Con una cámara de fotos y un teléfono celular, Guillermo Cantón buscó mostrar cómo pasó el tiempo para los habitantes de su pueblo, Los Cisnes, una localidad cordobesa que se encuentra a 280 kilómetros de la capital provincial.
La primera vez que Guillermo retrató a la gente del pueblo fue en 1994. En ese entonces, el trabajo fue realizado con una cámara Hasselblad 500CM con una película de 120 mm. “Una versión de esta mítica cámara fue la que la NASA utilizó en el primer viaje a la luna”, recuerda Cantón.
La película utilizada para esta serie fue la Kodak Plus-X y las copias se realizaron en papel fotográfico Ilford Gallery. Los materiales y equipos utilizados eran, en esos años, de reconocida calidad.
“Para esta segunda serie quise enfatizar los cambios tecnológicos producidos en estos quince años en el campo de las imágenes y de la fotografía y decidí utilizar la cámara incorporada a un teléfono celular, en este caso un Motozine ZN5, Motorola-Kodak”, explica Guillermo.
Como los teléfonos no poseen el clásico enganche que tienen las cámara de fotos para colocarlas en un trípode, Guillermo uso, para optimizar el rendimiento, un soporte fabricado por él mismo y un dispositivo que cumple la función de parasol. En las dos ocasiones, usó solo luz natural.