ECONOMIA
Congelamiento de precios

El Gobierno define esta semana el “Plan Otoño” para bajar la inflación

El Poder Ejecutivo implementará nuevas medidas con el objetivo de promover un descenso en el aumento de precios. Algunas decisiones podrían generar polémica con varios sectores.

Inflación en alimentos.
Inflación en alimentos. | CEDOC

El Gobierno está delineando por estas horas medidas adicionales para contener la inflación y generar condiciones de mayor estabilidad en los precios y a la vez se busca seguir apuntalando la actividad económica frente a los graves efectos de la pandemia, todo dentro de lo que se ha denominado en la jerga económica como el “Plan Otoño”.

En el transcurso de la semana pasada y especialmente en estos últimos días, se sucedieron diversas reuniones de funcionarios del gabinete económico, tras tener datos “preocupantes” de la evolución de los precios en el mes de abril, cuya inflación se ubicaría en un piso del cuatro por ciento.

Hay que considerar que la inflación del primer trimestre se situó en el 13 por ciento y que se complicada cada vez más el cumplimiento de la pauta establecida por el Poder Ejecutivo de un 29 por ciento para todo este año, meta que muchos economistas ven como imposible de alcanzar.

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El Gobierno evalúa subir retenciones y en el campo amenazan con otra 125

En principio, el “Plan Otoño” que está analizando el Ejecutivo se basaría en las siguientes medidas:

  • Congelamiento. Congelamiento de una lista de 120 productos por unos seis meses. El tema ya fue consensuado con las empresas y algunos ejecutivos pusieron reparos, pero esta semana quedaría cerrado el acuerdo.
  • Tarifas. Las tarifas de servicios públicos, especialmente electricidad y gas, tendrían sólo un incremento del seis por ciento y luego un virtual congelamiento hasta fin de año.
  • Retenciones. Este es un tema notablemente sensible tanto en lo político como en lo económico, pero en principio se analiza un incremento de dos puntos porcentuales en las retenciones que se le aplican a la exportación de soja, trigo y maíz. El esquema quedaría con una imposición del 35%, 15 y 15% respectivamente, pero se sigue evaluando.
  • Continuidad de los programas de precios. Está asegurada la continuidad del programa Precios Cuidados. En el Ejecutivo también quieren que continúe el plan denominado Precios Máximos, pero las empresas con una posición más dominante han advertido que no es compatible con la idea del congelamiento de 120 productos.
  • Ampliación de los planes de asistencia. Tal como va la pandemia, en el Ejecutivo no descartan que si se amplían las restricciones, habrá una mayor cobertura económica para los sectores afectados. No se quiere hablar de un nuevo IFE o ATP, pero claramente se está analizando una mayor asistencia y su impacto económico.
  • Beneficios tributarios. Se extenderían los beneficios tributarios que se implementaron desde el inicio de la pandemia para aquellos sectores muy golpeados, especialmente pymes.
     

Si bien dentro del gabinete económico decidieron mantener un perfil sumamente bajo con respecto a las medidas que se están analizando, en Casa de Gobierno se resalta que ese plan de decisiones estará sujeto también a cómo vaya evolucionando el terrible rebrote de la pandemia en el país.

“Si vamos a mayores restricciones sin dudas que se implementarán decisiones que van a darle una ayuda o un alivio a la gente”, recalcó una de las fuentes de Gobierno consultadas.

 

 

Un tema polémico

 

Con el capítulo retenciones, algo que incluso fue admitido la semana pasada por la propia Paula Español, secretaria de Comercio Interior, en el Gobierno consideran que un leve incremento de las mismas no afecta la ecuación económica de los productores rurales, permite actuar como un factor de equilibrio en los precios internos y genera recursos adicionales en un momento donde se percibe que el Estado tendrá que volver a incrementar el gasto.

La inflación viene mal en abril, con una estimación que oscila entre el 3,6 y el 4,1%

De hecho, las últimas medidas adoptadas, es decir, las restricciones de circulación que se determinaron hasta el 30 abril tienen un costo estimado en unos 40 a 50 mil millones de pesos, cifra que podría ser casi duplicada en las nuevas decisiones de asistencia que se adoptarían en caso de un mayor cierre de actividades.

El punto central es que este cuadro de rebrote de la pandemia se dio en un momento de escalada inflacionaria y desde el gabinete económico aseguran que por eso se resolvieron algunas medidas en estos últimos días, lo cual generó polémica con algunos sectores productivos.

La reacción de algunas cámaras fueron inusualmente expresas, como los dos comunicados que emitió la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina (Amcham) sobre la imposibilidad de continuar en el contexto actual con el programa de Precios Cuidados.

También hubo cruces con los sectores frigoríficos y productores lácteos, por los mayores controles que se implementaron en esas dos industrias.

En diversos sectores empresarios advierten que hay una avanzada del Gobierno sobre la “privacidad de las empresas” y lo expresan que ese rol de mayores restricciones y controles son perjudiciales para la inversión y para la lucha efectiva contra la inflación.

LR