¿Temas de Estado? No, el jujeño demoró designaciones de
nuevos empleados nombrados por los legisladores y la entrega de pasajes aéreos
anudadas por su antecesor.
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Tlam
Un grupo de diputados kirchneristas transmitió al titular de la Cámara baja, Eduardo Fellner, su malestar por la demora en la autorización para las designaciones de los empleados nombrados por los nuevos legisladores y generó un revuelo interno en el oficialismo.
La situación mantuvo a varios empleados legislativos de planta transitoria sin cobrar sus sueldos de diciembre, que recién fueron percibidos en la primera quincena de febrero, según confirmaron diferentes fuentes legislativas. Los tiempos y el manejo de nombramientos, como así también la entrega de pasajes aéreos para los legisladores, fueron desde diciembre materia de tira y afloje entre las nuevas autoridades de la Cámara y los diputados kirchneristas.
Los choques dejaron traslucir paralelamente las diferencias políticas que atraviesan la bancada del Frente para la Victoria. La mayoría se encuentra alineada con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Fellner, en cambio, mantiene mejor diálogo con el asesor presidencial Juan Carlos Mazzón.
Frente a los reclamos de los legisladores, en el entorno del presidente de la Cámara contestaron que los pedidos de designaciones de empleados "a medida que se van enviando se están implementando". La polémica comenzó cuando Fellner, según confirmaron diferentes fuentes, desconoció acuerdos que había hilvanado su antecesor, el actual vicegobernador Alberto Balestrini con los legisladores.
"No estamos investigando a Balestrini", se atajaron hoy en el entorno de Fellner para evitar que el conflicto tome vuelo. Empleados legislativos confirmaron, sin embargo, que durante la nueva administración se congelaron designaciones en la grilla de la planta transitoria de personal que ya venía cumpliendo tareas el año anterior con diputados que aún continúan en ejercicio y que la vara usada para premiar y castigar tuvo condimentos políticos.
La pelea hizo que el mismo Balestrini tuviera que volver a la Cámara baja para apaciguar los ánimos entre los diputados de Buenos Aires. Entre las muestras de las desinteligencias que atraviesan el oficialismo a partir de sus diferencias internas se sumó esta semana las idas y vueltas en torno a la fecha de la sesión.
Mientras desde la conducción del bloque oficialista se informó a principio de la semana que la última y única sesión del cuerpo en extraordinarias sería el jueves, como se confirmó al final, desde la presidencia de la Cámara se dijo que sería el miércoles, cosa que nunca ocurrió.
