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Cristina, la mejor aliada de JxC

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En Miami. Macri fue el viernes a ver a la Selección con el empresario Macfarlane. Y hubo selfies. | redes sociales

“Esa cumbre no va a existir”. Aunque en tribunas públicas amigas sus reparos fueron más elegantes, en privado Mauricio Macri rechazó cualquier posibilidad de reunión con Cristina Fernández de Kirchner. Conveniente y simplificadamente, ambos se entrecruzan las culpas de todos nuestros males. Y así seguirá siendo: la confrontación los potencia.

A tres semanas del intento de asesinato a la vicepresidenta, poco y nada queda de los iniciales amagues ante la conmoción del hecho respecto a que se abriera algún canal de acuerdos básicos.

No hizo falta gran cosa para que la construcción de algún puente de diálogo se frustrara antes de empezar. Aunque no fue ella ni La Cámpora, gente que se atribuye cercanía agitó en la semana los vínculos laborales con legisladores PRO de dos abogados que defienden al líder de “La banda de los copitos”. También desde esas usinas azuzaron el supuesto rol de la Policía de la Ciudad en liberar la zona o en hacer inteligencia, algo que no aparece en ninguna línea de la investigación judicial, siquiera como hipótesis.

El halconismo de JxC hizo su contribución a que la tregua fue efímera. Primero, con cierta desconfianza a la verosimilitud del magnicidio. Luego, a señalar su utilización política. Y más recientemente, a que el ataque fue obra de “un grupo de loquitos”, como señaló el propio Macri.

Kirchneristas y macristas se potencian confrontando, no acordando

La escalada para dinamitar cualquier intento de acercamiento se aceleró por partida doble en menos de 24 horas. Es el lapso que transcurrió entre la aprobación del Senado del proyecto para ampliar a quince integrantes la Corte Suprema (una idea fija de Cristina, con votos afirmativos impensables hace dos meses) y el alegato de CFK en el juicio oral por la obra pública en Santa Cruz.

“Nos había puesto en una posición incómoda si rechazábamos dialogar, así que todo esto nos saca esa mochila: no tiene sentido hablar con ella”, admite una fuente cercana al ex presidente, que el viernes a la noche disfrutó en el Hard Rock Stadium de Miami el triunfo de la Selección de fútbol. Flanqueaban a Macri el ex tenista Gastón Gaudio y el empresario Alejandro Macfarlane.

La centralidad de la vicepresidenta (mientras el Presidente asume su rol meramente protocolar con un viaje intrascendente a Nueva York y Houston, acompañado por medio centenar de personas) no solo alivia y le da aire a Macri, sino que además contribuye a cohesionar a un JxC cada vez más convulsionado en sus internas.

Lo más evidente es la disputa por las candidaturas. Breve paréntesis al respecto. Uno, ya se trabaja en la oposición en el armado de una primaria abierta si el FdT avanza en suspender las PASO. Dos, un grupo muy reducido de dirigentes no descartan que deban prepararse además para un posible adelantamiento electoral nacional.

Si bien las postulaciones se llevan todas las miradas y el morbo, pues incluyen operaciones mediáticas subterráneas y no tanto, en JxC lo que está realmente en pugna es qué hacer y con qué sustento político si vuelven a la Casa Rosada en 2023, como hoy marcan todas las encuestas, aún las que paga el Gobierno.

Dos presidenciables del FdT y de JxC se reunieron en secreto. Es posible otra convivencia

Para el sector halcón, hay que acompañar y acentuar el discurso de época, el de la dureza y la intransigencia. Por eso se permiten proponer cerrar o vender Aerolíneas Argentinas. La misma suerte correrían la agencia Telam y la TV Pública, entre otras áreas en poder del Estado. Cambiar más rápido y más profundo, como reza el versículo macrista.

Entre las palomas opositoras cunde un leve corrimiento hacia estos extremos, al compás del acompañamiento de una parte de sus posibles votantes. Sin embargo, claman porque el verdadero halconismo hoy es el lograr acuerdos viables con gran parte del peronismo para poder avanzar en una gestión política y económicamente sustentable ante un recambio en la gestión.

“Por ejemplo, no creo que Sergio (Massa) o la CGT vean bien que un gremio tome el Ministerio de Trabajo o bloquee durante meses las fábricas de neumáticos”, dice un importante dirigente de JxC, como forma de argumentar que hay necesidades e intereses que pueden hacer coincidir a distintos espacios en apariencia distantes.

Acaso de esas coexistencias posibles hayan hablado en una reunión muy reservada dos aspirantes presidenciales, invitados por un empresario a su confortable y cálida casa de la zona norte del Conurbano. Uno del FdT. Otro de JxC. Con el fin de no exacerbar los extremismos de ambas coaliciones, por ahora se mantendrá el secreto.