POLITICA
A cinco aos del 11-S

¿La decadencia del imperio?

Los atentados pusieron en evidencia las limitaciones de Estados Unidos como única potencia mundial. Los tropiezos en Oriente Medio reactualizan opiniones acerca de que puede haber llegado a su punto culminante.

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Los atentados del 11 de septiembre pusieron en evidencia las limitaciones de EE.UU. como única potencia mundial.
Los tropiezos de EE.UU. en Irak y Afganistán y los problemas que enfrenta en Oriente Medio junto con su aliado israelí reactualizan opiniones y análisis acerca de que la primera potencia del mundo puede haber llegado a su punto culminante y que estos hechos marcan el inicio del proceso de decadencia que todos los imperios sufrieron en la historia.
No hay ninguna certeza acerca de que EE.UU. haya entrado en un proceso de decadencia. Análisis similares se plantearon hace más de tres décadas a comienzos de los años setenta, cuando fue derrotado en Vietnam por las guerrillas del Vietcong.
Se planteaban entonces pronósticos de un mundo multipolar, donde EE.UU. compartiría el poder con la Europa Unida, Japón, China y la URSS. Pero no pasaron dos décadas cuando el derrumbe de esta última dejó un mundo con una única potencia mundial, caracterizada por los politólogos franceses como la “hiperpotencia”.
La globalización hace que EE.UU., siendo un cuarto del PBI mundial, con sólo el 5% de la población, genere dos tercios del crecimiento total. Nunca en la historia el mundo dependió tanto de este país para su bienestar, pero a la vez nunca fue tan odiado y tanta gente quiso que le fuera mal.
Hoy se pone de manifiesto una crisis en su imagen y credibilidad y se evidencia que su poder militar (concentra el 40% del gasto en defensa mundial) tiene límites.
La economía norteamericana sigue siendo muy vigorosa y sin su crecimiento las economías del Asia, que siguen ahorrando en dólares y en bonos del Tesoro, se frenarían. En lo social, más allá del conflicto migratorio, la sociedad norteamericana sigue mostrando una capacidad de inclusión (dos de cada diez norteamericanos pertenecen a minorías) mucho más alta, no sólo que Europa sino también que China, Japón, Rusia o India.
Pero es en el campo educativo, científico y tecnológico donde la ventaja mundial de EE.UU. es más grande y por ahora irreversible. De las diez mejores universidades del mundo, ocho son norteamericanas (las otras dos son británicas). Esta es la ventaja más relevante, que no cambiará en el corto ni en el mediano plazo, y que asegura que la primera potencia del mundo no ha entrado en la fase declinante en su rol como “superpotencia” o “imperio”.
Lo que sí sucederá con una nueva administración, sea republicana o demócrata, es que seguramente el país entrará en un ciclo de mayor aislamiento, comprometiéndose menos con los conflictos internacionales. Por esta razón, habrá que diferenciar lo que puede ser un repliegue de EE.UU. en el mundo del inicio de su decadencia, que algún día vendrá, pero en mi opinión no todavía, pese a que hasta el día de hoy, la “guerra contra el terrorismo” parece haberle dejado más costos que beneficios en el plano mundial.

*Director del Centro de Estudios Nueva Mayoría.