El matrimonio presidencial no parece ser muy amigo del protocolo. En los últimos días la presidenta Cristina Kirchner protagonizó una serie de hechos en reuniones internacionales que pusieron el foco en su manera de actuar cuando representa a la Argentina. Al igual que Néstor, Cristina llega tarde y deja su huella con su comportamiento.
En 2003, el santacruceño asumió la presidencia y automáticamente rompió con lo establecido por las normas generales para participar de la ceremonia, y sorprendió a todos los argentinos con su particular forma de proceder. Y aunque Cristina cuida sus formas ante el público, no se queda atrás y también tiene sus propias anécdotas al respecto.
Primero él. En su asunción, luego del discurso en el Congreso, Néstor cruzó la valla y saludó a sus seguidores. Luego, se cortó la frente con la cámara de un fotógrafo. Todo en un mismo día. "¿Por qué atravesé las vallas? Porque hace 30 años yo estaba allí, junto al pueblo. ¿Por qué no iba a hacerlo hoy si yo soy uno de ellos?", explicó en aquella ocasión Kirchner.
En sus cuatro años y medio de gestión, el ahora presidente del Partido Justicialista (PJ) fue criticado por su impuntualidad al encabezar actos oficiales, por su escasa predisposición a asistir a las cumbres, y por sus desplantes a presidentes, reyes y demás dignatarios.
Sometió al rey Juan Carlos a una larga espera durante el Congreso de la Lengua en Rosario, suspendió una reunión que iba a mantener con el presidente ruso, Vladimir Putin, faltó a las exequias del Papa Juan Pablo II en 2005, y a la gala de honor que la reina Beatriz de Holanda le ofreció en Buenos Aires en 2006. Poco amigo del traje y corbata, casi siempre se mostró con camisa y con un tono muy casual.
Luego ella. Desde su asunción, Cristina Kirchner también rompió los moldes, aunque no tanto como su antecesor. En mayo último, la Presidenta llegó tarde para la foto de la V Cumbre en Perú. Esto se repitió en los últimos días en la gira internacional que lleva adelante por estos días y que comenzó con la cita en Washington.
La Presidenta se retrasó para la toma de la foto de la cumbre del G-20 y todos los mandatarios reunidos debieron posar nuevamente para que ella aparezca en la versión final. El último tropiezo protocolar lo cometió en la reunión con el mandatario de Argelia, Abdelaziz Buopeflika. Allí Cristina no se sacó los lentes de sol adentro del palacio, ni cuando fue recibida por empresarios, ni cuando lo saludó al primer mandatario argelino. Además, muchos ven de mala manera que constantemente se luzca con carteras en las reuniones oficiales.
Las buenas costumbres y las relaciones internacionales. Ante las consultas de Perfil.com, especialistas en ceremonial y protocolo advirtieron que estos errores pueden ser graves, no por el hecho de romper normas, sino porque muchas veces estas faltas pueden significar el enojo de los otros países y la caída de potenciales negocios. En los gobiernos, da una mala imagen del país. "Lo ceremonial es considerado una herramienta política importante y el perder de vista esa herramienta puede tener sus costos", afirmó uno de los entrevistados que pidió no ser identificado.
Desde Perfil.com se realizaron varios llamados, pero los especialistas consultados prefirieron mantener el anonimato. Tampoco se pudieron obtener declaraciones oficiales, del área de Ceremonial y Protocolo de la Presidencia de la Nación, ya que tanto los representantes de la Cancillería como los de la Casa Rosada se encuentran en África junto a la Presidenta, aconsejándola precisamente sobre estos temas.
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