El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, se sumó a los “baños de humildad” que se dieron en la semana distintos dirigentes del kirchnerismo y renunció a su precandidatura a gobernador de la Provincia de Buenos Aires, camino que había empezado en las filas del Frente Renovador y continuado en el seno del PRO.
El dirigente opositor aseguró que su anuncio se debe a que busca “la unidad de la oposición” ante una oferta electoral muy abultada. "Esto no quiere decir que no siga trabajando desde la UCR y el PRO para que haya un gobierno de alternancia”, aclaró.
El intendente anunció su declinación con una carta en su cuenta de la red social Facebook titulada "Por la unidad de la oposición, dejo de lado mi candidatura a gobernador".
"Siempre he trabajado para unir, bajo un acuerdo programático, a todos los sectores de la oposición. He insistido en que nos reunamos para garantizar no sólo una candidatura competitiva, sino la posibilidad cierta de fiscalización en un territorio tan vasto y complicado como la provincia de Buenos Aires", manifestó.
Y agregó: "Pero pasa el tiempo y vemos que el oficialismo se fortalece, sus candidatos se definen, arman acuerdos y suman dirigentes. Mientras tanto, la oposición permanece desunida".
"Por esa razón, dejo de lado mi candidatura a gobernador, con el objetivo de no ser un obstáculo en el armado que llevan adelante el PRO, la UCR, la Coalición Cívica, Espacio Abierto, partidos vecinalistas, independientes y otras fuerzas del campo democrático", completó.
Posse, en diálogo con Radio Mitre, aclaró que su renuncia "no quiere decir" que él "no siga trabajando desde la UCR, desde el PRO, desde todos los lugares para que haya una oposición metódica, unificada que dé la posibilidad de un gobierno de alternancia".