El Banco Central analiza en estos días las comisiones que cobran los bancos a sus clientes por sus servicios. Luego de avalar la participación de los empleados bancarios en las ganancias y de insistir esta semana con que se vuelque más crédito a la actividad, el Gobierno impulsa otra medida que hará rezongar a las entidades financieras: “Ir hacia un camino de convergencia en las comisiones, sobre las que seguimos observando una gran dispersión”, dijo una fuente del ente monetario. En definitiva, las autoridades económicas buscarán propiciar una baja en las comisiones más altas para emparejar todo el arco de cobros al cliente.
El análisis caso por caso de los técnicos de la entidad presidida por Alejandro Vanoli, llega en momentos en los que se pide mayores esfuerzos al sector mediante la ampliación de la Línea de Crédito para la Inversión Productiva y junto con el primer acuerdo en paritarias por el cual los trabajadores accederán a parte de las ganancias de los bancos. Todo luego de que en el primer trimestre las entidades se anotaran importantes utilidades pagando plazos fijos al 20% y cobrando tasas por Lebacs de más del 27%.
Análisis. Al graficar las comisiones que las entidades cobran por un producto o servicio puntual, en el Central todavía observan grandes diferencias que no lograron corregirse pese a los cambios en los métodos de aprobación de subas que tuvieron lugar en los últimos años.
La primera intervención con impacto estuvo en manos de Mercedes Marcó del Pont en enero de 2013, cuando impuso un límite de 15% de aumento cuando las mediciones privadas de inflación marcaban 25% y dispuso la obligatoriedad para que los portales bancarios publiquen los costos de los productos.
Posteriormente, bajo el mandato de Juan Carlos Fábrega, la fórmula viró hacia pedidos individuales que debían argumentarse a partir de una suba de costos para poder ser aprobados. Por entonces, en los bancos reinaba la incertidumbre sobre las demoras de la entidad para responder a sus pedidos.
En el esquema actual, las revisiones semestrales previstas que comprenderán aumentos de un máximo de 20% anual, si bien tendrán en cuenta la justificación sobre el aumento de los costos, se llevarán a cabo con el criterio de que esos valores tiendan a igualarse entre iguales productos, en lo posible, en el mediano plazo. Y esto alcanza no sólo a los productos básicos, sino también al resto de las comisiones a los usuarios de servicios financieros.
De acuerdo con datos del sector privado a los que accedió este medio, las diferencias entre los cobros alzan hasta 80% en una caja de ahorro. De la misma forma, las diferencias pueden llegar a 120% en la renovación anual de una tarjeta de crédito premium.
“Una mancha más”
“Es sólo una medida más en la larga lista de limitaciones que el Central impuso a la obtención de utilidades de los bancos”, responde el ejecutivo de un banco sobre los cambios en estudio para las comisiones, una especie de nueva sintonía fina de los bancos.
En ese sentido, recordaron que el mayor impacto llegó cuando en junio de 2014 la entidad monetaria impuso límites a las tasas que los bancos cobran por las líneas de tarjetas de crédito y préstamos personales. Desde entonces, en el Gobierno remarcan que el sector financiero fue uno de los que presentó mejores resultados en los últimos años. En palabras del ministro de Economía, Axel Kicillof, “no les decimos que pierdan plata, sólo que ganen un poquito menos”.