CULTURA
Vínculo epistolar

“Te quiere, Boy”: qué dicen las cartas que el polémico autor de “Charlie y la fábrica de chocolate” se enviaba con su madre

Se trata de la correspondencia que Roal Dahl que por primera vez se edita en español. En el libro se incluyen fotografías y documentos del escritor.

Roal Dahl y su obra
Roal Dahl y su obra | Agencia Afp y Cedoc Perfil

La obra de Roald Dahl se reinventa y conquista nuevas infancias. Su libro Matilda fue convertido en un musical, incluso esta adaptación se presenta en el teatro porteño Gran Rex. Recientemente se estrenó Wonka, inspirada en el personaje de otro de los libros de Dahl: Charlie y la fábrica de chocolates. Por eso genera entusiasmo la posibilidad de poder leer en español la correspondencia que mantuvo con su madre reunida en Te quiere, Boy.

Roal Dahl y su obra

El volumen epistolar incluye fotografías y documentos de la vida familiar del autor y las 600 cartas que le envió durante cuatro décadas a su madre, Sofie Magdalene. Esta correspondencia fue compilada por la editorial Gatopardo Ediciones y fue traducida por Edgardo Scott y Mariana Sández, y la curaduría y selección es de Donald Sturrock.

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"Te quiere, Boy" es una invitación a atestiguar “el nacimiento de un narrador prodigioso, sino también ahondar en las claves biográficas de su universo de ficción: el rechazo a la autoridad, una imaginación disparatada, la ausencia de moralina y una irreverencia contagiosa", detalla la editorial.

Las cartas de Dahl recopilan su educación en un estricto internado -algo de lo que inspiró a la creación de la villana de Matilda-, los primeros pasos en el mundo de la literatura, el accidente en avión que sufrió en Egipto, su colaboración con Walt Disney y su experiencia en el mundo de la diplomacia en Washington.

Roal Dahl y su obra


"Yo tenía mucho interés en que se pudiese leer en castellano, quería que se conociese mejor el origen de su obra. Complementa muy bien los relatos sobre su vida que constituyen Boy y Volando solo", detalla Mariana Sández, prologuista del volumen, citada en El Mundo. "Ya sea para entrar en la obra de Dahl o para profundizar en ella, creo que los lectores quedarán tan fascinados como yo".

A su vez, Donald Sturrock, editor del libro y biógrafo de Dahl, contó que en las cartas aparecen sus ocurrencias sobre "las divertidas excentricidades de los adultos", "los absurdos hábitos de sus maestros de escuela" y los "detalles cómicos".

Las polémicas en torno a Dahl

Durante su vida el escritor no ocultó su misoginia, racismo y antisemitismo. En 1983 le dijo a la revista británica New Statesman: “Los judíos tienen un rasgo de carácter que suscita animadversión. Tal vez sea su falta de generosidad hacia los no judíos. Detrás de todo ‘antialgo’ siempre hay alguna razón. Ni un canalla como Hitler se las agarró con ellos sin tener algún motivo".

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A raíz de esto, reeditaron sus libros revisando huellas de esta discriminación que manifestaba el autor, sin embargo, también circula la edición de los libros tal cual fueron escritos.

La vida de Roal Dahl

Roal Dahl vivió la muerte de su hermana menor y la de su padre cuando solo tenía tres años. Su madre lo envió a la estricta escuela de la catedral de Llandaff en Gales, Reino Unido. A los nueve años fue enviado a St. Peter's School, un colegio privado en la ciudad costera de Weston-super-Mare, a la que asistió desde 1923 hasta 1929 y desde los trece años, fue educado en Repton School, en Derbyshire, donde fue ayudante del prefecto.

Roal Dahl y su obra

Trabajó en una empresa petrolífera británica en Tanzania y en 1939 se unió a la Royal Air Force. Fue en 1940 cuando sufrió el accidente aéreo en Egipto Ren el que se fracturó el cráneo, se rompió la nariz y permaneció ciego durante ocho semanas.

Su vida de escritor comenzó en Washington en 1942, se casó con Patricia Neil y mantuvo esa relación durante 30 años con quien tuvo cinco hijos.

Su primer libro para niños fue Los gremlins, a pedido de Walt Disney, pero nunca se llevó al cine.  A este le siguieron Charlie y la fábrica de chocolate, Matilda, James y el melocotón gigante, Los Cretinos y Boy, donde cuenta su infancia.

También escribió cuentos para adultos que se publicaban en Ladies Home Journal, Harper's, Playboy y The New Yorker y que luego fueron reunidas en antologías. En 1990 murió de leucemia en Buckinghamshire a los 74 años.
 

RB / Gi