El 8 de abril se celebra el Día Internacional del Pueblo Gitano para reconocer el aporte cultural de este pueblo en todo el mundo.
Esta efemérides se implementó a partir de la realización del Congreso Internacional Gitano, que tuvo lugar en Londres en 1971. Allí se instituyó la bandera azul, verde y con una rueda roja, y el himno gitano, Gelem, Gelem (“Anduve, anduve”), escrito por el serbio Jarko Jovanoic.
A partir de entonces, se invita a erradicar los prejuicios y discriminación que aún pesan sobre los gitanos.
Cada año, el Día Internacional del Pueblo Gitano gira en torno a un tema, pero 2022 es un año muy especial. Por eso, la Fundación Secretariado Gitano propone que “este año el 8 de abril sea un sentido homenaje a todas las personas que están sufriendo en primera persona las consecuencias de la guerra, tanto en Ucrania como en los países limítrofes y, especialmente, a la comunidad gitana ucraniana, que sabemos que en muchos casos está sufriendo un trato discriminatorio”, aseguran.
Para esta conmemoración, se elaboró un cartel con una fotografía realizada en Sabadell por la fotógrafa Ana Palma, en la que aparecen dos niños y una niña con la bandera gitana y la de Ucrania. Al pie, se detallan dos hashtag #SolidaridadConUcrania #SolidaridadConElPuebloGitano
El año pasado, el hashtag de la celebración fue “nuestra esencia. Este año, más que nunca, por nuestros mayores".
Gitanos en el mundo
Todavía no se conoce la verdadera procedencia del pueblo gitano. Lo que sí se sabe, es que se trata de una comunidad muy antigua, tan atractiva como enigmática.
La comunidad intenta despegar la historia de la leyenda que los considera bohemios, errantes y holgazanes que van por el mundo estafando para no trabajar. Muy al contrario, los gitanos se presentan a sí mismos como una importante fuerza laboral.
La historia de la cultura gitana está muy enraizada con las tradiciones españolas (La gitanilla de Miguel de Cervantes Saavedra; Romancero gitano de Federico García Lorca, etc), sin embargo, hay consenso en citar sus raíces en India, en el siglo IX.
Los gitanos comenzaron a llegar a Europa Occidental a principios del siglo XV y fueron bien recibidos, pero en corto tiempo comenzaron a perseguirlos y expulsarlos.
En Argentina viven alrededor de 300.000 gitanos, sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires y Córdoba. En su mayoría, los que eligieron a la Argentina como su lugar para vivir, provienen de España, Rumania y Serbia. Se calcula que otros 2 millones viven en América Latina y que, en todo el mundo, suman 14 millones.
Para citar sólo algunos de los flagelos actuales por los que pasaron, baste recordar que durante el nazismo, existió un ‘Holocausto gitano’ ( Porraimos), que hizo desparecer al menos a una cuarta parte de la comunidad romaní de Europa. Alemania fue el país donde más sufrieron. Según algunos historiadores, el régimen nazi exterminó a tres cuartas partes de los gitanos que residían en Alemania en 1933. Con muchos de ellos se hicieron experimentos científicos, cuando no eran esterilizados o enviados a campos de concentración.
Gitanos; cifras de la discriminación
Para citar la discriminación actual que padece el pueblo gitano, sólo alcanza recordar los golpes que recibieron durante la pandemia de coronavirus.
La Fundación Secretariado Gitano maneja cifras alarmantes:
- el 86% de las familias gitanas está por debajo del umbral de la pobreza
- 46% de los hogares gitanos vive en extrema pobreza.
- La pobreza infantil de los gitanos asciende a 89%
- el 79% de los hogares gitanos no tiene computadoras