“Los votos van a estar”. Esta frase no responde a un funcionario albertista, sino al entorno más íntimo de Máximo Kirchner. El diputado que acaba de renunciar a la presidencia del bloque del Frente de Todos asegura que no obstruirá el tratamiento del proyecto del entendimiento con el Fondo Monetario Internacional e, incluso, algún legislador de La Cámpora hasta pueda levantar la mano si hace falta algún voto.
Los legisladores cristinistas y camporistas que hoy suman alrededor de 40 son, sin dudas, el sector del Frente de Todos más verticalista. Ninguno de sus diputados avanzará en la discusión parlamentaria por el acuerdo del FMI sin el aval de sus líderes Cristina Kirchner y Máximo Kirchner. Aunque aún no recibieron ninguna directiva, después de la renuncia del diputado a la presidencia del bloque, esto no significa que la orden que reciban sea la de votar en contra del proyecto que el gobierno de Alberto Fernández envíe al Congreso.
Quienes hablaron con el diputado en las últimas horas aseguran que no obstruirá la aprobación del proyecto sobre el acuerdo con el FMI que la gestión de Alberto Fernández tiene que enviar al Congreso. “No va a llamar a sus legisladores para que voten en contra. Está claro que muchos tienen una postura similar pero Máximo no bajará esta orden”, aseguran en su entorno.
En el kirchnerismo aún van más allá. Explican ante PERFIL que “no es lo mismo que el acuerdo con el FMI sea aprobado por Máximo que por algún diputado que responde a él pero no tiene su trascendencia”. ¿Esto qué significa? Que el oficialismo va a hacer lo posible para garantizar los votos necesarios, incluso el kirchnerismo. Dentro de los 118 legisladores con los que cuenta el Frente de Todos ya saben que hay tres del Frente Patria Grande que responden a Juan Grabois que no acompañarán. El resto, dependerá de las manos que se necesiten.
El escenario que imaginan en el bloque oficial es el de un sector de la oposición acompañando y un conteo final de los propios. En caso de necesitar votos del kirchnerismo duro, aseguran que las manos y abstenciones estarán garantizados. Pero si los votos alcanzan sin ellos, no serán los que aprueben este proyecto. Incluso, Máximo seguirá siendo el que marque la postura más crítica contra el crédito tomado por Mauricio Macri.
Máximo Kirchner siguió de cerca las repercusiones de su renuncia y en las últimas horas se mostró tranquilo. Entre los argumentos de su renuncia, el ex titular del bloque explicó que debía mantener su núcleo duro adentro del FdT, por eso él no votará un acuerdo con el organismo internacional pero no se moverá de la alianza del gobierno.
Repite que no hay ruptura posible y admite que su movimiento pudo hacer que un sector valore aún más a Alberto Fernández, sobre todo, el que lo acompañó en 2019 por no ser un kirchnerista de paladar negro. Ahora espera que su reemplazante, Germán Martínez, pueda mostrar mayor coordinación entre el Ejecutivo y el Congreso. Ambos se reunirán este miércoles por la tarde.
Martínez y el titular del bloque, Sergio Massa, comenzarán en algunas semanas con el conteo. El titular de la Cámara de Diputados será el encargado de consolidar el acuerdo con el FMI. Hasta hoy, Massa y Máximo Kirchner habían jugado en tándem pero ahora, cada uno moverá de acuerdo a lo que creen que sus votantes les exigen.
Si el acuerdo con el FMI pasa la aprobación de Diputados, el kirchnerismo tampoco prevé obstruir su tratamiento en la Cámara de Senadores. La Vicepresidenta aún mantiene en silencio pero tanto desde la Casa Rosada como desde su entorno más cercano coincidieron en sostener que Cristina Kirchner no estaba de acuerdo con la renuncia de Máximo K. Esto tiene que ver con dar muestras de que la nueva crisis generada dentro del espacio no se profundizará aún más.
cp