Las declaraciones del presidente de la Cámara de Diputados, Emilió Monzó, criticando a Jaime Duran Barba, pidiendo “más política” en el Gobierno e invitando al poder a dirigentes del peronismo, siguen generando revuelo en Cambiemos. El titular de la Unión Cívica Radical, José Corral, salió a responderle: le endilgó estar en un “microclima” (lo mismo que dijo Mauricio Macri), le retrucó que “no vale todo lo mismo” y pidió no generarle “problemas adicionales al Presidente”.
—Hay radicales cómodos en el Gobierno y otros que critican, ¿cuál pesa más?
—Los radicales estamos muy orgullosos de Cambiemos, porque le dimos a la sociedad la herramienta que significó la posibilidad de alternancia. Estamos gobernando. Y es un partido plural, hay quienes nos sentimos más cómodos y quienes se sienten menos cómodos.
—Incluso entre los cómodos hay quejas por la falta de espacios de toma de decisión.
—Lo primero, el Estado no es un botín. Las discusiones más relevantes que tenemos con el Gobierno son respecto de los contenidos de las políticas. Estamos de acuerdo con la línea general pero hemos marcado algunas miradas propias del radicalismo. Tenemos conversaciones cotidianas.
—Monzó hizo una crítica similar a la que venía haciendo parte del radicalismo, respecto de la falta de política...
—Yo le recomiendo a Emilio que no se deje llevar por el microclima de la política. Hay que prestar más atención a lo que está viviendo la gente. Sólo el microclima del Congreso puede explicar que le encontremos alguna cualidad a Máximo Kirchner. La gente está haciendo un gran esfuerzo para levantar esta hipoteca que nos dejó el kirchnerismo. Hay que distinguir la necesidad de diálogo del mensaje claro que tenemos que darle a la ciudadanía de que éste es un gobierno de cambio. Me parece que invitar al poder a (Diego) Bossio, (Florencio) Randazzo, (Omar) Perotti, que tuvieron responsabilidades importantes en el kirchnerismo, es malversar el mandato de cambio que nos dio la gente.
—¿No coincide con Monzó en que Cambiemos tiene que transformarse en una alianza de poder y no más una alianza electoral?
—Primero, disiento en que Cambiemos tenga corta vida. Creemos que vamos a ser exitosos en la gestión, aun con todas las dificultades que tenemos. Los radicales fuimos los primeros que planteamos un acuerdo económico y social, y también de acuerdos en el Congreso con el PJ, pero eso no quiere decir invitarlos al poder y que valga todo lo mismo. Y que estemos todos mezclados. Aceptamos ampliar la base de Cambiemos, pero no con los que tienen compromisos con el kirchnerismo y tienen que dar explicaciones a la Justicia o tuvieron responsabilidades, ni con los gobernadores vitalicios o señores feudales. Decir que Cambiemos tiene corta vida o que hay que invitar al poder a estos referentes no representa a Cambiemos. Por supuesto que tenemos diferencias y queremos que haya más política.
—¿Cómo cayeron adentro las declaraciones?
—Hay que acostumbrarse a un país en el que se discute más. Eso es muy sano. Sí esperamos que los que integramos Cambiemos ayudemos al Gobierno, y no que le traigamos problemas adicionales al Presidente. Las críticas se deben hacer en el mano a mano. Esto generó discusiones que sería mejor evitar.
—¿Hay mucho por ajustar en el gabinete?
—Siempre hay cosas por mejorar. Hay problemas que nos preocupan, como estar muy cerca de las pymes y productores industriales del interior. Hay que redoblar esfuerzos en materia productiva. Y hay que reducir el empleo informal. Pero la decisión del equipo de gobierno es decisión del Presidente y tenemos que acompañar.