Estalló el hormiguero. Toda la política argentina se reconfigura a partir de la decisión estratégica de alejar a Cristina de la candidatura a la presidencia (pero no de la fórmula). Este hecho es una especie de borrón y cuenta nueva; comienzan una vez más las especulaciones y se cae todo lo que se había escrito y calculado hasta hoy. Aunque en el mundo de la política se suponía que algo así podía llegar a pasar, no se barajaba ni siquiera el nombre de Alberto Fernández (hasta hoy, quien más consenso parecía reunir era Felipe Solá).
La jugada de Cristina responde a varios factores. Aparentemente, le cuesta llegar con los números, y ya empezaba a sentir la presión de sus problemas judiciales. Hacía falta una señal, especialmente hacia la justicia de EEUU. La causa Muñoz está en la mira del FBI, y este es un tema de gran preocupación para Cristina. Con este gesto está diciendo: “Si no juego, no molesten”. O quizás alcance con jugar a medias para desacelerar un poco los procesos.
Este gambito también implica generar cierto enojo entre sectores kirchneristas duros (Moreno, D'Elía), pero a quienes de todas formas no les queda otra opción más que encolumnarse detrás de Cristina. Por el contrario, es un gesto destinado a sumar. Alberto Fernández es una figura que puede tender puentes a otros sectores del peronismo y, además, es cercano al multimedio Clarín. Esto obliga un poco al Grupo a jugar a dos puntas, lo cual le resta un apoyo importante al gobierno actual.
La configuración de las alianzas se verá en los próximos días. Sergio Massa es muy amigo de Alberto Fernández, y podría hacerle una oferta difícil de rechazar. Claro que nunca faltan los desencuentros, porque Fernández se lleva bien con Massa pero no tan bien con Malena Galmarini, con quien siempre hubo una mutua desconfianza.
Fernández al gobierno, Kirchner al poder, por Javier Calvo
También los gobernadores se manifestaron y salieron a declarar su cariño por la expresidenta. Rosana Bertone, Gerardo Zamora (muy especulador pero también leal a la causa K), Juan Manzur, Domingo Peppo, Alicia Kirchner y Gildo Insfrán ya se descartan como adheridos. Bordet aún no se manifestó públicamente, pero en los últimos tiempos recibió a Rossi y a Solá en su provincia. El sanjuanino Uñac y el chubutense Arcioni (que con su éxito en las PASO se consolidó como referente de Massa) se suman a los que podrían dar el salto. Otro es Rovira, líder de la Renovación misionera, a quien todavía le queda revalidar el mandato en su provincia el próximo 2 de junio.
Alberto Fernández siempre tuvo entre sus planes ser presidente. Un proyecto dicho y blanqueado. lo que no podía era serlo solo. Ahora parece haber encontrado el momento ideal para cumplir su sueño, mediante el acuerdo con Cristina. Alberto fue siempre un hombre de Néstor, del que siempre habló maravillas y a quien acompañó hasta su muerte. Su suerte cambió bajo el gobierno de Cristina, con quien nunca tuvo mucho diálogo. En ese momento hubo una marcada intención de sacarlo del medio por parte de los sectores ultra K, que hoy tienen que pasar el trago amargo de su postulación.
Tengo mis duda de que lo que le sirve a Alberto Fernández le sirva también al kirchnerismo duro, por más que Cristina sea vice. La presión torpe y avasallante de La Cámpora interferirá en el armado de listas y dejará muchos heridos. Lo que queda por ver es en qué medida podrá incorporarse al resto del peronismo.
Schiaretti, Urtubey, y algunos de sus aliados, no están dispuestos a negociar con Alberto ni con Cristina. Massa quizás, aunque por ahora parece difícil que se anime a saltar la medianera si nadie lo acompaña. Lavagna sigue empecinado en sus intenciones presidenciales, a pesar de esta jugada y de todo. Esperará al armado de Alternativa Federal, aunque su proyecto sigue siendo presentarse como el candidato antigrieta y homogeneizador. Scioli volvió a manifestar que jugará en las PASO, pero sin bajar su propia candidatura.
La fórmula Fernández-Fernández aparece también con todo el peso del factor sorpresa. No conozco a ningún colega que haya medido, o siquiera que haya pensado en este escenario. Storani lo calificó como una “audacia”, aunque ya sabemos que para algunos radicales hasta ir a la esquina es un audacia. Lo que empañó el anuncio, quizás, un poco, fue el lanzamiento video mediante, que como experiencia cinematográfica es interesante, pero un poco larga. Mucha gente se habrá perdido lo más sustancial del mensaje por no haber pasado de los 2 minutos de video.
A partir de acá, habrá que redefinir todas las estrategias. Barajar y dar de nuevo. Podemos imaginar cómo seguirán las campañas: Macri con el “no volvamos al pasado”; los Fernández “volvamos a darle prioridad a la gente, frenemos las tarifas y echemos al Fondo”; el Peronismo Federal y el lavagnismo “rompamos la grieta, busquemos consensos y alianzas que perduren para poder corregir los excesos tanto del kirchnerismo como del macrismo”. Todos buscarán a ese 40% que todavía está sin definir, que por ahora no quiere votar a Macri ni a Cristina. Una larga campaña de seducción nos espera. Póngase cómodo que la función recién empieza.
Video. El anuncio de Cristina.
JPA CP