La ruta provincial 19, donde en la mañana de este martes hallaron el cuerpo de la odontóloga Gissella Solís Calle (47), es un camino abandonado, lleno de pozos, basura y grietas que dificultan la circulación de los autos. Se la conoce como el "camino negro" y es un verdadero depósito de cadáveres.
El tramo que une a las localidades de Boca Cerrada, en Ensenada, y Villa Elisa, La Plata, tiene una extensión de casi diez kilómetros. El estado de abandono es tan notorio que pocos se animan a atravesarlo. Sólo alguno que no lo conoce puede atreverse a realizar esta travesía.
Por antecedentes, es el lugar más propicio para descartar un cadáver. En los años '70 la Triple A los utilizaba para arrojar cuerpos. Allí, por ejemplo, fue hallado el del dirigente de ATE Luciano Sander, junto a cuatro compañeros.
Autopsia: el cuerpo de la odontóloga no tiene lesiones ni signos de ataque
Años después, el odontólogo Ricardo Barreda eligió ese lugar para descartar su escopeta Víctor Sarrasqueta, con la que horas antes había asesinado a su esposa Gladys McDonald (57), sus hijas Cecilia (26) y Adriana (24), y su suegra Elena Arreche (86). Fue en noviembre de 1992.
Hace 19 años la capital provincial se vio sacudida con el hallazgo del cuerpo desmembrado de una mujer: Roxana Dos Santos, de 22 años. Fue en marzo de 2000. La desaparición de esta joven despertó la atención de todos los medios locales, pero lo que más impactó fue la publicación de una foto en la tapa de un diario que mostraba a un perito de la Científica levantando la cabeza de la víctima.
Video | Así es el lugar donde encontraron el cuerpo de la odontóloga
En diciembre de 2006, Jorge Torres (36) y Marcela Basualdo (28) fueron hallados asesinados en la Reserva Natural de Punta Lara, cerca del canal de Villa Elisa. El caso también despertó una enorme conmoción en el país. Al hombre lo habían matado de un fuerte golpe en la cabeza. A su esposa Marcela la asfixiaron con una bolsa plástica ajustada con un piolín. Por los crímenes fue condenado Walter Olmos, un maestro mayor de obras que tenía una deuda con las víctimas. Le dieron 24 años de prisión.
Además de cuerpos masacrados, escopetas como las de Barreda y botines de robos, es común que también aparezcan autos y motos incendiados, pese a que existe un estricto puesto de control en el acceso a Villa Elisa.
Hace doce años el camino estuvo cerrado casi todo un día cuando hallaron el cuerpo de un hombre. No era para menos: hacía un mes que el testigo Jorge Julio López había desaparecido y muchos llegaron a temer que podría tratarse de él. Sin embargo, la pista resultó falsa. Se trataba de un hombre de entre 30 y 50 años que nunca fue identificado.
Se suicidó la pareja de Gisella Solís, la odontóloga desaparecida en La Plata
En enero de 2008, la Policía encontró a una pareja en el interior de un VW Gol. María Martínez, de 27 años, tenía tres tiros en la cabeza y su novio, Carlos Eduardo Rodríguez (29), uno. Por milagro, el chico logró sobrevivir.
Juan Carlos Martínez, un jubilado de 58 años, vivía en la misma calle que Gissella, aunque del lado de Ensenada: 127, entre 35 y 36. Otra casualidad es que su muerte fue investigada por la misma fiscal, Ana Medina. En septiembre de 2005 apareció calcinado en el Camino Negro. Lo sedaron, ejecutaron de un tiro en la cabeza y prendieron fuego en medio de la maleza de la vieja y abandonada ruta 19. Su mujer, Gabriela Cisneros; su exmarido, Sergio Castillo, y un expresidiario, Jorge Luis Cóceres, fueron condenados a prisión perpetua en 2009.