POLITICA
Vueltas de la política

Hace 10 años, Mauricio Macri, Solá y De Narváez se aliaban para vencer a Nestor Kirchner

En febrero de 2009 se reunieron en un hotel y sellaron un frente para las legislativas de aquel año. Lograron derrotar a los K y al poco tiempo se separaron.

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El frente formado por Solá, Macri y de Narváez duró lo que un suspiro. Pero venció a Néstor Kirchner. | Cedoc

"Este es un momento fundacional en el cual los tres hemos confluido para trabajar juntos por los problemas de la gente", afirmaba el ahora presidente de la Nación, Mauricio Macri, el 11 de febrero de 2009, junto a quienes iban a ser sus dos compañeros de ruta durante aquel año: el exgobernador de la provincia de Buenos Aires Felipe Solá y el empresario devenido en político Francisco De Narváez.

La alianza Macri - De Narváez - Solá duró un suspiro, pero dio como fruto un resultado electoral que cambiaría el rumbo de la política en el país. Luego de los éxitos electorales de 2003, 2005 y 2007, el kirchnerismo iba a ser derrotado por primera vez en las legislativas de 2009. “Perdimos por dos puntitos”, reconocería Néstor Kirchner a horas de la derrota en territorio bonaerense.

Si bien luego de esas elecciones el kirchnerismo se impondría en las de 2011, aquella primera caída fue histórica e inauguró un sendero de derrotas para el movimiento liderado por la expresidenta: salvo por la mencionada excepción, los K perderían el resto de las elecciones: 2013, 2015 y 2017. La triple alianza quedaría en la historia como la que le dio la luz de esperanza a la oposición de aquella época de que se podía vencer a Cristina.

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El momento en que salieron juntos a disfrutar la victoria contra Kirchner:

Antecedentes. No era la primera vez que Macri y De Narváez tejían un pacto electoral. De hecho, Unión- PRO, es decir, el sello que llevaron en 2009, ya los había acompañado en 2007, cuando el expropietario de Casa Tía se presentó como candidato a gobernador y llevó como su vice a Jorge Macri, primo del presidente. Aquella primera incursión fue negativa: la fuerza quedó tercera en la provincia con 14 puntos, muy lejos de los 48 que había obtenido el mandatario electo, Daniel Scioli.

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Solá, Macri y De Narváez sellaron su alianza en un hotel del centro porteño.

Ya desde entonces el tándem Mauricio Macri - Jaime Duran Barba comprendía que para darle carácter nacional al PRO era necesario hacer pie en el distrito donde vive casi el 40% de la población argentina. Y De Narváez no era suficiente. Pero apareció, como caído del cielo, un Felipe Solá desencantado con el kirchnerismo, debido a las secuelas que había dejado la batalla entre el gobierno de gobierno de Cristina Fernández y las entidades rurales. Solá fue uno de los diputados que votó en contra de la resolución 125, que aplicaba retenciones que eran rechazadas por “el campo”. Por aquella época, el legislador kirchnerista Carlos Kunkel le gritó “traidor hijo de puta” en medio de una sesión en la Cámara Baja.

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Años después, Solá reconocería que se juntó con los dos empresarios porque “no tenía un mango para hacer campaña y De Narváez sí” y que aquella alianza fue su único “error político grave”. “Fue una pésima experiencia”.

Las elecciones. A nivel nacional, el Frente Para la Victoria fue la fuerza que más votos obtuvo: con un 30,28%, seguida muy de cerca por el Acuerdo Cívico y Social (alianza entre radicales, centroizquierda y Carrió) que obtuvo un 28,8% y por Unión PRO con un 19,21%. El magro resultado global del macrismo era explicable para la época: el hoy presidente aún no lograba desarrollar una fuerza nacional. Sin embargo, había logrado clavarle un puñal en el estómago al kirchnerismo al vencerlo en la Provincia, sin siquiera presentar un candidato de su riñón.

Para ello fue clave la enorme campaña de marketing que desarrolló Francisco De Narváez, ya que el colombiano no solo utilizó todo su poderío económico en publicidades sino que tuvo una fuerte presencia mediática: su visita a Gran Cuñado (la parodia política que realizaba Marcelo Tinelli en Showmatch) tuvo una fuerte repercusión. Su imitador era el más “canchero” y el que tenía mayor llegada al gran público.

La lista de Unión PRO tenía a De Narváez como primer candidato a diputado nacional y a Solá como segundo. ¿Por qué un exgobernador aceptó un lugar secundario en la lista? Como él mismo reconoció, años después, porque el que contaba con la billetera para hacer campaña era su coequiper. ¿Cuál era la función de Macri en ese armado? Dar el visto bueno de un PRO que crecía en popularidad.

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Del otro lado había un Frente para la Victoria que jugaba todas sus cartas en la Provincia. En el primer lugar de la lista iba Néstor Kirchner. El segundo puesto lo ocupaba Daniel Scioli, quien se sabía que no iba a asumir ya que era gobernador. Fue el inicio de las candidaturas “testimoniales”. El top 4 era completado por la actriz Nacha Guevara, que tampoco asumió por razones aún no explicadas, y el entonces jefe de Gabinete, Sergio Massa (otro testimonial).

El kirchnerismo adelantó además las elecciones para junio, creyendo que esto le permitiría una ventaja competitiva. Nada de eso: el trío Macri- De Narváez- Solá se impondría en las elecciones legislativas.

Los ex aliados hoy. A la luz de los hechos, el más beneficiado por aquella alianza fue Mauricio Macri. El hoy presidente utilizó en diversas elecciones la estrategia de los frentes circunstanciales para desafiar a Cristina. En 2009 fueron De Narváez y Solá, y en 2013 Massa. En ambos casos, Macri ni siquiera tuvo que embarrarse. Bastó con dar su apoyo para obtener réditos en terreno bonaerense.

En 2015 la estrategia fue más allá: se juntó con los radicales y la Coalición Cívica en la Alianza Cambiemos. El resultado es el ya conocido por todos.

Solá, en cambio, no duda en decir que aquella foto de 2009 fue un error y hoy, 10 diez años después, parece acercarse al kirchnerismo nuevamente, en modo frente amplio peronista.

De Narváez, el gran vencedor de aquellas legislativas, se desinfló. Para 2011 ya estaba alejado del PRO y fue como candidato a gobernador en alianza con Ricardo Alfonsín: esta aventura política fue un enorme fracaso. Recientemente, brindó una entrevista al BA Times en la que se mostró crítico tanto de Macri como de Cristina. La gran aspiración del colombiano siempre fue ser gobernador de la provincia de Buenos Aires, dado que por su nacionalidad tenía la limitación de no poder ser presidente. Por ahora, sus aspiraciones a alcanzar el máximo cargo del distrito parecen bastante lejanas.