MODO FONTEVECCHIA
Panorama político

Alfredo Serrano Mancilla: “Milei tiene 70,5% de casta en su gobierno”

“Existe un fraude electoral  por parte de Javier Milei en la propuesta de terminar con la casta”, declaró el investigador y director ejecutivo de CELAG.

Alfredo Serrano Mancilla
Alfredo Serrano Mancilla | CEDOC

El asesor político Alfredo Serrano Mancilla sostuvo que el gran “consenso societal” de Argentina es el “no estamos bien”. “Javier Milei está librando una batalla cultural para naturalizar el sacrificio hasta el extremo, la idea de que no hay otra alternativa”, afirmó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).

Alfredo Serrano Mancilla es economista, asesor político y director ejecutivo del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG). Además, como investigador ha realizado trabajos en diversos países. 

Hace algunos días publicaste un artículo en Página 12 titulado “El índice de casta del Gobierno de Milei”. ¿Cómo definen ustedes casta? ¿Qué características tiene que reunir alguien que forma parte de la casta?

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Hemos querido asumir la “doctrina” de Javier Milei sobre la catsa, sobre todo aquel político que haya formado parte de la política en tiempos anteriores, que haya estado permanente en algún tipo de gestión pública, aunque si una persona ha pasado en un cargo tecnocrático durante dos años, no lo hemos considerado casta. Ni quiera hemos considerado casta al apellido por linaje, como Martín Menem. Hemos querido evitar eso y hemos querido centrarnos en las biografías políticas que han estado presentes en gestiones anteriores durante al menos 4 años. Hemos encontrado a los “más castosos” dentro de la casta, que serían los que han estado mucho tiempo en la política.

Elegimos 78 cargos, los principales cargos de un Gobierno desde ministros, secretarios, presidentes de las empresas más públicas y fundamentales, vocero presidencial, asesor presidencial, concretamente 78 cargos que si uno mira el cuadro en detalle que hemos publicado creo que nadie nos puede decir que no son las personas que hoy en día forman parte del Gobierno de Milei en la toma de decisiones. Cuando se ven las biografías una por una, que es un poco el trabajo que nos tomamos, de los 78 casos, 55 casos son parte de la casta, es decir que Milei tiene 70,5% de casta en su gobierno,  7 de cada 10, para hacerlo más simple, han estado formando parte de Gobiernos anteriores, personas que han estado con más presencia en dos o tres gestiones.

Uno de los casos es el de Daniel Scioli, que seguramente se saben de memoria la cantidad de cargos diferentes que ha ocupado. Inclusive ahora estamos elaborando no sólo el índice de casta, sino que estamos jugando con una palabra que yo desconocía hasta que llegué a Argentina: el “panquequismo” casi como fenómeno político, aquellos que van de un lado para el otro y cambian de partidos y hasta a veces de ideas. Estamos analizando las biografías no sólo de aquellos que hayan estado hace tiempo en la política, sino también de aquellos que hayan cambiado de partido. Seguramente a finales de esta semana publicaremos esas biografías de aquellos que han estado en varios sitios.

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El 70,5% es un valor muy alto…

Sí, el valor es muy alto. Lo importante para mi no es la hiper precisión del dato, sino cuantificar un fenómeno que era necesario, sobre todo porque en este aspecto existe un fraude electoral  por parte de Javier Milei en la propuesta de terminar con la casta. Queríamos poner encima de la mesa los permanentes fraudes electorales, lo poco que se respetan los contratos electorales por los cuales los presidentes son electos, que plantean una oferta que el ciudadano valora, acuerda y respalda para que luego, a la hora de hacer el check de las ofertas que proponen, exista una cuota de fraude electoral que me parece significativo remarcar, porque es la mejor forma de mejorar la salud democrática de un país. 

Javier Milei junto a Daniel Scioli y Guillermo Francos
Javier Milei junto a Daniel Scioli y Guillermo Francos.

Me parece que otro punto interesante, además de medir está en definir, porque el hecho de que alguien haya pasado por varios Gobiernos, cumpliendo tareas con cierto grado de eficacia, en otro contexto es una virtud. Me he pasado elogiando durante años al politécnico de París, que forma la burocracia política francesa. Contar con personas de experiencia en el servicio público, que el servicio público sea una profesión y que dedicarse a la política sea una profesión también, ¿no es una virtud que en algunos casos se la tiñe de defecto? Sería imposible gobernar un país con gente sin experiencia. ¿No hay una estafa en la definición misma de casta?

Comparto 100% lo que planteas, de hecho me provoca dos reflexiones. Una es que efectivamente nosotros lo que pretendíamos era precisamente cuestionar esa vaga conceptualización de casta que Milei abrazó durante un largo tiempo, precisamente frivolizando el término, vaciando de contenido, como probablemente ha pasado con varios términos, como el de democracia, libertad y cambio.

Me tomé el rigor de buscar las definiciones que Milei había hecho sobre la casta y una de esas era que no pueden gobernar los políticos de siempre. Es ahora en donde yo planteo el tema de estafa electoral porque, como bien planteas, tiene que haber gente con experiencia suficiente para poder gobernar áreas técnicas que exigen un conocimiento que solo se adquiere en la cotidianidad de la gestión. Sin embargo, quiero matizar respecto a algo que compartimos, que es el aplauso a algunas escuelas de formación pública que hay en París o España que forman cuadros de gestión pública que tienen que ser duraderos en el tiempo. 

En este elenco de 78 personas, la mayoría de los cargos son más de conducción política, tendríamos que diferenciar quien es la persona que tiene que acometer la gestión de un proceso que está relacionado con el tema de YPF, por ejemplo, con la biografía y experiencia que debe tener la persona que se ocupe de la conducción política de la seguridad en la Argentina, como Patricia Bullrich o el caso de Luis Caputo, que no sé si es una cuestión de experiencia, porque estamos hablando de incorporar criterios de conducción política, y ahí es en donde quizás creo que esto tiene que ver más con casta.

Creo que en Argentina es necesario una escuela de formación pública para tener cuadros duraderos, porque además es lo que facilita que la gestión sea eficiente. Tengo muchas anécdotas de amigos que cuando llegaron a ser cogobierno en España se quedaron impactados por la cantidad de cuadros técnicos que tenía la administración pública española del más alto nivel, y no había manera de ganarles una discusión sobre un tema por el alto conocimiento que tenían esas personas con su experiencia, eso es algo que yo creo que deberíamos revalorizar en la política y en la gestión argentina.

Esta mañana estoy en México y estaba escuchando las mañaneras del presidente, me parecía fascinante cómo en cada mañanera a cada locución presidencial, intenta dignificar la tarea y el arte de hacer política, trabaja la idea de que la política debe ser una actividad honesta, digna, artesanal y con experiencia, es justamente la corriente distinta de esa suerte de anti política que ha planteado Milei, ahí es en donde cae la estafa, porque ha planteado una antipolítica usando cuadros políticos de otras formaciones en las décadas anteriores.

El Gobierno de Javier Milei
El Gobienro de Javier Milei.

Alejandro Gomel: ¿Cómo evalúas que puede ir evolucionando la opinión pública respecto al gobierno de Javier MIlei? ¿Esta encuesta que hicieron ustedes que está jugando con el término casta tiene una relación con cómo lo ve la sociedad?

Nosotros hemos hecho un inventario de su Gobierno. Creo que es muy precoz tener una evaluación de opinión pública de la sociedad argentina respecto a esto. A pesar de que cada uno tiene su corazón y su criterio ideológico, yo en esto soy bastante prudente y he aprendido en estos últimos tiempos que la peor fecha para hacer una encuesta es justo después de que gana un Gobierno o justo unos días previos a unas elecciones, hay un ruido múltiple factorial que demuestra que no es el mejor momento para sacar un conclusión grandilocuente sobre cómo la sociedad piensa. He visto, desde la propia Argentina con Alberto Fernández o en cualquier caso de la región, presidentes que han tenido una opinión pública cercana a 70% u 80% en los primeros días, con una luna de miel que duró muy poco mientras iba avanzando. Creo que, con un termómetro mas analítico, estamos en un pronóstico reservado y  me parece que deberíamos dejarlo como un dilema, no sé si la sociedad se está resignando, está queriendo en avanzar en rechazarlo o si hay una suerte de normalización y naturalización de esta situación complicadísima. Creo que nadie niega la situación complicada, el gran consenso societal en Argentina es el “no estamos bien”, esto sería como una conclusión. Sin embargo, en las cuotas de responsabilidades hay una disputa.

Siento mucha resignación en la cotidianeidad y no sé cuánto se normaliza y cuánto se frustra y se queda en una especie de acostumbramiento. De hecho, Milei hace un guiño muy interesante al término resiliencia en las pocas locuciones públicas que ha hecho. Me llama la atención cómo intenta plantear el término de la resiliencia, creo que  está librando una batalla cultural para naturalizar el sacrificio hasta el extremo, la idea de que no hay otra alternativa. Es parte de una batalla cultural política, que es lo que hoy en día se está moviendo en términos societales en Argentina.

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Fernando Meaños: Si bien es una particularidad de estas últimas épocas de la política argentina el “panquequismo”, lo que se da a llamar casta es un fenómeno prácticamente universal, en toda partes hay alcaldes de pequeños pueblos que se reeligen eternamente, o legisladores que sigue renovando sus bancas. ¿No es un fenómeno universal? 

Absolutamente, quizás la particularidad es revestirse como no casta pero seguir usando la casta. No es un fenómeno estrictamente argentino, por ejemplo, Bolsonaro se reinventa como lo nuevo cuando tenía una larga trayectoria como diputado, o el caso de Bukele que pareciera que se ha reinventado como un outsider de la política, pero cuando uno mira su biografía tiene una trayectoria larguísima con su partido. Es interesante cómo estos personajes han tenido la capacidad de reinventarse como lo nuevo siendo lo viejo. Milei y su vicepresidenta no tienen una larga trayectoria política, sin embargo, cuando han tenido que conformar un Gobierno buscaron en el libro de los que estuvieron asumiendo responsabilidades políticas altísimas que no tienen nada que ver, a veces, con los cuadros técnicos.

VF FM