En el inicio del año, hubo un tema que alteró aún más los ánimos sindicales. Se registraron algunos retrasos en el pago a la obras sociales gremiales desde la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), esto incrementó el malestar entre los gremios de la CGT y motivó gestiones ante las autoridades.
Fuentes calificadas de la institución aseguran que los retrasos se debieron a la demora en la adjudicación de partidas. Insistieron en que el problema está saldado y los pagos están ya regularizados. En el campo sindical la coincidencia con el endurecimiento de sus posturas causó suspicacias y agravó la tensión con el Gobierno que ya está caldeada por temas como el pretendido “techo” a las paritarias, los proyectos de reforma laboral y los despidos.
Las transferencias fueron históricamente un elemento de presión gubernamental. Esto había cambiado con la gestión de la SSS que encabeza Luis Scervino, cercano al gremialista José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y colaborador del ministro Jorge Lemus. El tema es central en la relación con el Gobierno.
No fue casualidad que, más allá del tema docente, éste fue el único tema gremial sobre el que habló el jefe de Estado el miércoles. Durante su discurso ante la Asamblea Legislativa el presidente Macri recordó que “el año pasado fortalecimos a las obras sociales sindicales, reconociendo una deuda histórica que reclamaban y haciendo reformas para servir mejor a sus afiliados”.
El tema puso en el ojo sindical al ministro Lemus y se suma a los cortocircuitos con sus colegas de Trabajo, Jorge Triaca, y Producción, Francisco Cabrera. A Triaca los gremialistas le cuestionan su intento de poner techo a las paritarias y el avance sobre el fuero Laboral –hace dos semanas pidió juicio político a dos camaristas que laudaron a favor de La Bancaria. También critican la falta de respuesta ante los despidos.
Sin embargo, el que más críticas concentra es Cabrera. Por eso marchan hacia su ministerio. Se le apunta por la apertura de las importaciones y se le imputa la mayor responsabilidad por los despidos. En una reunión realizada hace dos semanas en la sede de la CGT, los gremios industriales fijaron como objetivo del plan de lucha cargarse al ministro. La consigna no prendió en el resto de la central.
Otros funcionarios en la mira son el secretario presidencial Mario Quintana y el jefe de Gabinete Marcos Peña. El presidente Mauricio Macri tampoco se salva; pero nadie quiso confirmar si, como ocurría con Cristina Kirchner, en los discursos del martes habrá algún comentario picante sobre Avianca y Correos.