Una nena de 3 años que jugaba con una aguja de tejer, con la cual simulaba tener una 'varita mágica', debió ser internada de urgencia luego de que se la atravesara en la cabeza. Si bien pudieron salvarle la vida, los médicos que la asisteron la bautizaron como "la niña con más suerte en el mundo". El hecho ocurrió en Utah, Estados Unidos.
La pequeña jugaba a ser una hada madrina junto a una amiga en la casa de un vecino. En un momento dado comenzó a saltar en la cama con la aguja en la mano y fue allí como de modo accidental cayó y la misma atravesó su boca y penetró la base de su cráneo, según consignó el sitio Daily Mail.
De inmediato la llevaron de urgencia al hospital y allí le realizaron una serie de radiografías que mostraron que la aguja había alcanzado el centro de su cerebro, a través de la glándula pituitaria que controla las hormonas en el cuerpo, y el tálamo, que envía señales alrededor del cerebro para moverse. Los médicos señalaron que si bien sufrió daños graves, incluido sangrado, la menor pudo ser estabilizada y luego de unas semanas de internación, fue dada de alta.
En detalle. Una tomografía computarizada mostró que los pequeños vasos sanguíneos de su cerebro estaban intactos, y cuando eso se comprobó la nena fue transferida al departamento de pediatría.
Los doctores que atendieron a la nena contaron su historia en una revista médica, describiéndola como la "niña más afortunada del mundo". Uno de los especialistas, identificado como Matthew Miller de la Universidad de Utah Health, relató: "A pesar del daño severo causado por la aguja de tejer, la lesión no dañó las estructuras vitales". Y agregó: 'La paciente pudo recuperarse completamente con un manejo adecuado y un enfoque interdisciplinario".
Si bien los profesionales no especificaron qué tan grande era el objeto, explicaron que el procedimiento que realizaron fue retirar de la boca de la niña la aguja y rellenar temporalmente con una gasa la herida de punción.
Según las estadísticas del Centro Médico de la Universidad de Duke, aproximadamente entre el 70 y el 90 por ciento de las víctimas de accidentes similares mueren antes de llegar al hospital. De los que logran llegar con vida a recibir atención médica, la mitad fallece durante el tratamiento, o quedan con graves secuelas irreversibles.
F.D.S./F.F.