Mediante los vuelos especiales dispuestos por Aerolíneas Argentinas y los servicios que lograron cerrar con otras líneas de bandera extranjera, el Gobierno estima que logró repatriar hasta 25 mil compatriotas varados en el exterior. Se estiman que todavía hay en el extranjero unos 15 mil más, repartidos entre las diversas ciudades del mundo y sin posibilidad de retornar al país hasta el 31 de marzo, por lo menos.
Los últimos vuelos de Aerolíneas Argentinas con repatriados llegan hoy a la noche desde San Pablo. Los mismos son Boeing 737 que salieron desde Ezeiza con ciudadanos brasileños y retornan con argentinos En Sudáfrica, Punta Cana, Cuba y Perú aún hay argentinos que hablaron con PERFIL y que no saben cómo van a afrontar el día a día o cuándo podrán regresar a sus hogares.
Daniel Tavormina es uno de los diez mil argentinos que aún se encuentran varados sin poder regresar al país. Está junto a otros doce compatriotas en Pretoria, Sudáfrica. El hombre llegó a Africa el 15 de marzo para pasar sus vacaciones. Tenía boleto de regreso por Latam para ayer al mediodía, pero se lo cancelaron. “A partir de hoy en Sudáfrica a las 0 horas, cerraron todas las fronteras pero ahora sale un vuelo el día 30, a pesar de que cerraron la fronteras, Latam consiguió sacar un vuelo hacia San Pablo, pero no sabe cómo volverán a entrar.
En Punta Cana está Lucas con su novia, ambos de 22 años. “Apenas llegamos a los pocos días empezaron a cancelarnos el regreso. Nosotros teníamos la vuelta con Avianca y reprogramaron las vueltas. Cancelaban, llamábamos, nos daban un vuelo y volvían a cancelar. Así estuvimos todas las vacaciones. Estuvimos todas las vacaciones con esa angustia. El día 21 que era el día de regreso cuando fuimos a hacer el check in en el aeropuerto nos enteramos que nuestro vuelo estaba sobrevendido al igual que el de muchos argentinos”, relata. En el aeropuerto se puede ver a gran cantidad de argentinos durmiendo sobre sus valijas.
En Perú hay estado de sitio y los turistas no pueden abandonar el hotel. “Vimos la nota en la que el Presidente indicó que no iban a seguir repatriando argentinos. Hoy salió (por el jueves) un avión de Arequipa con 70 argentinos y en teoría nos dicen que nos van a llevar hasta allí para hacer el puente aéreo pero no tenemos nada seguro”, se resigna Gisela Alagastino que está en Cusco. “Ayer a la noche la embajada publicó una lista de 120 personas que van a volar desde Cusco a Arequipa y desde ahí en Hércules hasta Buenos Aires. Pero seguimos unas trescientas personas varadas acá”.
Sabrina Fossatti está en Cuba, le suspendieron el vuelo de regreso. “Fuimos a la embajada donde nos dijeron que teníamos que buscar un hospedaje, llenar un formulario y dejar un contacto para cuando haya un vuelo de rescate. Llamé a una casa de familia y por suerte nos recibieron, pero es solo hasta el día de hoy”.
Según contó la mujer, se destinó el hotel Tulipan para albergar a los argentinos pero las restricciones del gobierno cubano aumentan y no saben que sucederá. “Fuimos a averiguar al hotel que arregló el embajador pero está lleno. Se supone que hoy dejan el lugar 60 argentinos que viajan así que fuimos temprano a buscar un lugar. Si no, corre todo por nuestra cuenta. Hay mucha incertidumbre sobre lo que sucederá con nosotros”, dice.
Macri pide a Alberto que “continúe repatriando”
Mientras los últimos vuelos con repatriados argentinos llegan a Ezeiza, el ex presidente Mauricio Macri le pide a Alberto Fernández que no deje de traer a quienes aún no pudieron regresar. “Queremos pedirle que reconsidere su decisión de impedir el regreso de los argentinos que están fuera del país”, comienza el comunicado que emitió el PRO como partido y que Macri publicó en sus redes sociales.
Según los datos oficiales todavía quedan alrededor de 15 mil varados en distintos países del mundo. “Hacemos la solicitud como partido porque muchos de los varados están a la deriva, durmiendo en aeropuertos, expuestos a contagiarse y angustiados por su futuro”, finaliza el pedido de Mauricio Macri.
Armaron un plan de contención para atender a los varados
Con las fronteras cerradas, al menos, hasta el 31 de marzo, el Gobierno estudia un plan contención para los 15 mil compatriotas que seguirán varados en el extranjero. Y aunque propuestas hay muchas, en su mayoría chocan con la escasez de recursos y ciertos problemas de logística.
Ayer, el Gobierno anunció la creación de una mesa interministerial conformada por la Cancillería y los ministerios de Salud, Interior, Seguridad y Transporte para evaluar casos de vulneranilidad para eventuales vuelos de carácter humanitario. Dentro del decreto 313/2020, se exceptúa a las tripulaciones afectadas a estas tareas, dejando abierta la posibilidad de puentes sanitarios pese al cierre.
Desde Cancillería, explicaron que los consulados se abocaron a la elaboración de listas de prioridades que ponderarán lo sanitario por sobre el rango etáreo. No obstante, la principal dificultad será reunir a esos potenciales pasajeros, repartidos a lo largo de diversas ciudades.
Se estima que el grueso de esos 15 mil están en destinos como Estados Unidos, España, Italia, Dominicana y Perú, aunque también hay grupos de diverso número por coordinadas variadas: Chile, Costa Rica, Ecuador, India,el sudeste asiático, incluso hay dos compatriotas que se habían comunicado desde Uzbekistán, donde ni siquiera hay embajada argentina.
De momento, se ofrecieron a la Rosada medidas que apuntan más a facilitar el financiamiento personal de los varados que a solventar su situación desde Buenos Aires. Ideas como aumentar los cupos de las tarjetas o habilitarles créditos blandos desde el Nación. También se baraja la posibilidad de alojamientos públicos si prosperan las negociaciones entre cancillerías y hubo una gestión del secretario de Culto, Guillermo Olivieri, con la mediación del arzobispo Oscar Ojea, para que la Iglesia católica habilite camas al millar que sigue en Cuba. Por ahora, no prosperó por falta de espacio. En las últimas semanas, desde Buenos Aires se autorizó a los consulados a utilizar recursos propios para cubrir casos extremos. Ahora en las misiones barajan desconcentrar a los varados de las capitales a ciudades más económicas. Nadie sabe hasta cuándo durará el cierre.