Hopper Penn sorprendió al confesar públicamente que empezó a drogarse en 2010, año en que sus padres se separaron. Hopper es hijo de Sean Penn y de Robin Wright, quien se consagrara por su papel en House of cards. El joven de 23 años, también actor, agradece haberse recuperado y asegura que fue el peor momento de su vida. “No es divertido cuando llega a un punto en que eso se convierte en todo lo que necesitas”, declaró en un reportaje la última semana.
Todo comenzó cuando él tenía 16 años y sus padres sufrieron una crisis matrimonial que finalmente terminó en divorcio. “La verdad, estaba bastante enojado porque ellos rompieron, se reconciliaron, y volvieron a separarse. Yo pensaba que tenían que tomar una decisión”, contó Hopper. “Fui a la rehabilitación porque me desperté en un hospital y mi papá me dijo: ‘¿Rehabilitación o dormís en las paradas de autobuses?’”. Así describió Hopper cómo fue el ultimátum que le dio su padre. En ese momento de debilidad, estar rodeado de la gente equivocada le jugó en contra y lo llevó a consumir metanfetaminas, entre otras drogas. “Estaba mal y me encontraron haciendo cosas malas. Cuando no eran mis padres, era la policía”.