En diálogo con Modo Fontevecchia, Alfredo Atanasof, embajador argentino en Bulgaria y ex ministro de Trabajo, destacó el impacto qué tuvo la iniciativa de los planes Jefes y Jefas de Hogar que lanzó durante el gobierno de Eduardo Duhalde y mencionó que se desarrolló pensando en “volver a reinsertar” en el mercado laboral a las personas que recibían los planes sociales, pero que eso “no ocurrió”.
También habló sobre la masacre de Avellaneda donde fueron asesinados Darío Santillán y Maximiliano Kosteki: “se trató de agentes policiales quienes tuvieron una actitud individual”, remarcó. Escuchá el programa por Radio Perfil (FM 101.9) o miralo por Net TV.
¿Es correcto interpretar al plan Jefes y Jefas de Hogar como el primer ciclo evolutivo de lo que son los planes sociales?
Es una cuestión que surgió como consecuencia de una necesidad que luego pudimos comprobar que existe en varios países del mundo. Es una política de subsidios para los sectores vulnerables. Se da aún en países desarrollados. En aquella oportunidad lo diseñamos con la mirada puesta en que algún día podríamos reinsertarlos al mercado laboral. Es un avance en cómo ayudar a los excluidos del mercado y en el menor plazo posible volver a incorporarlos. Esa fue la intención, pero no lo que ocurrió en la Argentina ni en otros países.
Recuerdo que Duhalde habló con Lula y quedó impresionado con lo que fue el Bolsa Familia. Duhalde me explicó que en la Argentina de los ´90 era mal visto por la mayoría de la sociedad dar dinero a quien no trabajase. Luego de la crisis del 2002 se modificó eso. Esa subjetividad, ¿cambió, se mantiene, cómo evoluciona hoy?
Colaboramos mucho con el gobierno de Lula trasladando experiencias y resultados. Luego ellos llevaron adelante el Bolsa Escola. Argentina tuvo la necesidad de asistir a los sectores vulnerables a partir del 2001, con el estallido gigantesco que elevó los niveles de pobreza, indigencia y desempleo. Se necesitaba contención.
¿Percibe en los medios un cambio de subjetividad en el discurso respecto a los planes como un problema y no una solución, como cambio de perspectiva?
Obviamente, es un problema para el déficit fiscal. Pero si uno no encuentra un mecanismo que permita insertarlos en el mercado laboral, no hay otra posibilidad. En su momento, llevamos adelante una política mediante la cual hicimos acuerdos con los empresarios argentinos para que puedan absorber a los trabajadores incorporados en los planes con un compromiso por parte del Gobierno en el que, por un determinado periodo, manteníamos el subsidio. Esto se puede desarrollar si uno tiene los niveles de crecimiento para poder incorporarlos. Si no se puede, el Estado no puede abandonar su rol de protector de la sociedad y tiene que ir con políticas de subsidios.
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Nuria Am (NA): ¿Qué piensa sobre cuál es la responsabilidad de los dirigentes políticos en el fracaso de los planes sociales?
Hay que tener en cuenta para el desarrollo de las políticas de países como el nuestro que es la situación global. La inflación no es problema de un solo país, sino del mundo. En otras épocas también hubo condicionamientos y las dirigencias tuvieron que adaptarse.
NA: Respecto a lo que dijo Cristina sobre los planes sociales, ¿usted desacuerda absolutamente sobre que muchas veces hay gente que depende de un puntero político para recibir un plan social?
No, entiendo que hay mecanismos que pueden incorporar transparencia y ese es un desafío. Esto no quiere decir, a mi criterio, que no haya que ayudar a aquellos que están en vulnerabilidad.
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Claudio Mardones (CM): Este próximo domingo se cumplen 20 años de la masacre de Avellaneda donde fueron asesinados Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Los familiares de Santillán señalan a funcionarios del entonces gobierno de Duhalde, especialmente a usted, como uno de los que deberían haber sido investigados por las responsabilidades políticas de la masacre. Hay una causa reabierta en 2014, en la que usted es mencionado. ¿Cuál es su reflexión y qué le contesta a los familiares de estos militantes asesinados?
En principio, decirles que lo sentí y siento profundo dolor por esa circunstancia. Entiendo a los familiares que buscan un camino de tranquilizar su conciencia. Lo que debe quedar determinado es que, en ese momento, el Gobierno nacional no tuvo ninguna responsabilidad por lo que ocurrió y quedó claro que se trató de agentes policiales quienes tuvieron una actitud individual sin ninguna planificación que llevaron a esta tragedia.
Hay distintas causas y nunca tuvimos dificultades. Por supuesto que estamos todos expuestos por nuestra función. Descubrí, gracias a un colega de ustedes, quiénes eran los que habían disparado. Me acercaron fotos donde se veía claramente quienes dispararon.
CM: ¿Qué llevó al gobierno de Duhalde a sostener durante 36 horas que había sido una pelea entre piqueteros?
Algunos tuvieron esa opinión, no todos, no estaba claro lo que había ocurrido. Pero a partir del momento en el que el Gobierno tuvo contacto con estas evidencias, inmediatamente se actuó para que fueran detenidos y juzgados, como ocurrió.
Usted es embajador en Bulgaria, que es uno de los paises que tiene costa en el Mar Negro, cerca de Odessa, en Ucrania. ¿Cómo se percibe la guerra allí?
Aquí, la guerra tiene impactos colaterales fuertes. Bulgaria es un país importador y exportador. Lo que, durante el 2021, Ucrania y Rusia le exportaron a Bulgaria fueron 5 mil millones de euros y ahora Bulgaria tiene que compensar esos insumos vitales. Han decidido desde el gobierno hacer un almacenamiento de 1 millón y medio de toneladas de trigo, entre otros productos, frente a la eventualidad de que pueda haber mayores dificultades.
CB PAR