El viernes, tanto en los pasillos de la sede de Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) como en los del Senado bonaerense reinaba la seguridad de que la presidenta Cristina Kirchner firmará en los próximos días el decreto con el que le dará la presidencia de la entidad a Santiago Aragón, hombre de Gabriel Mariotto, –ex titular del organismo que controla a los medios, y actual vicegobernador bonaerense– y designará como su segundo a Ignacio Saavedra, que responde a La Cámpora y al secretario de Medios, Alfredo Scoccimarro.
Las designaciones reflejan el estilo de gestión del nuevo modelo K: con Aragón presidente, Mariotto mostrará un nuevo respaldo de Cristina, a la vez que Saavedra será el ariete expansionista de la organización que lidera Máximo Kirchner y de Scoccimarro que busca más espacio en todo lo que tiene que ver con medios, inclusive en la Afsca dominada por el mariottismo.
También implica cambios en la estrategia de la aplicación de la nueva Ley de Medios, una herramienta fundamental de la guerra del Gobierno con el Grupo Clarín.
Fuentes ligadas a La Cámpora aseguran que Saavedra, que dejó la subgerencia de noticias de Canal 7 a la que arribó tras ser desplazado de la Secretaría de Cultura durante la gestión de José Nun, busca quedarse con espacios en la Afsca, como la dirección de asuntos jurídicos que hoy está en manos de Graciana Peñafort, de íntima confianza de Mariotto, y el puesto de coordinador del organismo en el que trabaja Luis Lázaro.
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