POLITICA
politica y fuerzas de seguridad

Un negocio narco cuyos tentáculos se extienden mucho más allá de Aníbal

Las bandas que traficaban efedrina tenían nexos directos con las fuerzas de seguridad y el poder político.

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Diario Perfil - Galera de Imgenes | Dyn

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quedó en el centro de la escena tras la acusación de Martín Lanatta, un hombre que tenía acceso a su entorno y que le apuntó como cómplice el tráfico de efedrina y del triple crimen de General Rodríguez. A continuación, los puntos neurálgicos del poder que toca el negocio de esta materia prima para drogas sintéticas:
 
◆ Aníbal Fernández. Martín Lanatta está condenado a cadena perpetua por los asesinatos de Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón. El triple crimen se enmarcó en una pelea de bandas por el negocio de la efedrina. Lanatta es de Quilmes, trabajaba para el Registro Nacional de Armas (Renar) bajo el mando de Andrés Meizsner, ahijado político de Aníbal F. Su contacto directo en el organismo controlado por Fernández era Alejandro Giancristóforo, a quien Aníbal F. admite como miembro de su entorno. En 2008, Giancristóforo y Lanatta hablaron 668 veces. Ese mismo año, Giancristóforo habló 25 veces con un teléfono de Aníbal Fernández.

◆ Policía Federal, SIDE y Policía Bonaerense. La investigación judicial probó que los autores y las víctimas del triple crimen tenían nexos directos con policías bonaerenses, la Federal y SIDE. Forza, Bina y Ferrón incluso cruzaron la Triple Frontera en un auto que está a nombre de la Secretaría de Inteligencia. Había cobertura policial a cambio de sumas de dinero. Los investigadores creen que los acusados contaron con la ayuda de mano de obra profesional.

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◆ Sedronar y Santa Cruz. La efedrina fue comercializada principalmente por dos bandas. Una de ellas, liderada por Alfredo Abraham –condenado en 2014–, allegado al ex jefe de la Sedronar –organismo antidrogas–, tuvo vínculos comerciales en Santa Cruz. Mario Segovia, desde Rosario, fue otro de los reyes de la efedrina, gracias a que la Sedronar lo habilitaba a comprar esa sustancia con el nombre de un testaferro.