Ex director de Universidad de Madres se siente tonto por buscar "un puto peso" con choripanes
<p>Así analiza Vicente Zito su paso por la institución a la luz del escándalo Schoklender. Al renunciar en 2003, dijo, temía por su vida. El rol de Hebe. <strong>Audio.</strong></p>
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Redacción de Perfil.com
"He decidido alejarme de la universidad para evitar las groseras provocaciones del administrador Sergio Schoklender". Con esas palabras el escritor Vicente Zito Lema renunció en 2003 a la Universidad Popular de Madres de Plaza de Mayo.
Incluso recordó que tras su alejamiento de la Universidad temió por su vida y por la de su familia.
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"Schoklender llegó por la ventana traído por la señora Hebe de Bonafini, un hombre a quien yo no conocía porque su historia no tiene nada que ver ni con la militancia política ni con la defensa de los derechos humanos", recordó.
El intelectual contó que llegó hasta “a vender choripanes” en la puerta de la Universidad de Madres para recaudar fondos.
"Me veo a la distancia casi como un niño tonto. Para juntar fondos porque no teníamos un puto peso los últimos meses habíamos puesto frente a la universidad un puestito para vender chorizos y hamburguesas. Yo vendía chorizos y hamburguesas", señaló.
"Recuerdo que me pide Hebe que escriba una carta a los alumnos pidiendo una colecta para ver si se podía pagar el alquiler. A los 4 o 5 días aparece el señor Schoklender diciendo que a partir de ese día teníamos un edificio de 11 pisos y 4 subsuelos. Yo creí que era como un chiste. Yo no creo en los milagros de que alguien de un día para el otro te pueda dar un edificio de 11 pisos. Entonces me negué a trasladar la Universidad", recordó.
“Hay algo relacionado con las pasiones humanas, algo que no puedo dejar de lado, lo insondable del alma humana. Alguien que pierde a sus hijos arrebatados a tiros en una lucha por cambiar el mundo logra desde un proceso psíquico muy extraño reemplazarlos en el amor por personas que habían matado a sus propios padres”, apuntó.
"Pero me pregunto hasta qué punto, teniendo ella un rol simbólico tan importante en la Argentina, cómo alguien se puede arrogar el privilegio de privilegiar (sic) las pasiones humanas por sobre la razón", concluyó.
