Argentina había asumido el compromiso de presentar en 2021 su "Estrategia de desarrollo con bajas emisiones a largo plazo (LTS, por sus siglas en inglés), también conocida como Plan de Descarbonización". Pero no sucedió. Hizo anuncios a nivel internacional: el primero fue el 12 de diciembre del 2020, en la Cumbre de Acción Climática. En dicho evento, el presidente Alberto Fernández garantizó el compromiso de presentar una "estrategia de desarrollo con bajas emisiones a largo plazo con el objetivo de alcanzar un desarrollo neutral en carbono en 2050”.
La LTS debería explicar las medidas y cambios concretos que tendrían que realizarse en los próximos años para que Argentina alcance la carbono neutralidad. Ser carbono neutral implica que las emisiones sean equivalentes a cero, para conseguirlo es necesario crear planes de acción para reducir, compensar y/o remover las emisiones generadas. Para ello se debería tomar medidas como promover la eficiencia energética, aumentar las energías renovables en detrimento de los combustibles fósiles, incentivar un cambio modal en el transporte junto con el fomento del transporte eléctrico, entre otras acciones a implementarse de manera eficiente, profunda y rápida para alcanzar el objetivo.
Las expectativas de la COP26
En este contexto, se esperaba que Argentina presentará su Plan de Descarbonización en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26) realizada en Glasgow, el pasado noviembre. No obstante, sólo unos pocos días antes del comienzo de la cumbre se empezó a correr el rumor de que Argentina no presentaría de manera formal su estrategia a largo plazo y sólo anunciaría lineamientos generales. Rumor que se terminó confirmando en la COP26, al no presentarse el plan.
¿Por qué Argentina no presentó su Plan de Descarbonización?
El Gobierno Nacional, por medio del Gabinete Nacional de Cambio Climático (GNCC), no logró alcanzar los consensos mínimos necesarios con los diversos ministerios para presentar una estrategia a largo plazo unificada. Las internas y diversos criterios entre ministerios se evidencian día a día, en las acciones y declaraciones realizadas por los diferentes ministros. Mientras desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, se reclama como estrategia a nivel internacional avanzar en la propuesta de canje de deuda por mayores compromisos ambientales, desde la Secretaría de Energía impulsan un proyecto de ley de promoción de los hidrocarburos. En similar sentido a pocos días de comenzar la COP26, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, junto con asociaciones agropecuarias realizan una declaración contraria a lo que indicaba el Plan de Descarbonización que se estaba elaborando.
Mar Sin Petroleras
A su vez, finalizando el año, el 30 de diciembre desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible sancionaron la resolución 436/2021, la cual autoriza a la empresa EQUINOR a realizar la exploración sísmica en busca de petróleo en el Mar Argentino, a 300 kilómetros de la costa bonaerense. Pese a que el 90% de los participantes de la audiencia pública convocada se manifestaron en contra. Seguir promoviendo nuevas explotaciones petroleras contradice cualquier iniciativa de carbono neutralidad.
¿Ahora cómo seguimos?
Argentina perdió la oportunidad de presentar la LTS este año y una vez más incumplió con los compromisos asumidos a nivel internacional. A diferencia de los más de 50 países que ya presentaron sus compromisos a largo plazo dentro del marco del Acuerdo de París (COP21). En Latinoamérica se destaca el caso de Chile, Colombia, Costa Rica y México.
Desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible anunciaron que se espera presentar el Plan de Descarbonización en el 2022. El GNCC tendrá un año por delante para continuar el trabajo iniciado, lograr los consensos mínimos necesarios dentro de los diferentes ministerios, y promover espacios concretos, eficientes y federales de participación pública, a fin de alcanzar un plan sólido y consensuado.
La LTS determinará el futuro que deberá abordar el país en múltiples aspectos, tales como: cuáles son las industrias que se buscarán promover y cuáles desincentivar, qué matriz energética queremos para las próximas décadas, cuál será la estrategia del sector agrícola-ganadero y del transporte. Es fundamental que se garanticen los espacios de participación pública, en consonancia con el Acuerdo de Escazú, estas decisiones no pueden ni deben realizarse a espalda de los ciudadanos.
*Mariano Villares es co-Fundador de Sustentabilidad sin Fronteras