El lunes comienza atravesado por los anuncios que hará hoy la ministra de Economía, Silvina Batakis. Además, estuvo precedido por dos discursos diplomáticos: el de Cristina Kirchner y el de Alberto Fernández. "Lo que primó fue la idea de concordia, que no venía siendo lo habitual. El miedo logró que se generen discursos menos beligerantes. Esto se puede relacionar con un viejo axioma de la sociología, cuando dicen que un matrimonio discute acaloradamente y entra un ladrón, la pelea interna desaparece y se juntan intuitivamente en contra de una amenaza, que sería el valor del dólar, en este caso", decía Jorge Fontevecchia en la apertura de Modo Fontevecchia (Net TV y Radio Perfil FM 101.9).
El filósofo de Corea del Sur, Byung-Chul Han, plantea que el miedo es una emoción política fundamental de control social. Se habla de mecanismos de supervivencia, de entender esto como una extensión del dolor, que nos dejó una enseñanza. "Es un mecanismo que se da tanto en las personas como los animales, por eso está en la primera capa del cerebro, algo que sirve tanto para comer como para respirar. Está en la base más innata y por eso el miedo es la emoción que llega más rápido. El castigo es un proceso socializador, la cultura del miedo y la educación. Todo el sistema normativo del Derecho está basado en el miedo", agregó el conductor.
Luego se compartió un audio de la vicepresidenta buscando un acuerdo interno, hablando de acercar posiciones porque sin eso "no va a haber una Argentina para nadie más", más allá de las ideas a las que nadie debe renunciar. "Hoy la política parece un lugar tranquilo y agradable, cosa que antes no pasaba. Acá desaparecieron miles de personas", afirmó Cristina Kirchner. Esto es bien distinto a lo que se decía hace una semana.
Lo mismo pasó con Alberto Fernández, pidiendo en su discurso por el 9 de julio que "bajen las armas", trabajando por una Patria libre, justa y soberana, con las lecciones que dejaron los patriotas y un pueblo plural. Además pidió "no sucumbir ante el desánimo". En los dos casos se utiliza como objeto de crítica común al ex ministro Martín Guzmán, quien se lleva todos los males, como a Rey muerto, Rey puesto.
La apertura de Modo Fontevecchia: a Rey muerto, Rey puesto
Para finalizar, se comparó lo que decía Cristina en su homenaje a Juan Domingo Perón, cuando hacía referencia al uso de la lapicera, algo que "no puede solucionar el problema del dólar", enfatizó Fontevecchia. También Alberto hablaba de lo mismo, de sentarse a dialogar y bajar las armas. "La política no es otra cosa más que convencer al otro. El poder no pasa por ver quién tiene la lapicera", había dicho el Presidente. De todas formas, queda claro que en el discurso de Alberto Fernández no había la beligerancia de Cristina.
JL PAR