Mañana es el día: el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, inaugurará junto a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el aeropuerto Néstor Kirchner, en Villa María. Pero al mandatario provincial le da miedo que lo silben en medio del acto.
Así lo admitió hoy, al asegurar que "puede haber intolerantes" que lo silben mañana durante la inauguración del aeropuerto, en presencia de Cristina. Y luego quiso hacer como si nada: "Pero es problema de los intolerantes (...) Siempre que cumplo mis obligaciones institucionales lo hago con voluntad y entusiasmo".
La actividad se llevará a cabo en medio de las tensiones entre el kirchnerismo local y el Partido Justicialista cordobés, debido a la conformación de las listas para la elección provincial del 7 de agosto.
Mañana, además vence el plazo para la presentación de las listas para las primarias del 14 de agosto, y todavía no se sabe si el Frente para la Victoria de Córdoba se presentará por su cuenta o en alianza con el PJ.
Schiaretti recién ayer confirmó su asistencia a la inauguración, luego de ser invitado por la Secretaría General de la Presidencia. El mandatario ya enfrentó silbidos durante la visita del año pasado de la jefa de Estado a la ciudad de Córdoba.
El aeropuerto que mañana inaugurará la Presidenta se construyó con un presupuesto de 30 millones de pesos que fue financiada por el Gobierno nacional con el intendente de Villa María, el kirchnerista Eduardo Acastello.
Posee una pista de hormigón de 1.800 metros de largo, 30 metros de ancho y de 19 centímetros de espesor, mientras que los laterales de asfalto son de 7,5 metros de extensión.
El aeropuerto cuenta además con una terminal cubierta de 762 metros cuadrados y 775 metros de hangares, además de un edificio de bomberos y una estación meteorológica.
Fuente: DyN