El acto de la Confederación General del Trabajo (CGT) en el estadio Defensores de Belgrano para conmemorar el Día del Trabajador dejó al descubierto una cruda interna entre sus dirigentes. Además de una serie de ausencias que llamaron la atención, se conoció que se planea la posible venta del histórico edificio de la calle Azopardo 802 en el barrio porteño de San Telmo, donado por la Fundación Eva Perón.
Entre los sindicalistas que no estuvieron en el evento, destacaron las inasistencias de Pablo Moyano, cosecretario general y colíder de Camioneros, Abel Furlán, titular de la UOM (Unión Obrera Metalúrgica) y Mario "Paco" Manrique, secretario adjunto de SMATA (Sindicato de Mecánicos y Adjuntos del Transporte Automotor). Precisamente, éste último justificó el faltazo al asegurar que la central se encuentra inactiva y "no representa" los reclamos de los trabajadores.
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"No fui porque no estoy de acuerdo en cómo estamos funcionando como CGT. No soy el dueño de la verdad, pero creo que no concuerdan los hechos realizados en los últimos años con la realidad que viven los trabajadores", expresó en declaraciones a radio Futurock.
Entonces, apuntó contra Andrés Rodríguez, secretario general de los estatales de UPCN y adjunto de la central obrera: "Cuando plantea que van a vender el edificio de la CGT porque ya arreglaron con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que van a poner otro edificio y nadie dice nada, nos damos cuenta que para ellos esto es un sello que les sirve para la política", dijo al señalar uno de varios puntos de conflicto.
El edificio de la calle Azopardo 802, en el barrio porteño de San Telmo fue inaugurado por Juan Domingo Perón el 18 de Octubre de 1950 y donado por Evita a través de la Fundación de Ayuda Social Eva Perón. El arquitecto Jorge Sabaté, quien fuera Intendente de la ciudad, fue su proyector.
Definido como el "templo del peronismo y el trabajo", el edificio fue declarado Monumento Histórico nacional el 12 de setiembre de del 2007 y en años recientes empezó una campaña para que sea declarado Patrimonio Histórico por la UNESCO.
Cuando la CGT propuso candidatear el edificio como patrimonio, dijeron: "El valor excepcional del edificio está dado por ser testimonio y símbolo como templo del peronismo y el trabajo, que identifica al movimiento obrero argentino, sus conquistas, sus incansables luchas y las transcendentales decisiones que allí se tomaron".
Ante esto, Manrique reclamó que la venta del edificio sería como "entregar la historia de la CGT" y ""vender la historia del movimiento obrero". Al mismo tiempo, recordó que "ahí estuvo el cuerpo de Evita" tras ser embalsamado en 1952 y la idea de vender el inmueble "ni siquiera se puede poner en consideración".
A raíz de sus dichos, Carlos Acuña, una de las puntas del tridente de la CGT junto a Moyano y Héctor Daer, salió a brindar explicaciones para evitar especulaciones. Si bien confirmó está en debate una posible mudanza de la sede central hacia otro lugar con más espacio, aclaró que por su parte sólo se haría "siempre y cuando quedara un museo" en el histórico lugar.
Días atrás, Rodríguez se refirió a los reclamos por la falta de espacio y dijo que habría una gestión ante el Gobierno nacional para obtener unas oficinas cercanas al edificio de la calle Azopardo.
Diferencias en el interior de la CGT
La interna que vive la CGT entre "dialoguistas" y "combativos" quedó reflejada no sólo por la ausencia de Moyano, sino también por una guerra de cánticos entre sindicatos de distintas facciones que interrumpió el discurso de Héctor Daer durante más de cinco minutos.
El cosecretario general de la CGT faltó y se hizo notar, pero su padre Hugo sí concurrió. Así se volvieron a alimentar las versiones de disputa en la familia. Conocidas las diferencias entre Daer -referente de los "Gordos"- y el hijo mayor de Moyano, los afiliados de Camioneros, desde la tribuna ubicada de frente al escenario comenzaron a cantar con fuerza "Soy soldado de Moyano" cuando el líder de Sanidad quería adentrarse en su mensaje.
De inmediato, desde una de las tribunas laterales copadas por la UOCRA, los integrantes del gremio que lidera Gerardo Martínez -enfrentado históricamente con Camioneros- reaccionaron tapando en parte los gritos de los seguidores de los Moyano.
Ante eso, estos últimos entonaron un ruidoso "Y vamos Camioneros", que generó luego que los afiliados de UPCN alzaran la voz para hacerse notar e intentar taparlos. A todo esto, Daer seguía la "batalla" de cánticos y matizó con un: "Si, todos estamos presentes...".
FP / ds