POLITICA
Reunión de la Mesa Nacional

JxC: pases de factura por Máximo, la espera de la letra chica y una propuesta que gana adeptos

Los radicales y la Coalición Cívica criticaron la postura de Bullrich de exigir unidad K o que se derogue la ley que obliga a debatir el acuerdo con el FMI en el Congreso. Macri y Juan López también se cruzaron por la opción de votar divididos. Piden "responsabilidad" al oficialismo.

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mesa nacional de JxC | Agencia Na

"No es la dueña de Juntos por el Cambio. Dejen de corrernos por los medios con temas que ni hablamos, nos quieren llevar como burro a Bolivia". La voz de Gerardo Morales repicaba en los parlantes de los miembros de la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio, que este miércoles tuvo su segunda reunión en menos de una semana. Es que después de la renuncia de Máximo Kirchner a la conducción del bloque del Frente de Todos, en el espacio opositor también hubo clima convulsionado sobre los pasos a seguir en el debate parlamentario por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En una intensa reunión virtual hubo pases de factura por la posición que planteó mediáticamente Patricia Bullrich de exigirle al oficialismo que vote unido o derogue la ley que obliga a tratar los acuerdos con el FMI en el Congreso. “Hay enojo por la corrida de cancha que nos hacen sectores del PRO”, explica uno de los miembros de la Coalición Cívica, que juntos a los radicales y Miguel Pichetto se mostraron en sintonía en sus posiciones.

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La reunión fue virtual. La semana próxima se volverán a ver cara a cara.

Bullrich, sin embargo, no llegó a escuchar porque se tuvo que desconectar por un vuelo al que se embarcaba rumbo a Mendoza. Cuando se enteró de las críticas no se movió de su postura. “Que se hagan cargo”, replicó la titular del PRO, quien asegura, según su entorno, que no quiere que "el oficialismo quede de los dos lados".

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La posición de la Coalición Cívica llevó también a un acalorado cruce entre Mauricio Macri y Juan López. Es que el titular de los diputados de la CC-ARI afirmó que por las declaraciones de Bullrich y lo que había pasado en la votación del Presupuesto veía difícil lograr una unidad de criterio y que voten todos juntos. “No podemos correr el riesgo de que el país caiga en default”, aseguró a la hora de plantear que podía ser una votación de objeción de conciencia, para dar libertad de acción a las bancadas.

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Morales fue de los más duros con la titular del PRO.

Macri intervino y se mostró preocupado, en su lógica de insistir con la necesidad de mantener la unidad. Pero al mismo tiempo se mostró en sintonía con la propuesta de Bullrich y empezó a despotricar contra el Gobierno y el acuerdo alcanzado por Martín Guzmán. Respondió Maximiliano Ferraro, titular de la CC: “Nuestro planteo es en virtud de que no queremos que nos corran la cancha”.

En la alianza opositora, no obstante, hay una corriente mayoritaria de que la posición no puede ser más dura que la que plantee el FMI, más allá de que sus propios economistas puedan tener una lectura crítica del entendimiento y las expectativas de que funcione. "No podemos dejar al Gobierno sin acuerdo", señala uno de los participantes.

 

¿Pero qué pasa si Máximo Kirchner y parte del kirchnerismo votan en contra?

“Hasta que no haya carta de intención, estamos mirando”, traducen desde el espacio el consenso alcanzado. “¿Para qué nos vamos a meter de manera anticipada con un acuerdo que desconocemos? Es la responsabilidad del Gobierno juntar votos y unificar el frente interno”, razona otro de los dirigentes presentes. Y agrega: "Estamos ante un presidente muy golpeado. Que se acomoden ellos y nosotros no entremos a mostrar fisuras".

En ese contexto, hay una propuesta que viene ganando adeptos, pero que todavía no fue debatida formalmente y más de uno prefiere evitar que se instale la jugada. Si Máximo sigue con su lógica de votar en contra, JxC podría garantizar el quórum pero luego abstenerse. Para aprobar el acuerdo se necesita mayoría simple, por lo cual, en ese caso, el oficialismo solo debería conseguir más votos que la izquierda, los liberales y los kirchneristas que se opongan (si finalmente se oponen).

Máximo Kirchner
La reacción por la renuncia de Máximo Kirchner generó tensiones en JxC.

Mientras tanto, en la reunión se decidió sacar un nuevo comunicado ratificando la postura de la semana pasada: insistir con que el debate debe ser en el Congreso "como lo establece la ley" (eso tira por la borda la idea de derogarla como planteó Bullrich) y esperar a tener la letra chica del acuerdo sobre la mesa para fijar una postura. Y le agregaron un concepto, en relación a la ruptura de Máximo, reclamando "responsabilidad, en especial de aquellos que pertenecen a la alianza a cargo del Gobierno”.

Pichetto fue uno de los que planteó que era clave "no ser irresponsables", marcando una diferencia entre lo que pueden ser las posturas de extremos como la izquierda o Javier Milei, o incluso La Cámpora. Maricel Etchecoin, de la CC, cerró la reunión con un mensaje que fue celebrado por sus pares del radicalismo: “Nos corren la cancha y cuando nos oponemos quedamos como rupturistas pero en realidad los que ponen en riesgo la unidad son ustedes haciendo estas movidas”, dijo palabras más o menos.

La reforma del Consejo de la Magistratura

En un principio, la reunión estaba prevista para hablar del proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura, pero la actualidad política los llevó a terrenos más complejos. De todas formas, hay acuerdo para armar una iniciativa unificada de JxC, que será presentada el jueves en un documento con los 9 puntos centrales que tendrá la propuesta.

La semana que viene se volverán a juntar, pero esta vez cara a cara. Una reunión que ya se prevé larga (hablan de 5 horas) donde seguirán debatiendo sobre la negociación con el FMI y la postura opositora, pero también abordarán más a fondo las cuestiones vinculadas al funcionamiento del espacio. El encuentro iba a ser el miércoles, en San Isidro, pero Macri pidió pasarlo al jueves 10 para poder estar presente. Mientras tanto, Morales pidió postergar, sin fecha aún, el encuentro de legisladores que se iba a realizar el 17 de febrero en Santa Fe para que cada fuerza pueda debatir sus posiciones más a fondo. Son momentos agitados, y nadie quiere dar pasos en falso.

GZ / ED