INTERNACIONAL
Abuso de menores

Tres monjas fueron condenadas por abuso sexual y tratos "antinaturales" contra menores en Escocia

Los casos ocurrieron en el orfanato Smyllum Park, entre 1969 y 1981. Violentos castigos, constantes golpes y abuso sexual, fueron algunos de los actos ejercidos contra menores.

Monjas encarceladas por abuso 20240118
Monjas encarceladas por abuso. | Captura de pantalla

"Lo que debería haber sido un hogar y un lugar seguro para estos niños, era un lugar de ansiedad y miedo". Éstas fueron las palabras utilizadas por el sheriff Scott Pattison para referirse al caso de abuso de menores ocurrido durante los años 1969 y 1981, en el orfanato Smyllum Park, Escocia, y que tuvo como principales responsables a dos monjas y una asistente social.

Las hermanas Sarah McDermott y Eileen Igoe, ambas de 79 años, y la cuidadora Margaret Hughes, de 76, pertenecían a la orden de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Todas fueron condenadas a 3 años de prisión por haber perpetrado tratos violentos, "crueles y antinaturales" sobre los menores que vivían en aquel entonces, en el reconocido hogar, cerca de Lanark. El comisario Scott Pattison dijo que no había alternativa a la prisión para las tres mujeres.

El caso llegó al Tribunal del Sheriff de Airdrie a fines del 2023, tras conocerse que durante 12 años las víctimas del hogar, con edades que rondaban entre los 3 y 8 años, habían sufrido golpes en el cuerpo, castigos extremos y abuso sexual, entre otros incidentes. Sin embargo las primeras investigaciones comenzaron en 2017 cuando algunos de los sobrevivientes contaron sobre sus días en aquella institución.

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Monjas encarceladas por abuso 20240118

Según el relato de una ex residente de Smyllum Park, una de las acusadas, McDermott, la golpeó después de haber presenciado cómo abusaban sexualmente de su hermano en un baño del orfanato.

Otra de las víctimas recordó cómo Igoe alimentaba a la fuerza a los niños y luego los obligaba a comer su propio vómito, aquello sin dejar de propiciar golpes en todo el cuerpo. Los escalofriantes relatos también mencionaban castigos como someterlos a baños helados y meterles la cabeza bajo el agua.

Los testimonios no tardaron en perturbar al jurado que en tan solo seis semanas determinó que el comportamiento de las tres representantes de la Iglesia “contribuyó a una cultura en la que los niños eran degradados y sometidos a abuso verbal y físico”.

Pattison señaló que lo expuesto por quienes prestaron testimonio “fue mucho más allá de lo que podría describirse como castigo razonable" argumentando que los abusadores sabían lo que estaban haciendo ya que en ese entonces “eran adultos de entre 20 y 30 años cuando hacían estas cosas”.

Por su parte los abogados de las tres mujeres trataron sin éxito de defender su inocencia, alegando que en aquella época “el trato a los niños era muy diferente al de ahora”, y que se desconocía “el tipo impacto que tendría una infracción como esta”.

El caso de Theresa Tolmie-McGrane.

Una de las personas que sufrió aberrantes situaciones de abuso sexual fue Theresa Tolmie-McGrane, quien llegó al orfanato a los seis años. En diálogo con la BBC contó que desde los ocho fue víctima de un sacerdote de la casa. "Tenía un pequeño trabajo de medio tiempo limpiando los bancos de la iglesia y este sacerdote en particular llegaba temprano y me pedía que fuera a una habitación particular con él y me pedía que me sentara en su regazo y lo acariciara”, confesó.

Esta situación no era ajena a las monjas, quienes sabían lo que ocurría puertas adentro y castigaban a las víctimas. 

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En la provincia de Buenos Aires, uno de los últimos juicios llevados a cabo en el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de San Isidro tuvo como principal condenada a María Tellez Fajardo, ahora ex monja, por el delito de "abuso sexual gravemente ultrajante agravado" contra cinco adolescentes con quienes convivió en el Hogar de las Hermanas Trinitarias de Boulogne, en el partido bonaerense de San Isidro. Las jóvenes de entre 12 y 17 años, fueron víctimas de estos atroces actos durante el 2017 y 2021.

En tanto en 2019 los curas Horacio Corbacho y Nicola Corradi fueron la cara visible del Instituto Próvolo, vinculado a la Iglesia, tras haber sido condenados a 45 y 42 años de prisión, respectivamente, por haber abusado sexualmente de menores sordomudos e hipoacúsicos. A pesar de que los testimonios señalaron a la monja Kosaka Kumiko por los maltratos y golpes ejercidos contra los chicos, ninguna condena recayó sobre ella.