“Hacía falta desde Juntos por el Cambio resolver el error de Mauricio Macri, que era tener dividida la economía en muchas partes, y pasar a tener un ministro de Economía importante”, explicó Jorge Fontevecchia en la apertura de Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9) del martes 29 de agosto de 2023.
Un error no solo cometido por Macri, sino también por Alberto Fernández. La importancia de volver a lo que fue en los noventa y principios de este siglo: ministros de Economía fuertes, como fue Domingo Cavallo en el caso de Menem, y en la primera etapa de Néstor Kirchner, Roberto Lavagna.
Y tener un Ministerio de Economía concentrado en una persona que tuviera mucha capacidad de acción y comunicación y, al mismo tiempo, tener un presidente que se lo banque.
Evidentemente, a Carlos Melconian, que era candidato a ser ministro de Economía de Macri en 2015, no se lo bancaban. No se lo bancaba el propio Macri, ni Marcos Peña, por esto lo mandaron a presidir el Banco Nación, un puesto secundario para quien se había preparado para ejercer como ministro, con la hipótesis de que sería el siguiente ministro, hasta que finalmente lo expulsaron, porque era un persona de pensamiento propio y que no se convertía en un empleado de Macri.
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Bullrich, con sabiduría, acepta tener una persona autónoma, algo que quedó demostrado en que llegó a un acuerdo, y normalmente los presidentes no acuerdan, sino que designan. Que se haya llegado a un acuerdo indica la presencia de un primus interpares, alguien que negociaba en iguales condiciones con la candidata, es decir, un compañero de ruta más importante que el vicepresidente.
Así fue también en el caso de Néstor Kirchner, para ganar las elecciones tuvo que confirmar que Roberto Lavagna sería ministro de Economía, algo fundamental para su triunfo en 2003.
Un repaso de este personaje Sui Generis, fuera de la campana de Gauss, a lo largo de los años, un economista político y con dotes de comunicación muy superlativos.
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En 1995, junto a Nelson Castro, en el marco del Efecto Tequila, Melconian declaró que “en momentos de turbulencias hay que decir las cosas justas, sin agrandarlas o empeorarlas”, mientras hablaba de la importancia de la comunicación.
Importancia comprobada en la crisis de las hipotecas con Bernanke, quien logró que Estados Unidos no entrara en una recesión como la de 1930 gracias a que era un gran comunicador y didacta que fue llevando a la sociedad a la compresión sin entrar en caos sobre lo que había que hacer.
Pasaron casi 30 años y el estilo es el mismo, él utiliza la metáfora para explicar cuestiones económicas.
En el año 2003, Melconian era el indicado por Menem para ser ministro de Economía si el riojano le ganaba las elecciones a Néstor.
Todos los economistas que están hoy con Javier Milei, de la época de Menem, son del Menem decadente y de su última presidencia, no del Menem que fundó la convertibilidad con Cavallo, sino del que la estiró más de la cuenta. Mientras que Menem reconocía que los economistas se habían puesto viejos apostó por el propio Melconian.
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En un primer momento, en 2003, sostuvo que “tiene que ganar Menem” contra Néstor Kirchner, y luego hizo campaña por él mismo, en 2007, como candidato a senador: “Soy candidato a senador bajo la idea y la convicción de que con Mauricio y con Gabriela Michetti va a estar bueno Buenos Aires y Argentina”.
Había un Melconian político y candidato, no era simplemente un ministro de Economía. Los ministros que se animaron a ser candidatos son un puñado en la historia de la Argentina: Cavallo, Lavagna y Alsogaray. Son contados los casos de economistas que logran traspasar el conocimiento técnico para pasar a tener un conocimiento político, que es lo que tiene Carlos Melconian.
En el año 2015, el establishment macrista le tenía tirria a Melconian porque no se subordinaba a ellos, es decir, ellos eran la corte del Rey, que era Mauricio Macri, y Melconian no se subordinaba al rey, un problema que tienen hoy muchos de los que están con Patricia Bullrich y que temen que este hombre al no subordinarse a la líder, haya dos cortes, y al haber cortes hay competencia.
Nombrado en un puesto de segundo orden, Presidente del Banco Nación, por Mauricio Macri, aseguró que “vamos a estar cerca de la gente, del que produce, del que invierte, del que arriesga, del que emprende, y del que se esfuerza día a día para que esta sea una Argentina mejor”.
Hablamos de un cargo menor porque él se había preparado para ser ministro de Economía en 2003, y para alguien que estaba en condiciones de ser ministro 12 años antes, ser Presidente del Banco Nación, sin dudas es un capitis deminutio, no quiere decir que ser el presidente del Banco Nación no sea un puesto importante.
En cuanto a su salida del Banco, declaró que le dolió irse del Nación “porque se había armado algo muy bueno con las 20 mil personas que integran el Banco”, y al ser consultado por su decisión de “renunciar” aseguró que “del Nación me rajaron, hay que preguntarle a los que me rajaron el por qué”.
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Sostuvo que el ex presidente Macri en su libro puso que el economista “era poco orgánico” y él aseguró que “quería manejar las cosas como se deben manejar”, agregó que “no es la ANSES, es un banco y tiene cuestiones a las que el Banco Central lo obliga”. “Ganábamos mucha plata y me la querían sacar. Si le decís que no a alguien muchas veces te dice "sacalo a este””.
Ahí está la clave, cuando Macri en su libro asegura que Melconian era poco orgánico, en realidad decía que no se disciplinaba, y ese poco orgánico quiere decir que él es vértice de pirámide.
Desde la Fundación Mediterránea, hubo un Melconian que se preparaba como nuevo ministro de Economía del gobierno que surgiera, con un plan que le llevó dos años.
La Fundación Mediterránea es una asociación civil sin fines de lucro, creada en julio de 1977, por iniciativa de 34 empresas de la provincia de Córdoba, convocadas por el magnate en construcción Piero Astori. En la actualidad es presidida por María Pía Astori y aglutina referentes empresarios de todo el país.
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La Fundación, junto con su instituto de investigación, elabora análisis y propuestas para los problemas económicos del país y Latinoamérica. En ese sentido, se la podría considerar un think tank del sector empresario criollo. A lo largo de su historia, produjo distintos proyectos sobre cómo abordar la política económica local. En ese sentido, acercó sus iniciativas a los distintos gobiernos.
Además, algunos de sus integrantes llegaron a ocupar cargos públicos, como es el caso de Domingo Felipe Cavallo, quien había presidido el IERAL (el área de investigación de la fundación).
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En mayo de 2022, anticipando lo que venía, él consideró y calificó a Javier Milei como “el rompehielos Almirante Irizar".
También sostuvo que “se ha abierto el arco en un penal sin arquero para la oposición”, muy interesante para ver como Juntos por el Cambio creía ya haber ganado.
Estas son las dos cosas que terminó usufructuando Javier Milei.
En junio de 2022, después de su reunión con Cristina Fernández de Kirchner aseguró que él estaba “trabajando por la Argentina arriba de la grieta”, y que si una autoridad lo llamaba él iba, sin importar si compartía lo ideológico.
Este año, declaró que “el dólar en la Argentina, hoy y siempre ha sido, el maltrato del argentino, una moneda donde ahorra, y el peso ha sido una moneda transaccional, y a eso se lo ha denominado bimonetariedad, y eso hoy es informal. Nosotros vamos a proponer hacerla formal y que cada uno elija la moneda que quiera”.
Siguiendo por el boom de la dolarización, él la comparó con los fideos con tuco: “si me invitas a comer fideos con tuco, llego y no tenés ni fideos ni tuco te digo me invitaste a no comer o a otra cosa”.
“Sobre la escuela austríaca, nadie entiende un carajo”, aseguró el economista en El Método con Tomás Rebord.
Definió a Sergio Massa como “el Caruso Lombardi de la economía”, en cuanto a que Caruso se encontraba muy afuera del circuito y maltratado, pero el hecho de cruzar a la otra orilla y salvarse del descenso lo deja predispuesto para continuar en la rosca futbolista “sacándolo de la silla eléctrica en la que estaba”.
Así se viene el Cavallo de Patricia Bullrich.
El último testimonio de Melconian es en el canal económico E, de Perfil, hace un mes y medio en la bolsa. “Estoy convencido de la relevancia y la importancia de este emprendimiento”, aseguró en su discurso de apertura.
Luego continúa con un adelanto del plan, y dice que este plan “no tiene camiseta partidaria, va a ser al servicio del país. Tiene como elemento fundamental repetir la tabla y volver a la tabla de 2. Ese va a ser el comienzo. Ese programa además de ser progresista y todo lo que me toca decir cada vez en un evento de esta magnitud, es absolutamente disruptiva. No elimina el Banco Central, no dolariza la economía, no propone la utilización de moto sierra para el gasto público, no pide la incorporación de Argentina a los BRICS. Y es disruptivo porque propone volver al respeto de los derechos de propiedad. Solo quiere volver a la tabla de 2”.
El plan de la Mediterránea, punto por punto y explicado por uno de sus autores
Se trata de un punto central porque Melconian no es un monetarista ortodoxo clásico como Cavallo, y no viene a plantear un programa clásico como la segunda parte de Menem de un neoliberalismo monetarista clásico y duro, por el contrario, él quiere ser popular y el Sandro de la economía. Plantea un programa que será progresista, que respetará la tabla del dos pero buscará ser progresista y keynesiano.
Nace una nueva oportunidad para Juntos por el Cambio con el Cavallo de Patricia, el Sandro de la economía.
MVB JL