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El lunes se tiene que terminar la joda

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| Telam

Casi nada vence más rápido que un comentario previo el día de una elección. Hay supuestos, lógicas y escenarios que podrían permitir prever un resultado gracias a estudios de opinión pública. Pero en la Argentina y el mundo esos métodos mutaron hacia las fake news y entonces nadie sabe lo que puede pasar.

No perdamos más tiempo y vayamos a lo que importa, que no es el resultado electoral sino lo que pasará después, desde el lunes 15. El antecedente de las PASO de hace dos meses no solo da una pista de lo que puede ocurrir a la hora del recuento sino, sobre todo, el efecto que desencadenó en lo político, social y económico.

Ese eje de preocupaciones se potencia con un clásico de nuestra dirigencia, la de patear hacia después de una votación temas espinosos. En esta temporada son los capítulos déficit fiscal, acuerdo con el FMI, distorsión cambiaria, congelamiento de precios y tarifas, subsidios crecientes… Sí, correcto, la mayoría son tan vintage como Seinfeld. Pero ni siquiera dan gracia.

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De estos temas se viene hablando mucho en el llamado “círculo rojo”, en especial después de las primarias. Y se acentuaron en las últimas semanas, a caballo de las divergencias expuestas por la coalición gobernante en relación al camino a seguir.

Por si hiciera falta, el Presidente dejó en claro estas diferencias días atrás en Olivos, durante una cena de cuatro horas que compartió con el ministro Martín Guzmán y cuatro importantes directivos de multinacionales que operan en el país, tal como lo reveló PERFIL.

Esta Argentina ya no da margen para seguir paveando con internitas y carreritas 2023

Allí, en medio de brusquetas y lomo con rosty, Alberto Fernández admitió que para él y su jefe económico hay que ir hacia el equilibrio fiscal, mientras que para la vice Cristina Fernández de Kirchner ello atenta contra la inversión y el estímulo al consumo.

Es apenas un ejemplo de las miradas que difieren en el oficialismo, ya no solamente a la hora de la campaña electoral (donde se hicieron evidentes) sino para gestionar frente a una multitud de problemas.

La derrota en las PASO exacerbó la contradicción permanente del FdT (que la oposición de JxC disimula gracias a que no es gobierno), al punto de que no se pusieron de acuerdo ni en cuál fue el mensaje de las urnas. “Los que no nos votaron no piden un cambio de rumbo, nos piden que profundicemos”, señaló la semana pasada en Radio con Vos Andrés “Cuervo” Larroque, ministro de Axel Kicillof y referente clave de La Cámpora.

Botones de muestra de disensos profundos que exceden a un mero resultado electoral. Porque lo que está en juego es nada menos que la gobernabilidad en medio de un panorama muy crítico de demandas sin atender.

Esta Argentina no da margen para seguir paveando con internitas y carreritas presidenciales 2023. La dirigencia opositora también debería tomar nota. No lo dejen para más adelante, arranquen el lunes.  Terminen con la joda.