El miércoles próximo será un día clave en el Senado, donde el Gobierno espera que se aprueben los pliegos de Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, los candidatos propuestos por Mauricio Macri, para ocupar las vacantes en la Corte Suprema. Aunque hasta hace unos días se daba por descontada la aprobación, en las últimas horas el escenario no parece tan seguro y habría varias negociaciones en marcha. Mientras que desde el sector más “puro” del kirchnerismo se busca llevar a trece la cantidad de jueces, otros proyectos buscan que haya entre siete y once miembros. Pero en los últimos días, y cada vez con más fuerza, las discusiones también pasan por el denominado “cupo femenino”.
Desde mayo de 2014, cuando murió Carmen Argibay, Elena Highton de Nolasco es la única mujer en el máximo tribunal de Justicia del país. Consultada recientemente por el tema, evitó referirse puntualmente a la cuestión de cupos, pero destacó que “siempre es interesante que haya más mujeres”. Fuentes cercanas a la Corte explicaron a PERFIL que las juezas Hilda Kogan y Claudia Sbdar “podrían ser algunas de las candidatas a ocupar un lugar. Tienen formación y años de experiencia en la Justicia”.
El proyecto de ampliación del número de integrantes presentado por el senador puntano Adolfo Rodríguez Saá fue uno de los primeros en reabrir el debate por el cupo femenino. Prevé el aumento de cinco a nueve miembros de la Corte, y despertó la respuesta de varias senadoras sobre la necesidad de una mayor presencia femenina en la Corte. Desde algunos sectores apuntaron a que la propuesta del senador buscaba postular a su par Liliana Negre de Alonso para ocupar uno de los lugares. “Negre de Alonso no pasaría los ‘filtros’ para lograrlo. Es mujer, pero está absolutamente atravesada por una fuerte cuestión religiosa y que no ayudaría a dar una serie de discusiones que la sociedad necesita y espera de la Corte”, deslizaron. El nombre de Margarita Stolbizer ya lo sugirieron massistas y también sirvió para abrir la discusión por el cupo.
En contraposición a estos nombres, desde el mundo judicial insisten con perfiles como los de Kogan o Sbdar. En 2002, Kogan se convirtió en la primera mujer en llegar a la Corte bonaerense. Miembro de la Asociación de Mujeres Jueces de la Argentina (AMJA) y especialista en derecho del trabajo, ejerció como magistrada en ese fuero hasta que llegó a la Corte provincial. De buenas relaciones con el radicalismo, su nombre sonaba para la Corte nacional en caso de que Daniel Scioli se hubiera convertido en presidente. Sbdar es también la primera y única mujer en el tribunal tucumano, adonde llegó en 2008 tras haber superado una impugnación presentada a su designación por ser judía y compartir esa religión con el gobernador de la provincia, José Alperovich. Desde su vocalía promovió desde la instalación de la Oficina de Violencia Doméstica hasta la elaboración del “Protocolo interinstitucional para la atención en el Ejecutivo y la Justicia de niños y adolescentes víctimas de abuso sexual infantil o violencia”.