ELOBSERVADOR
una investigacion de dos argentinos

Las noticias más leídas son las más livianas

A pesar de lo que piensan los editores, los lectores online priorizan cada vez más los temas frívolos por sobre los “importantes”, como política y economía. Cómo perciben los periodistas su lugar en la sociedad.

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La tendencia a la lectura de los diarios online permite poner en claro lo que hasta el momento era sólo una suposición: el público está más interesado en la novela de la noche o el partido de fútbol del domingo que en saber si el Gobierno va a pagarle a los fondos buitre o por la aprobación de una nueva ley. La tendencia mundial, tanto entre lectores de diarios conservadores como progresistas, es hacia la liviandad temática.

Esa afirmación surge de una investigación realizada por dos argentinos que compararon los temas que destacaron como prioritarios en las web los editores frente a las diez noticias más leídas en veinte diarios digitales europeos, norteamericanos, brasileños, mexicanos y argentinos. La pregunta surge inexorable: entonces ¿cuál es la función del periodismo? ¿Ya no es más el que fija la agenda? ¿Ni tampoco es el perro guardián de la sociedad?

Los investigadores creen que los medios están teniendo dificultades para fijar masivamente la agenda de los temas importantes, al tiempo que la tecnología permite a los lectores ingresar a las noticias por diversas vías. La gente opta por los contenidos más livianos, que les permiten tener algo para hablar con sus amigos y familiares, dejando de lado –salvo en situaciones excepcionales– los artículos de política o economía, los asuntos públicos que tanto les preocupan a los periodistas.

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La politóloga Eugenia Mitchelstein y el comunicador Pablo Boczkowski, autores de esta investigación (ver recuadro), advierten acerca de las consecuencias que los gustos livianos de los lectores pueden llegar a tener sobre los sistemas democráticos.

“No sabemos si esa brecha existió siempre, pero ahora se puede comprobar. Lo que sí se deduce de las entrevistas a los lectores es que se está profundizando en todo el mundo y no importa si la línea editorial es conservadora o progresista. Los temas sobre asuntos públicos ocupan más de la mitad de la oferta noticiosa, pero no llegan a completar en promedio cuatro de cada diez de los artículos más vistos. Esa brecha entre oferta y demanda alcanza los veinte puntos promedio en sitios de Europa, 19 puntos en América Latina y 14 en Estados Unidos”, precisó la investigadora. Ningún diario se salva y la tendencia se profundiza año a año. Los periodistas valoran la política y la economía, pero la gente quiere entretenimiento, deporte y sexo.

A modo de ejemplo: el 15 de mayo de 2014, la noticia más destacada en Clarín.com y Lanacion.com era el fallo de la Cámara Federal que había declarado inconstitucional el acuerdo entre el gobierno argentino con Irán en busca del esclarecimiento del atentado a la AMIA, ocurrido en 1994 y que causó 85 muertos. Pero los lectores tenían otros intereses. En Clarín.com, la información más leída relataba los detalles de otra orden judicial: la del desalojo de Rocío Oliva, ex pareja de Diego Maradona. En Lanacion.com, el artículo más cliqueado narraba una tragedia: un castillo inflable había levantado vuelo con dos niños a bordo en el estado de Nueva York. La declaración de inconstitucionalidad del acuerdo diplomático no figuraba entre las noticias más vistas de ninguno de los sitios.

Este asunto parece no ser una excentricidad argentina. Pasa en todo el mundo y en todos los diarios, cualquiera sea su orientación ideológica. Ocurre en The Guardian, el diario inglés más progresista fuera de Estados Unidos, en el Times, el brasilero Folha y en El País de Madrid.
Resulta que el público es más amarillista que los editores. “Les encantan los crímenes, los fenómenos naturales, cuantos más muertos mejor, el mundo del espectáculo, las chicas desnudas y los deportes, eso vende”, asegura risueña Mitchelstein. Los motivos se pueden deducir de las entrevistas que hicieron a consumidores. “Ellos sienten que con la política está todo mal. Te mienten, te deprime, te angustia y además no hay posibilidad de influir ni cambiar nada”.

Redes vs. medios. Boczkowski dirigió el trabajo y Mitchelstein se encargó del relevamiento. El director del Programa en Media, Tecnología y Sociedad de la Northwestern University, en diálogo con PERFIL, destacó los canales de comunicación y producción de contenidos que los medios abren a sus lectores, convencidos de que si participan estarán más contentos. “No sirve para nada”, dice. Facebook, Google y las redes sociales “no son competencia para los medios en materia de contenidos, aunque sí lo son y muy importante desde el punto de vista comercial. Ya hace diez años que los medios perdieron esa pelea. Les resulta imposible competir. No tienen recursos suficientes y cada vez están peor posicionados. El New York Times se tuvo que deshacer recientemente del Boston Globe, lo vendió por setenta millones de dólares cuando lo había comprado a 1.100 millones. Yo saqué la cuenta, teniendo en cuenta la inflación, y recuperó sólo el 4% de la inversión”. El investigador precisa que la principal derrota de los medios de comunicación ante Facebook y Google es la pérdida de publicidad. “Hoy por cada dólar invertido en publicidad en internet, 0,66 centavos, o sea los dos tercios, van a una de estas empresas: Facebook. Google o Bing.

Por eso considero un error creer que las redes son competencia en materia de contenidos. La gente sigue entrando a los medios para buscar las noticias. Y es fiel a su diario. Antes lo recibía en papel, ahora lo lee en la compu. Si la lectura que hacen las empresas periodísticas es que, porque se perdió publicidad, tienen que achicarse, despedir personal y ofrecer menos contenido, están equivocadas. Lo que se busca en los medios es justamente contenido, más y mejor contenido. El problema es que no quieren pagar. Hay que mirar lo que pasó con el New York Times. Desde que ofrece contenido por suscripción cada vez está más cerrado, tiene menos publicidad y se convirtió en un medio para pocos”.

A más “grieta”, menos brecha.

La investigación se desarrolló entre noviembre de 2007 y marzo de 2008, justo en el período en el que estalló la pelea del gobierno argentino con el campo. Sin embargo, parece ser que la polarización de la sociedad conduce al público a tener más interés por los temas duros y se acerca a lo que eligen los editores. “No medimos la particularidad argentina de la pelea del Gobierno con los medios, pero si pensamos en la fecha del relevamiento, vemos que en el peor momento de la pelea la brecha del público con los periodistas se achicó. En La Nación pasó de ser 19% al 10% y en Clarín directamente no hubo brecha. Si nos guiáramos por esos datos, podríamos decir que a más pelea y polarización, menos distancia entre los periodistas y la gente”.

Boczkowski aporta al debate nuevos datos. Parece ser que en sociedades muy polarizadas, como la argentina actual, el público tiende a consumir medios con los que acuerda ideológicamente. “Principalmente para tener algo de qué hablar con otra gente, ampliar la vida social. Además de que se evita el conflicto. Por eso, el deporte es lo que más ‘vende’, porque les interesa a todos”.

Se abre para los periodistas una serie de interrogantes. Mejorar los contenidos es sin duda uno de los centrales desafíos, pero también usar el pensamiento estratégico: cambiar la cabeza y no reproducir modelos de trabajo pensados para otro tiempo y otra sociedad.

 

Información elitista

La teoría de la agenda setting surgió de un estudio de 1972 de McCombs y Shaw sobre cómo el público seguía los temas que los periodistas destacan. En esos tiempos de crecimiento de la comunicación masiva, había una relación directa con la importancia que los medios daban a cada noticia. Por eso se dijo que los medios marcan la agenda.

The News Gap cuestiona eso. “Lo que se discute es la agenda setting masiva. Los medios siguen fijando agenda para la elite, pero el resto va por otro lado. Esto es riesgoso para la formación de ciudadanía, porque las noticias políticas y económicas son importantes para la construcción de sociedades democráticas”, afirma el libro.

 

Una investigación exhaustiva

Eugenia Mitchelstein es licenciada en Ciencias Políticas (UBA), profesora en la Universidad de San Andrés y prepara su tesis de doctorado en la universidad norteamericana Northwestern, donde Pablo Boczkowski es director del Programa en Medios, Tecnología y Sociedad. En su trabajo compararon más de cincuenta mil piezas de noticias publicadas entre 2007 y 2008 en una veintena de medios online, entre ellos CNN, Chicago Tribune, Yahoo!, Fox News, ABC news, CBS news, Washington Post, USA Today, Clarín, La Nación, Der Tagesspiegel, Die Welt, The Times, The Guardian, El País, El Mundo, Universal, Reforma, Folha de São Paulo.

Entrevistaron a 25 consumidores de noticias y a 12 periodistas. El trabajo incluye medios de Estados Unidos,  Argentina, Alemania, Reino Unido, España, México y Brasil.

Los resultados fueron publicados en inglés, en una cuidada edición de tapa dura de la editorial del Massachusetts Institute of Technology titulada The News Gap (“la brecha en las noticias”). Los autores esperan para el año próximo una edición en español.