MODO FONTEVECCHIA
PANORAMA ECONÓMICO

Thomas Sargent, el Nobel de Economía que se reunió con Bullrich, ¿qué recomienda para la Argentina?

Camilo Tiscornia, director de C&T Consultores, detalló el pensamiento del economista estadounidense, quien resalta la necesidad de consistencia entre la emisión monetaria y la política fiscal. "Para bajar la inflación se deberá cambiar el régimen económico", explicó.

Thomas Sargent y Patricia Bullrich
Thomas Sargent y Patricia Bullrich | Cedoc

El economista Camilo Tiscornia subrayó la idea de Sargent al respecto de la vinculación entre Inflación, emisión monetaria y déficit fiscal. "No alcanza con reducir la emisión monetaria sino que, además, tiene que haber una consistencia en la política fiscal". Además, explicó cómo se relaciona el comportamiento humano con el fenómeno inflacionario. "Una misma política va a tener distintos efectos según la credibilidad que genere en el sistema económico", señaló en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).

Hace dos años, en un artículo en Perfil, usted se refería a Thomas Sargent, el premio Nobel de Economía que se reunió con Patricia Bullrich esta semana. Es una persona que podría entender las particularidades de una economía como la argentina, en donde muchas veces las teorías económicas que se dan en países con cierto grado de estabilidad, acá no se aplican.

¿Nos podría dar una especie de introducción al pensamiento de Sargent? ¿Cree que su idea puede enriquecer a Carlos Melconian, quien sería el ministro de Economía de la candidata a presidenta?

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

El círculo rojo cordobés se encolumna con Bullrich y Melconian

Hay una frase muy famosa de Sargent: “La inflación es siempre en todas partes un fenómeno fiscal”. Esta frase parafrasea, de algún modo, a otro reconocido economista, como Milton Friedman, quien sostuvo que “la inflación es siempre en todas partes un fenómeno monetario”.

En un artículo de principios de los ochenta, junto al economista Neil Wallace, Sargent hace un análisis de tipo matemático y dinámico de la vinculación entre la inflación, la emisión monetaria y el déficit fiscal.

Concluye que no alcanza con reducir la emisión monetaria sino que, además, tiene que haber una consistencia en la política fiscal. El ejemplo más elocuente de esto es la convertibilidad, en donde se pudo controlar muchísimo la emisión monetaria, el déficit fiscal se mantuvo en caja, hubo endeudamiento y a la larga no se pudo sostener.

Bullrich-Melconian: el déjà vu kirchnerista

Y en la época de Macri, lo mismo. Hubo un intento muy fuerte, con lo que se llamó el Régimen de Metas de Inflación, de tratar de contener la emisión y se pensó en el gradualismo fiscal: se financió el déficit con incremento de deuda pero esto terminó siendo inconsistente.

¿En qué sería heterodoxo Sargent en ese sentido? ¿Qué le agregaría a la teoría de los clásicos monetaristas que consideran el 90% de la inflación a partir de la emisión monetaria?

Sargent coincide con ellos pero pone el foco en averiguar dónde está la causa de dicha emisión monetaria. Porque la inflación y su vinculación con la emisión monetaria tiene que ver con algo sostenido en el tiempo.

Entonces, cuando se cruzan estos datos, nos encontramos con que hay un sostenido aumento de la cantidad de dinero de la economía coincidente con el aumento sostenido de los precios. Es decir que el origen del problema termina siendo fiscal.

El Friedman argentino

Cuando escucho a Sargent lo siento menos dogmático que otros monetaristas. ¿Cómo podría empatizar su mirada con la de Carlos Melconian?

Sargent habla de qué trata la economía y lo vincula con el estudio del comportamiento humano, con mucho foco en los incentivos que enfrentan las personas para actuar en competencia y con un criterio muy particular que dejó en claro Adam Smith: el objetivo de un intercambio es sacar el mayor beneficio posible individualmente.

Y agrega algo importante, de lo cual él es un gran partícipe, que es el tema de las expectativas: en ese comportamiento humano, la gente anticipa lo que van a ser los comportamientos del gobierno. Las llama las "expectativas racionales" y tiene total coincidencia con el monetarismo.

La reunión entre Thomas Sargent y Patricia Bullrich
La reunión entre Thomas Sargent y Patricia Bullrich

Con Friedman comparten la idea de que el monetarismo son los ciclos económicos causados por cambios en el comportamiento de la oferta de dinero. Lo que le agrega Sargent es que cuando el gobierno se comporta de una manera determinada, la gente anticipa eso, afectando la inflación.

Por eso es tan difícil bajarla a partir de acuerdos de precios o esas cuestiones, porque se supone que lo que la gente interpreta es que si hay un déficit fiscal galopante financiado con la emisión monetaria, a los precios no les queda otra que subir.

Decreto autoriza la suma fija de $60 mil: la fecha tope para cobrarla

¿Y, al mismo tiempo, Sargent no produce una crítica a la inflexibilidad de políticas, como el FMI que promueve una devaluación que, finalmente, no logra absolutamente nada? En un texto afirma que “la misma perturbación externa que puede generar desequilibrios internos transitorios en una economía desarrollada puede ocasionar una trayectoria divergente de sus variantes fundamentales en economías en vía de desarrollo y esto conlleva altos costos para regresar al equilibrio”.

Un ejemplo puede ser lo que pasó con el plan económico del Fondo en 2018 con emisión cero, en donde duplicó la tasa de inflación porque no tenía en cuenta casualmente estas particularidades de una sociedad traumatizada con décadas de inflación.

Totalmente de acuerdo con lo que se refiere a la devaluación actual. Es un ejemplo clarísimo de las expectativas racionales. No va a cambiar nada porque no hay ninguna modificación en el déficit fiscal y en las perspectivas que tiene. Por tanto, las expectativas de emisión monetaria.

Una inflación de dos dígitos: los privados la sitúan por encima del 10% en agosto

Y no sólo el déficit fiscal que vemos en las cuentas públicas que se publican mensualmente, sino en el déficit cuasi fiscal, que es el que está en cabeza del Banco Central y que viene creciendo a un ritmo espeluznante con las tasas de interés y las leliqs.

Es decir, una devaluación rápidamente se va a ir a precios porque no estopa cambiando el régimen monetario, el cual está totalmente influido por está parte fiscal. Y mientras eso no cambie, es difícil que pueda cambiar la expectativa de la inflación y la propia inflación.

Una misma política va a tener distintos efectos según la credibilidad que genere en el sistema económico. Por lo tanto, para bajar la inflación se deberá cambiar el régimen económico. Y esa es la expectativa puesta a partir del próximo gobierno en diciembre.

AO JL