Tras la salida de Susana Malcorra, la Cancillería se reconfiguró con Jorge Faurie al frente del Palacio San Martín y Horacio Reyser, el hombre de confianza de Macri y de Mario Quintana, como el segundo a cargo de la relaciones económicas internacionales y virtual canciller comercial.
En las últimas semanas, con Faurie fuera del país, ganó terreno y recibió a los representantes del exterior que visitaron la Argentina y también integró las misiones que viajaron a Estados Unidos para destrabar el ingreso de limones y carnes, aunque no pudieron evitar el baldazo de agua fría que fueron los aranceles sobre el biodiésel.
En la pelea por la Agencia Nacional de Inversiones, además, formó parte de la decisión salomónica de compartir cartel entre Cancillería y Producción a través de la creación de un “Comité Ejecutivo” integrado por los ministros Francisco Cabrera y Faurie, junto a él mismo y el secretario de Comercio, Miguel Braun. En el sector privado, sin embargo, sostienen que no están conformes con los resultados, pero están dispuestos a “aguantar hasta después de las elecciones”.
“Para lo que son las negociaciones internacionales, pese a que ahora se pueden vender U$S 50 millones en limones a Estados Unidos, los primeros resultados son negativos”, aseguró un asesor de empresas de comercio exterior.
Internas. Reyser tiene el apoyo de Macri pero también el de Cabrera. Sin embargo “es muy resistido dentro de ‘la Casa’”, como le dicen los diplomáticos a la Cancillería. Dentro de la comisión directiva de la Asociación Profesional del Cuerpo Permanente del Servicio Exterior de la Nación (Apsen), hay muchos diplomáticos de carrera a la espera de que asignen funciones. Los especialistas tampoco ocultaron su enojo cuando se removió a Juan Procaccini de la Agencia de Inversiones. Tienen su corazoncito en el Palacio San Martín y creen que es allí desde donde se debería manejar el comercio exterior, pese al intento de Producción de avanzar sobre ese paso.
Este mes se realizará la primera reunión periódica del Comité Ejecutivo de la Agencia de Inversiones. “Estamos enfocados en realizar un trabajo coordinado desde la Cancillería y con la Agencia, en conjunto con las representaciones en el exterior, a fin de dotar de herramientas de inteligencia comercial a nuestras representaciones y ser un canal de distribución potente que permita incrementar las exportaciones e inversiones” sostuvo Reyser sobre la nueva etapa en un comunicado.
Para los privados, sin embargo, “el comercio exterior y las inversiones parecen estar a la deriva”. Entre los factores de preocupación está el creciente déficit comercial con Brasil, que acumula US$ 7 mil millones en rojo para la Argentina en el año y que el Gobierno había prometido reducir en las negociaciones con Michel Temer.