En los últimos tiempos, viene creciendo la modalidad delincuencial de los "hombre araña", que se trepan a los edificios con sogas, arneses o con la mera ayuda de sus brazos y piernas, para sorprender a quienes allí pernoctan o cuando no hay nadie en el inmueble. En algunas oportunidades, es solamente para robar y en otras, para violar a las víctimas.
El 18 de enero pasado, un ladrón solitario, supuestamente actuando como "hombre araña", asaltó la sede de la Cámara del Crimen de la ciudad de Buenos Aires -ubicada en Viamonte 1147- y violentó la caja fuerte, de donde se llevó dinero e importante documentación judicial.
El 16 de ese mismo mes, una joven profesora de gimnasia, de 27 años, fue asaltada y violada en su departamento del barrio de Núñez por un hombre que trepó por el frente del edificio cuando se registraba un temporal, por el que se había cortado la luz en el sector.
Según el encargado del edificio, el atacante aprovechó que la joven "había dejado todo abierto porque hacía mucho calor" para entrar al departamento y que una vez en el interior "la ató con unos cordones y le tapó la cara con unas medias y ropa interior y siguió abusando de ella". "Parece que no estaba muy conforme y le pidió que se cambiara la ropa interior", indicó.
En esa oportunidad, Ana María Leuzzi, presidenta de la Asociación de ayuda a Víctimas de Violación (Avivi) denunció que se trató del sexto caso cometido desde septiembre último bajo la misma modalidad en la zona por un mismo "hombre araña".
El 18 de marzo pasado, un anticuario de San Telmo fue detenido porque escondía en su casa un valioso cuadro del pintor argentino Raúl Russo, que había sido robado por un "hombre araña" en un piso del barrio porteño de Palermo Chico.