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La producción de lana y carne de oveja está seriamente complicada: hay crisis por falta de precio, inflación y la sequía

Desde Santa Cruz, plantean las dificultades que tiene la actividad ovina. No hay mercado. El precio de la lana cayó de 6 a 4 dólares por kilo, y la carne se paga a 1.500 pesos por kilo, mientras que producirla cuesta unos 2.500 pesos.

Ovinos 20220916
Ovinos | Cedoc Perfil

La producción ovina y lanar en el sur patagónico enfrenta un momento muy difícil. El precio internacional de la lana cayó a la mitad en los últimos meses por la sobreoferta generada por países como Australia con bajas de 6 a 4 dólares en pocos meses, cuestión que inmovilizó el mercado mundial.

A esto se le suma problemas domésticos, como la falta de un tipo de cambio competitivo para el productor ovino, que respondió en los últimos años con la caída de un 30% en los rodeos de ovejas. Otra gran complicación para la actividad es la competencia que le genera el guanaco por los pocos pastos que subsisten pese a la continuidad de una fuerte sequía. Las precipitaciones cayeron a la mitad en el último año.

Miguel O'Byrne, del Instituto de Producción de la Ganadería de Santa Cruz y actual vocal de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), explicó que la crisis que enfrenta el sector ovino, por cuestiones como la falta de un tipo de cambio competitivo, la inflación en insumos dolarizados, la continuidad de la sequía y la competencia que genera el guanaco, se agrega el parate que reporta el mercado internacional de la lana, del que depende el 70% de la producción generada en Santa Cruz.

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"Hace dos años, la lana merina de 20 micrones, valía 6 dólares por kilo, y hoy se pagan 4 dólares. Además, la cotización para el productor local es de 350 pesos al dólar oficial, que liquida la exportación, y de entre 480 a 500 pesos, con el mix que ofrece un dólar diferencia. Pero el esquema con diferencial cambiario para la exportación rige del 24 de octubre al 17 de noviembre, y los bancos tardaron siete días en definir este mecanismo, y el exportador y productor lanero solo que quedan un plazo de 15 días efectivos para llevar adelante la liquidación.  Así el impacto (positivo) es prácticamente nulo. Por ello, hay que darle al sector ovino un mayor plazo de tiempo, al menos de seis meses o hasta un año", explicó O'Byrne en diálogo con “Aire de Campo”, de radio Perfil.

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Ovejas

Mal clima

"No hay pastos en Santa Cruz, continúa la sequía, no hay cambios en el clima. Hay dificultad para contar con forraje, ya que en el último año, solo precipitaron 100 milímetros, por debajo de los 200 habituales. Esto lleva a una reducción en la ganadería ovina, los rodeos han ido en retroceso en un 30% en los últimos años”, explicó.

O’Byrne comentó también la problemática que enfrenta el sector por la falta de precio, por la inmovilidad que presenta el mercado internacional de la lana y carne de ovejas. Comentó que “en Chile y Uruguay, los productores reciben un dólar pleno, solo necesita una conversión. Mientras que el productor argentino en lugar de cobrar entre 850 a 1000 pesos, como sería el dólar libre, recibe un valor de 350 pesos por dólar, según el valor oficial. Este es el que traslada el exportador. Al tiempo que los insumos, como insumos veterinarios o el alambre, se ajusta al dólar libre: es un espanto lo que pasa”.

Agregó que “los gastos suben violentamente mientras que los ingresos del productor suben en base a un tipo de cambio que no se sabe cómo se ajusta, esto en el marco de una sobreoferta en el mercado internacional de la lana y la carne ovina, que inmoviliza el mercado. La oferta de Australia bajó a la mitad los valores de mercado: por eso, el cordero se paga a 1.500 pesos para la exportación, cuando al productor producirlo le demanda un precio de 2.500 pesos”.

Problemas: falta de pasto y el guanaco

Al evaluar la situación climática en el sur patagónico, y en especial en la provincia santacruceña, con un clima marcadamente seco en los últimos tres años, O'Byrne explicó que "no hay impacto del efecto Niño, tal como se pensaba. Viene mal la cosa y no hay pasto en Santa Cruz".

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"Hace muchos años, hay déficit de agua en Santa Cruz, y estamos con niveles por debajo de lo normal. En el distrito, hay productores que tienen registros de menos de 100 milímetros de precipitación anual. Lo que plantea un escenario de desierto. Las plantas viven con muy poca agua pero si bien la media provincial, ronda los 200 milímetros anuales, hoy contamos con valores por debajo de 100 milímetros".

Añadió que "por ello hay un retroceso muy grande en lo que es la producción de forraje. Por ende, hay una reducción muy grande de animales en los rodeos ovinos, y si bien hay algunos vacunos, hay un fuerte retroceso en la ganadería en los últimos años: el stock bajó en ovinos un 30%. También tiene su efecto el aumento fenomenal de los guanacos en la región".

Sobre la problemática que ofrece el crecimiento de la población de guanacos, O'Byrne comentó que "es un tema difícil de resolver, ya que cuando comenzó a crecer la población, no hubo un plan de control de base, y hoy estimamos un número cercano a 3 millones de ejemplares, superior a los 2 millones de ejemplares ovinos o lanares. Por ello, es muy difícil hoy en día pensar en un plan de cómo controlar la especie".

Según el especialista, el aprovechamiento de la carne de guanaco "difícil", por la complicación que propone la promoción de un desarrollo comercial y logístico, además de gestar un posicionamiento de los cortes que ofrece este animal, que comienza a crecer lentamente su consumo en Santa Cruz y que debería también programar el abastecimiento de otros distritos cercanos y grandes ciudades argentinas. "Falta visión, planificación estratégica y conocimiento para dar solución a estos temas", aseguró O'Byrne.

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"El crecimiento del guanaco se manifiesta más en Santa Cruz. Donde hace quince años atrás no se esperaba que pasara pero cuando surgieron las alertas, no se lo tomó en serio y hoy se salió de las manos. Es grave, ya que el suelo santacruceño es un desierto, y las plantas nativas son extremadamente frágiles. Si no se controla el pastoreo lo único que se hace es generar suelo desnudo y sobrepastoreo", dijo.

Atento a la previsión a futuro, el referente del Instituto de Producción de la Ganadería santacruceña explicó que "la visión al 2030 y al 2050, en cuanto a impacto ambiental o objetivos en cuanto a equilibrio de carbono, si estos temas no se logra encaminar, lo que va a terminar siendo Santa Cruz es un desierto volado. Sin ovejas ni ovejeros, solo un desierto. El rodeo de ovejas se puede reducir, pero sin un plan de intervención en el caso guanaco, no se va a lograr y vamos a generar un desastre, tal como el que ya se registra en la provincia".

Plan Lanar 2

O´Byrne aseguró que el Plan Lanar 2 surgió de una solicitud de los productores patagónicos para "compensar deficiencias" y allí, estimó, que el gobierno nacional promovió un programa de asistencia tras "comprender que hay un problema serio a raíz de la sequía, emergencia, malas producciones y abandono de territorio y campos. Aunque en vez de atender y corregir el principal problema, que es el tipo de cambio, ya que el 70% de la Patagonia vive de la lana, y esta está marcada por su precio en dólares. Sin correcciones cambiarias, se avanzó con un programa de compensación llamado Plan Lanar: esto compensa algo a pequeños y medianos productores".

"Este año, con una inestabilidad financiera y política, muchos productores esperaron, no vendieron la lana a la espera del resultado de las elecciones y conocer si hay cambios en el tipo de cambio. Hay allí una serie de cosas especulativas pero la gran mayoría de los productores medianos y chicos tienen que vender si o sí, y se han enfrentado con la situación de que el mercado internacional de la lana está totalmente parado hace más de seis meses y no pueden vender", explicó.

 

Gi