En el marco del juicio por la muerte de Florencia Rombolá, la nena que murió ahogada en una pileta de la cadena Megatlón en 2001, la querella denunció a esta cadena de piletas por funcionar sin cumplir con las condiciones mínimas de seguridad.
Durante la audiencia de ayer, el abogado de la querella, Alejo Ramos Padilla, pidió que en forma urgente se tomaran medidas sobre todas las piletas que la empresa posee en territorio porteño, según publica hoy el diario Página 12.
“Son 35 mil personas que corren peligro; no cumplen con la ley, lo aceptó [Julio César] Giraldo [director deportivo de Megatlón] en la audiencia del lunes, nadie las clausura o las inspecciona, siguen funcionando como si no hubiera pasado nada.”, dijo Padilla.
Florencia Rombolá murió el 12 de febrero de 2001 en una pileta de Megatlón en el club All Boys.
La querella sostiene que Megatlón no brindaba las condiciones mínimas de seguridad obligadas por ley: una plataforma para ver hacia el fondo, dos guardavidas por pileta y una canaleta bordeando la pileta para poder asirse.
El padre de Florencia, Alejandro Moller dio su testimonio con una directa acusación a la empresa. “Nos engañaron, nos estafaron, nos vendieron un buzón grande como este edificio”, dijo, al referirse a que Megatlón les había garantizado “hiperseguridad” sobre Florencia.
El día en que murió Florencia ahogada sólo una guardavida custodiaba dos piletas.