo la pandemia creando una grieta inicial entre salud vs economía y posteriormente entre educación y salud. Además se politizaron las medidas a tomar sin consenso universal y sin privilegiar el concepto integral de salud de la OMS, se actuó rápidamente en la cuarentena externa pero tardíamente en controlar las llegadas del exterior. Se eligió y potenció a grupo de asesores elegidos caprichosamente de una misma especialidad y en sintonía total y funcionales a la política del gobierno y sin tener en cuenta a expertos tan diversos como médicos, intensivistas, oncólogos, psiquiatras, especialistas en bio estadística, cirujanos así como economistas sociólogos antropólogos educadores, comunicadores. 

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Se nacionalizó la primera y larga etapa inicial de la logística junto a la compra de todos los insumos desde testeos, material de protección, respiradores con la lentitud burocracia inoperancia, sobreprecios dudas, muchas dudas que genera toda compra por parte de un estado sospechoso por lo menos de falta de eficiencia y corrección. La compra de testeos y su aplicación, fundamental para detectar, aislar y rastrear fue totalmente ineficaz, lenta y mínima. 

La sociedad no recibió aún explicaciones de porque en ocho meses se realizaron menos de 4 millones de tests PCR a un promedio de 15 mil diarios ( hoy se realizan 26/30 mil ) cuando en otros países con la misma población de testean 270 mil por día como en Italia o Reino Unido. Sin testeos, sin detectar precozmente, sin logística para rastrear, no se puede realizar tareas preventivas y evitar la progresión y extensión nacional de la pandemia. Otros errores fueron la mala comunicación a la población  que se fundó fundamentalmente en crear miedo, pánico, mantenerla aislada sin medir las consecuencias psicológicas, sanitarias, económicas de ese encierro que llevaron a la crisis que vivimos hoy. También como error, la tozuda y persistente decisión de aplicar a raja tabla la misma estrategia aunque se alertaba desde distintos ámbitos de su seguro fracaso

La sociedad no recibió aún explicaciones de porque en ocho meses se realizaron menos de 4 millones de tests PCR a un promedio de 15 mil diarios ( hoy se realizan 26/30 mil ) cuando en otros países con la misma población de testean 270 mil por día como en Italia o Reino Unido

Se echaron culpas a la población del avance de la pandemia cuando la realidad marcaba la progresión de la gravedad de la crisis sin soluciones administradas por el Estado que llegó a tal punto que se dejó de lado al Comité de asesores y a las permanentes y desgastantes conferencias o monólogos de Prensa cuando las cifras comenzaron a demostrar el fracaso de la política implementada. Descubrir el error y persistir con la misma terapia es aún más doloso. Para terminar este sucinto informe de lo actuado, se puede agregar dentro de la politización, el haber creído que la pandemia estaba localizada inicialmente a la opulenta Buenos Aires que desparramó la pandemia al resto del AMBA y no haber tomado conciencia y medidas preventivas sobre el deficiente Sistema de Salud del interior del país y de los centros urbanos más alejados y carecientes, que a la larga iban a ser afectados como ocurre hoy en esta eterna meseta que no llega a su fin. 

Los daños colaterales de la pandemia, enfermedades no diagnosticadas ni tratadas por ocho meses ( aún hoy a reticencia de consultar al médico ) como oncológicas cardio y cerebro vasculares, degenerativas, metabólicas con su consecuencias de progresión y agravamiento como así también las enfermedades de la pobreza    que se verán agravadas con la progresión y agravamiento de la crisis económica que serían largo detallar para estas líneas.

Ya politizamos al máximo la pandemia y agravamos la grieta de una sociedad invertebrada y poco solidaria 

El haber vivido la experiencia luego de ver la crisis sanitaria europea y norteamericana así como haber vivido nuestra propia crisis sucintamente descrita, nos debe obligar a no volver a cometer irresponsablemente los mismos errores y para su solución partir de realizar autocrítica un balance de la situación y comenzar a preparar medidas opuestas y correctivas de las realizadas. 

Ya politizamos al máximo la pandemia y agravamos la grieta de una sociedad invertebrada y poco solidaria entre distintos sectores. Algo que a nivel mundial se demostró es que de estas crisis se sale con espíritu solidario, dejando banderías políticas e ideológicas y de interacción entre los distintos dirigentes de la sociedad y todos estamentos de la comunidad. 

Es momento de empezar a planear la segunda ola y rebrotes pensando en en enmendar estos errores y salir fortalecidos. 

Sin terminar la primera o  llega otra etapa y debemos aprender y madurar como sistema democrático y como sociedad y es momento de no politizar la llegada de una posible vacuna, algo que irremediable y lamentablemente ya comenzó. 

Esto será motivo de una próxima nota. 

*Médico cirujano. Comunicador en Salud.