POLITICA
Presidenciales en Uruguay, en octubre

Lacalle Pou se distancia de Macri y tiende un puente con Alberto F. marcando diferencias

El candidato del Partido Nacional de Uruguay prometió ser "socio" de quien gane en octubre y habló de contactos informales con miras a impulsar un Mercosur más flexible y el fin de los vaivenes cambiarios.

Luis Lacalle Pou 03092019
Luis Lacalle Pou, candidato del Partido Nacional uruguayo, en un almuerzo con empresarios de las dos orillas en el Alvear Palace | Cedoc Perfil

“Gane quien gane en la Argentina, va a ser mi socio en el Mercosur, mi socio en la región”, aseguró el candidato a presidente del Partido Nacional en Uruguay, Luis Lacalle Pou, durante su disertación en un almuerzo organizado hoy por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP) en el Alvear Palace. Ya sabemos lo que nos hizo mal, ya aprendimos. Yo estoy convencido de que gane quien gane en Argentina, eso no se va a repetir”, ratificó el empresario y senador de 46 años, hijo del histórico ex presidente blanco Luis Lacalle.

El resultado de las PASO no pasó inadvertido en el país vecino como tampoco sus efectos. La crisis cambiaria generó olas que llegaron hasta la costa uruguaya, tal como lo expresó Lacalle Pou ante la nutrida convocatoria de empresarios y periodistas. “Por supuesto, que lo que está pasando acá nos preocupa. Nos preocupa y nos castiga”, aseveró el candidato. Y apuntó: “Estos saltos monetarios, estos cambios bruscos en la moneda, los sufrimos con Brasil, en nuestra frontera seca. Y en Argentina, también nos complica enormemente, porque perdemos competitividad en los mercados que compartimos, porque no disfrutamos más acá y los argentinos dejan de ir”.

“Ya sabemos lo que nos hizo mal, ya aprendimos. Estoy convencido de que gane quien gane en Argentina, eso no se va a repetir”

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Pero no solo financieros fueron los coletazos de las primarias, o de incertidumbre sobre una posible magra temporada veraniega. También a nivel político le significó a los partidos opositores en Uruguay una redefinición de sus posturas frente a las fuerzas vecinas con las que pueden volver a convivir si se repiten los resultados de las PASO en octubre. Hace cuatro años, Lacalle Pou saludaba con efusividad el triunfo electoral de Macri. Hoy optó por ejercer la “prudencia”, tal cual lo denominó, al referirse a cómo se mira el proceso electoral local en aquella costa del lado del Río de la Plata. “Los países no tienen amigos ni enemigos permanentes, lo que tienen son intereses permanentes”, señaló.

Al ser consultado por PERFIL sobre si mantiene contactos con los candidatos locales, Lacalle Pou respondió afirmativamente, sin entrar en detalles. “Formalmente, no (tuvimos reuniones). Si fuera un interrotagorio, diría que no. Pero informalmente, sí. Tenemos vinculaciones a través de los partidos, de fundaciones”, explicó el candidato a presidente. La derrota de Cambiemos llevó a los blancos y, sobre todo, a Lacalle Pou, a distanciarse de quienes hubieran sido sus aliados naturales, y moderar el discurso –con frecuencia duro, en las redes sociales de algunos referentes– contra el espacio político que más votos obtuvo en las PASO al que no dudaron en tildar de "populista" en el pasado.

“Formalmente, no (tuvimos reuniones con candidatos argentinos). Pero informalmente, sí."

No obstante ello, el candidato del Partido Nacional destacó ciertas diferencias conceptuales con el gobierno del Frente Amplio y, por definición, con el Frente de Todos, en capítulos como la crisis venezolana. “Venezuela es una dictadura y Nicolás Maduro es un dictador. En eso nos diferenciamos con lo que piensa nuestro actual gobierno (de Tabaré Vázquez)”, subrayó. También Alberto se abstuvo de categorizar a Venezuela de ese modo, optando por llamar a su gobierno “autoritario”.

En cuanto a la agenda bilateral, algunos de los ejes que un gobierno suyo podría impulsar con la Argentina y la región girarían en torno a la flexibilización del Mercosur –tal como la plantearon en forma prioritaria los presidentes Mauricio Macri y Jair Bolsonaro, de Brasil–, pisos y techos al valor de las monedas regionales, el impulso a tratados de libre comercio y el acercamiento a los países del Pacífico latinoamericano, la explotación de hidrovías, como el río Uruguay y un posible puente Monte Caseros- Bella Unión. También aceptó que podría debatir sobre un eventual cruce Colonia- Buenos Aires, aunque no estaría, de movida, en sus planes.

“Venezuela es una dictadura y Nicolás Maduro es un dictador. En eso nos diferenciamos con lo que piensa nuestro actual gobierno (de Tabaré Vázquez)”

Entre los empresarios que dijeron presente en el almuerzo organizado por la CICyP, destacaron Miguel Acevedo y José Urtubey (UIA), Javier Bolzico (Adeba), Alejandro y Bettina Bulgheroni (Pan American Energy), Julio Crivelli (Cámara Argentina de la Construcción), Jorge Di Fiori (CAC), Antonio Estrani y Gendre (presidente Consejo Interamericano de Comercio y Producción Continental) y Martín Eurnekian (AA 2000). También estuvieron Daniel Pellegrina (SRA), Adelmo Gabbi (Bolsa de Comercio), Juan Carlos López Mena (Buquebus), Jorge Neuss, Javier Ortiz Batalla (Banco Ciudad), Santiago Soldati, Gustavo Weiss, Sebastián Bago (h) y Martín Cabrales.

Uruguay enfrenta unas elecciones generales en las que el Partido Nacional aspira a conquistar el poder mediante la construcción de una gran coalición opositora de cara a un eventual ballotage. Luego de tres turnos en el poder, la administración del Frente Amplio exhibe una serie de dificultades a nivel social –los índices de inseguridad– y económico –déficit del 5 por ciento y una inflación del 9 por ciento– que podría complicarle una victoria en primera vuelta por el 50 por ciento más uno de los votos, lo que llevaría la definición a un eventual segundo turno y en una competencia en la que debutan nuevos partidos, por fuera de las fuerzas tradicionales, con chances de sumar bancas legislativas y de concentrar un voto lo suficientemente fuerte como para destronarlo. Esa es la apuesta de Lacalle Pou.