Walter Morales: hermano de Gerardo, funcionario y presidente del Lobo jujeño
Es uno de los hombres de confianza del gobernador de Jujuy, noticia nacional por la represión el último fin de semana, y porque Horacio Rodríguez Larreta lo eligió como su compañero de fórmula. No bien asumió como presidente de Gimnasia y Esgrima de Jujuy, Walter viajó a Buenos Aires para reunirse con Claudio Tapia. En ese encuentro intentó sembrar la posibilidad de que, con el tiempo, Jujuy se convierta en una alternativa de sede para eventuales finales de ligas o torneos nacionales. La relación económica entre el club y la provincia.
Para la foto. Walter y Gerardo Morales (tercera foto), en tiempos en que eran gobernador y titular del Instituto de Vivienda y Urbanismo de Jujuy. Más acá en el tiempo, junto a Tapia en AFA. |
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Cuando asumió como presidente de Gimnasia y Esgrima de Jujuy, Walter Morales empezó por el sueño de cualquier hincha: decir que su objetivo es ver al club otra vez a Primera, como había ocurrido en 1994 y en 2005. También enfatizó en que quería modernizarlo, multiplicar las disciplinas que se practican en sus predios y transparentar la gestión.
Por más que había integrado comisiones directivas anteriores, su llegada sirvió para homologar el poder de su hermano Gerardo, el gobernador que estos días se convirtió en noticia nacional por la brutal represión en distintos puntos de la provincia a docentes y comunidades originarias que se oponían a la reforma constitucional que impulsó, y después porque fue elegido por Horacio Rodríguez Larreta para que lo acompañe como candidato a vicepresidente en la interna de Juntos por el Cambio.
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Walter Morales lideró la única lista que se presentó en marzo de este año, y asumió como nuevo presidente en abril. Diez días después viajó hasta el predio de Ezeiza para visitar al presidente de la AFA, Claudio Tapia, y adelantarle los objetivos de su gestión al frente del Lobo jujeño.
En esa reunión, definida como “amena” en los pasillos de la AFA, “el presidente Morales realizó la entrega de una camiseta en homenaje a los campeones del mundo con el nombre del presidente Tapia y el número 10 en la espalda”. Más allá de la retórica protocolar, la verdadera intención era comenzar –o fortalecer– un acercamiento con la AFA que no solo incluía al club, sino a la provincia en general.
Es una vieja cuenta pendiente del Morales gobernador: convertir a Jujuy en una provincia preponderante para el fútbol argentino, un rol que en los últimos años tomaron San Juan, Santiago del Estero, Mendoza y, en menor medida, San Luis. Sedes en las que se disputan finales de las distintas ligas y copas nacionales, y donde la Selección hace de local.
La vez que más se acercó a concretarlo fue en plena pandemia, cuando el gobernador llamó al ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, y al presidente de la AFA para ofrecerles disputar algunas fechas de los torneos (no solo de fútbol) en esa provincia, en aquel entonces con muy baja circulación del virus de covid-19. La idea, por diferentes motivos, nunca se concretó.
En la sangre. Además de ser su hermano, Walter es uno de los hombres de confianza de un gobernador que hizo de la mano dura casi su lema de gobierno. Además de los cuestionamientos por la violencia estatal que desplegó por todo el territorio provincial, Morales recibió uno en particular que se acercaba más al nepotismo que al republicanismo que intentó instalar estos años: de acuerdo con un informe de la ONG Ruido, es el gobernador con más familiares en cargos públicos de una provincia. Tiene 25, entre directos o políticos, el doble del segundo en esa lista, Gildo Insfrán, de Formosa.
Uno de esos familiares es su hermano Walter, quien además de ser el presidente de Gimnasia, es el actual titular del Instituto Provincial de Juegos de Azar. Antes, en el primer mandato de su hermano, fue el presidente del directorio del Instituto de Vivienda y Urbanismo de Jujuy (IVUJ).
Pero la gobernación no solo está presente con cargos a dirigentes del club. Desde hace años es el principal puntal económico de Gimnasia, que siempre tiene alguna publicidad turística en el frente o en el dorso de su camiseta. Este año, en la espalda de cada jugador, se lee el “Jujuy, energía viva”, un aporte que ayuda a pagar los sueldos de los principales jugadores del equipo, que en algunos casos llegan a dos millones de pesos por mes.
La provincia pasó a la espalda porque en el pecho ahora está Banco Macro, la entidad bancaria privada más grande del país, propiedad de la familia Brito, siempre interesada en publicitar en equipos de fútbol, sobre todo de distintas provincias. Un sponsor que se entiende mejor cuando se hurga en las relaciones de poder de los clubes más que en sus estrategias de marketing.
