Después de la desaparición de
Jorge Julio López, quien testificó como parte de la
querella en el juicio contra el represor Miguel Etchecolatz, el gobernador bonaerense
Felipe Solá firmó un decreto para crear un
"Programa de Vigilancia y Atención de Testigos en Grado de
Exposición" para la Provincia.
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El gobernador bonaerense Felipe Solá firmó un decreto de necesidad y urgencia en el que se establece la creación de un "Programa de Vigilancia y Atención de Testigos en Grado de Exposición".
El objetivo principal del plan, que surgió como consecuencia de la preocupación que generó en el Gobierno la desaparición de Jorge Julio López –un testigo clave en el juicio contra el ex policía Miguel Etchecolatz-, es proteger a las personas cuyas declaraciones resulten fundamentales en procesos penales y que se encuentren en una situación de peligro objetivo.
El decreto fue consensuado tras la reunión que Solá mantuvo ayer con el ministro del Interior de la Nación, Aníbal Fernández, y el ministro de Seguridad Bonaerense, León Arslanián y servirá para coayudar y cooperar con un plan similar implementado por la Nación. Contará con la asistencia financiera del gobierno nacional y los recursos humanos y logísticos que aporta la Provincia.
Para ser beneficiario del programa, el fiscal de la Cámara Federal y/o del Tribunal de juicio de que se trate, deberá suministrar el nombre y otros datos de individualización del testigo a considerar.
Además, deberá contarse, en todos los casos, con el consentimiento escrito del beneficiario y consignarse el lapso por el que se solicita la medida, detallaron fuentes gubernamentales.
El programa brindará a cada testigo un dispositivo de seguimiento informático que suministre en forma continua su localización, con alerta de pánico y un teléfono celular que le permita la comunicación las 24 horas con un Centro de Monitoreo.
También ofrecerá asesoramiento y mejoramiento de las condiciones de seguridad del lugar adonde vive el testigo.
