La decisión de no desdoblar las elecciones en la provincia de Buenos Aires libera al PJ de una angustia reciente, pero no de la que arrastra desde el 2011: la dependencia electoral de los intendentes con Cristina Fernández de Kirchner. La ex presidenta podría ser la gran protagonista de la campaña si Cambiemos confirma que la enfocará en comparar al kirchnerismo con la Venezuela de Maduro. Lo que desafía la candidatura presidencial de Sergio Massa. El recrudecimiento de la polarización es una amenaza para los pocos alcaldes del Frente Renovador.
Julio Zamora podría iniciar el proceso migratorio hacia Cristina. Zamora es el intendente de Tigre.
Un riesgo que Massa pudo haber evitado con el desdoblamiento. También evaluar postularse a gobernador y la disyuntiva que eso conlleva. Hacerlo con ella o el PJ Federal. El mismo debate abierto entre los jefes comunales con los que intenta empatizar. No es que esas opciones de escenarios posibles no existiesen antes. La diferencia es que los potenciales conflictos de cada uno permanecieron en suspenso mientras duró la expectativa de adelantar los comicios bonaerenses.
María Eugenia Vidal se convenció de su inviabilidad tras dialogar con Mauricio Macri el fin de semana pasado en la residencia de Olivos. El Presidente no la rechazó. Pero delegó una respuesta al resultado de la reunión que el 29 de enero la gobernadora compartió con Marcos Peña, Horacio Rodríguez Larreta, Federico Salvai y Jaime Duran Barba. Vidal les adelantó la decisión, después de una semana cargada de versiones sobre las supuestas presiones que habría ejercido para dejar sin efecto el desdoblamiento.
Aunque no se privó de defenderlo en una reunión acalorada.
Acaso por los cortes de luz con temperaturas tropicales que condicionó el protocolo de cordialidad habitual en el PRO. O quizás también por las vísperas de un nuevo reajuste en el servicio eléctrico.
Motivo para que la opinión pública haga catarsis contra la calidad de esa prestación. Particularmente en el Conurbano.
Talento. El gobierno bonaerense hace una distinción entre la oposición a ese proyecto de Peña y la del consultor ecuatoriano. En particular por el entusiasmo que despierta en Duran Barba la combinación de juventud y reivindicación de género simbolizados por un reducido núcleo del PRO. Básicamente, Vidal y Carolina Stanley. Lo que le provoca alguna incomodidad. No solo porque la vigencia de esos valores en la opinión pública opacaría el talento político que percibe Macri en su jefe de Gabinete, como no lo hace ningún otro.
Diego Bossio duro con Vidal: "Eligió bancar el ajuste de Macri"
También porque Peña es la cara visible de las políticas de comunicación más controvertidas que diseña Duran Barba. La ocasión se presta para alimentar suspicacias. Por primera vez dirigirá una campaña en la provincia de Buenos Aires dedicada a defender un área sensible de la gestión de Vidal. Podría haber otras si Cristian Ritondo deja el Ministerio de Seguridad para integrar la lista de diputados bonaerenses con la garantía de presidir la Cámara Baja en el Congreso.
¿Sucedería Guillermo Montenegro a Ritondo? El PRO debería lograr el consenso del resto de los candidatos a intendentes en Mar del Plata, donde tendría lugar por ahora, la única primaria de Cambiemos en la Provincia para resolver la sucesión de Carlos Arroyo en la intendencia. Eso implica una negociación en la UCR entre Vilma Baragiola y Maxi Abad. Y otra con el vecinalismo de Arroyo.
Con la candidatura de María Fernanda Raverta, el kirchnerismo podría contribuir a que el oficialismo retenga el Gobierno. Aunque es probable que la diputada nacional cumpla el mismo rol asignado por Cristina a otros delegados de La Cámpora. Instalarse en sus distritos y acordar con caudillos locales. El mandato de Raverta vence este año.
También el de Andrés "Cuervo" Larroque, afincado hace dos años en City Bell. En 2013 lideró el caótico voluntariado de Alicia Kirchner para asistir a La Plata en las inundaciones. El resultado del operativo frustró que la ministra de Desarrollo Social sea primera candidata a diputada nacional por el Frente para la Victoria. El mismo significado tuvo para el ministro del Interior y Transporte el descarrilamiento de una formación ferroviaria en Castelar. Florencio Randazzo fue el segundo en declinar esa oportunidad.
Providencia. Eso convirtió a Martín Insaurralde en el candidato providencial derrotado ese año por Massa, a quien asesoraba Alberto Fernández. El ex jefe de Gabinete de Cristina volvió a servir a su antigua superior e intenta un acercamiento con Massa. ¿Los elogios a Axel Kicillof son una condición impuesta para ese plan? Fernández lo calificó de “fenómeno a tener en cuenta.” Lo hacen los intendentes del PJ.
Que el ex ministro de Economía les sea impuesto de candidato a gobernador genera inquietud en Insaurralde y Verónica Magario, en disputa por el liderazgo del PJ. El de Lomas de Zamora desea incluir en el segundo término de la fórmula un alcalde de su entorno. Es una demostración de fuerza para no perder consideración de Cambiemos en la Legislatura bonaerense. A través de Fernando Espinoza, La Matanza persigue lo mismo.
Macri y los intendentes del PJ quedaron como los "ganadores" de la decisión de Vidal
Con la sanción del Presupuesto, Cristina demostró que puede alcanzar acuerdos con el oficialismo. El rol legislativo le permitió a Massa impedir la fuga de intendentes. El reingreso al kirchnerismo lo obligaría a resignar predicamento sobre ellos frente a Cristina. Tal vez por temor a esa situación dilata un encuentro con Zamora.
El de Tigre pretende advertirle que el entendimiento con Unidad Ciudadana en el Concejo Deliberante tendrá continuidad electoral. El Frente Renovador (65 mil) perdió las elecciones del 2017 con Cambiemos por 14 mil votos. Unidad Ciudadana obtuvo 61.500. Es difícil que sea el camino seguido en Villarino, General Pinto, General Las Heras, Necochea, Chascomús y San Miguel del Monte.
Allí predomina la actividad agropecuaria, donde persisten los reparos con Cristina. No en el Conurbano.
En Lomas de Zamora, sondeos oficiales la ubican con una intención de voto del 43%. Medida con Insaurralde desciende a 40. Vidal ronda 35 puntos. Una explicación objetiva a la euforia peronista por la caída del desdoblamiento.
