De cara a 2021, que será un año electoral, la usina de pensamiento de la oposición se puso en marcha. La Fundación Pensar, el think tank del PRO, y que fue el semillero del cual surgieron en 2015 muchos funcionarios de la gestión macrista, empezó a organizar foros para debatir propuestas para el armado de un plan económico. Esta semana se realizó el Primer Foro Económico de la Fundación Pensar Córdoba, dirigida por el ex ministro de Turismo de la Nación Gustavo Santos, quien afirmó que “nadie avanza sin tener un rumbo, no hay margen para la improvisación”. A su vez, el titular de la Fundación Pensar Nacional, Franco Moccia, ex ministro de Desarrollo Urbano y Transporte Porteño, sostuvo que “para abordar esta crisis se requieren ideas nuevas, disruptivas, para encarrilar a Argentina en un sendero de crecimiento social y económico”.
En ese marco, expusieron sus ideas Macelo Capello, presidente del Ieral, de la Fundación Mediterránea, Lucas Navarro, director de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba, y Jorge Colina, titular del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa).También el ex presidente del Banco Central Martín Redrado reapareció esta semana en distintos encuentros explicando los pilares centrales de su propuesta para que Argentina pueda crecer al 3,5% anual durante una década, luego de una reunión que mantuvo días atrás con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En ese modelo, se “debe lograr que la inversión bruta interna llegue a 23% del PBI, unos 6 puntos más que el promedio de los últimos años”, las exportaciones pasen del 14 al 18% del PBI, y la inversión pública debe llegar a 4% del PBI, 2 puntos más”, el nivel de los últimos años.
Al trazar un diagnóstico de la realidad del país, Capello señaló que el estancamiento de la economía lleva cincuenta años, donde el PBI per cápita solo creció 15% en esas cinco décadas. “Es hora de cambiar y que seamos desarrollistas en lo productivo, ortodoxos en lo fiscal”, enfatizó.
“En lo fiscal se necesita una nueva concepción de Estado, hasta ahora básicamente funciona así, el Estado fija su gasto alto, contrata empleados y aplica los impuestos altos para financiar el gasto, y el sector privado se tiene que ajustar a eso, generando una economía poco competitiva que después no exporta. Lo que pretendemos es un Estado que mire primero lo que necesita el sector privado para ser competitivo, para exportar, y después fije las regulaciones e impuestos acordes con esa necesidad”, planteó.
Acuerdos. Hay consenso en que una de las patas centrales de un plan que saque a Argentina de la crisis y genere las divisas necesarias para financiar el crecimiento debe ser impulsar las exportaciones. Redrado dijo que se necesita una ley “que genere incentivos, como puede ser la devolución del IVA”, e ir “a un esquema de negociaciones internacionales que abra mercados en países que son complementarioo a Argentina, a veces miramos a Estados Unidos o la Unión Europea, pero hay mayor complementación con otros de América Latina, como Colombia, Perú, y mirar también Sudáfrica, Medio Oriente, Asia Pacifico”
Sobre la actual situación, Navarro precisó que “Argentina participa solo con el 0,25% de las exportaciones mundiales, menos del 2% de las empresas argentinas exportan”, e instó a reducir la carga impositiva sobre las ventas externas, a aumentar y agilizar los reembolsos, y a mejorar la prefinanciación de las exportaciones.
“Somos uno de los pocos países que cobramos impuestos a la generación de divisas de los sectores más competitivos”, objetó Navarro quien apuntó además contra “los elevados aranceles a las importaciones, que aumentan los costos, se trasladan a precios, muchas empresas que exportan requieren de insumos importados, y eso lo hace más complicado”.
Capello apostó por “agregar valor a la producción y exportación”, y comparó: “Italia produce 60% del trigo que produce Argentina pero exporta 40 veces más de pastas”.
Todos aludieron al desarrollo de infraestructura (vial, ferrorivaria, etc) en un país donde hay zonas que están lejos de los puertos para garantizar que cada región tenga para su producción “una salida eficiente al resto del mundo”, y para eso coincidieron en que “hay que trabajar mucho sobre la competitividad en el transporte y la logística”.
En materia impositiva, Redrado aseguró que se necesita una ley tributaria “que no va en el terreno de generar nuevos impuestos y tasas como está ocurriendo a nivel nacional, provincial, y municipal, sino una modernización de la estructura que tenga como pilares la promoción de la inversión y la competitividad (por ejemplo devolución anticipada del IVA), y aumentar la formalización trabajadores con incentivos específicos”.
Sobre el mercado laboral, Colina advirtió que “solo 1 de cada 3 personas tienen un trabajo asalariado formal.
Pobreza. “Tenemos un severo problema de exclusión social y pobreza, porque la mayoría de la gente no tiene trabajo o es informal. No esperemos que con crecimiento económico vamos a integrar a la sociedad, el grueso de los informales van a seguir siendo informales”, alertó
Como contrapropuesta a ese escenario, Colina remarcó: ¿Cuándo un empleador contrata a un nuevo trabajador? Solo cuando la diferencia con los costos es positiva”.
“Hay que hablar de la legislación laboral, porque determina esos costos. Hay que cambiar las reglas, la ley de contrato de trabajo es de 1974, darle más racionalidad a los convenios colectivos, hay que revisar el costo de despido, pensar en esquemas más modernos donde no hay desprotección del trabajador, sino hay racionalidad pensando en que primero está la empresa, que tiene que ser competitiva”.