Aunque tiene enemigos internos y externos, y atraviesa un momento de vulnerabilidad, el ministro de Ambiente, Sergio Bergman, seguirá por ahora en su cargo. Cuenta con el respaldo, no sin condiciones, de Mauricio Macri y de amigos influyentes del Presidente, como Nicolás Caputo. Pero sabe que está en la cuerda floja.
Por eso se muestra muy activo: en las últimas horas recorrió los lugares afectados por los incendios.
Tuvo varios tropiezos en su gestión. Macri suele manifestar su enojo hacia él por su falta de conocimiento en algunos temas y las falencias en la administración. El titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, se quejó ante el Presidente por la desinformación de Bergman en torno a la cuenca del Riachuelo, después de una reunión de trabajo. Macri ordenó la intervención de Acumar, y puso a la diputada Gladys González a manejar el organismo.
Después de ese episodio, muchos suponían que el ministro estaba con un pie afuera. Pero el retiro espiritual del PRO en Chapadmalal lo fortaleció. “Es que cuando está cara a cara con Macri, lo convence”, analizó un funcionario en diálogo con PERFIL.
La falta de control sobre su propia estructura es otro problema de Bergman. Según pudo saber este diario, el ministro llevó poca gente de su confianza cuando asumió. La consecuencia es que varios secretarios de Estado no son sus subordinados.
En Ambiente hay funcionarios que responden a Carlos Grosso y a Horacio Rodríguez Larreta. Ahora, el ministro quiere que echen a la gerenta operativa de Acumar, Gabriela Seijo. Sin embargo, cerca de Bergman lo defienden. Dicen que los incendios en La Pampa se descontrolaron porque el gobernador de la provincia, Carlos Verna, tardó en pedir ayuda como establece la ley.
Atribuyen las críticas al ministro a los intereses que, dicen, tocó desde la gestión, como algunos vinculados a la minería. Ayer hubo un respaldo implícito a Bergman. El Gobierno adelantó que habrá ayuda financiera para los afectados por los incendios forestales tanto en La Pampa como en Río Negro y Buenos Aires.
El entorno de Bergman niega que, como dice la oposición, le hayan recortado presupuesto. “El año pasado gastamos 150% más de lo que estaba presupuestado”, explican. El, por su parte, cree que su salida la fogonean de adentro del Gobierno. Pero sostiene que mantiene buen vínculo con el coordinador de su área, Mario Quintana.
El último traspié trascendió por los medios. Bergman contrató a un asesor de 19 años que, en principio, iba a cobrar 70 mil pesos mensuales. Pero en el ministerio lo atribuyeron a un error que ya fue corregido.